miércoles, 24 de septiembre de 2008

Comenzo la Décima Temporada de la OSY y la pasarela de batutas


Con el trombón invitado de Julio Briseño y el maestro Enrique Barrios en audición para ser director titular, la Orquesta Sinfónica de Yucatán comenzó su décima temporada el viernes y domingo pasado en la capital yucateca.

Durante más de 20 años, Julio Briseño fue trombón principal de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y a lo largo de su destacada trayectoria artística, ha recibido distinciones importantes, como el Diploma de la Unión Mexicana de Cronistas de Teatro y Música en 1984 por el estreno del Concierto de Carlos Chávez; asimismo ha recibido la Medalla Mozart de Oro, grado de excelencia, edición 1998, de parte de la Embajada de Austria en México y el Instituto Cultural Domecq.

Miguel Escobedo Novelo, gerente de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, reiteró que durante esta temporada contarán con cuatro directores nacionales de reconocida trayectoria, los cuales dispondrán de dos conciertos cada uno a manera de audición a fin de que de entre ellos se contrate a quien será el director general.
Además de Barrios, participan esta temporada Juan Carlos Lomónaco, Pablo Varela y David Hernández.

El Maestro Enrique Barrios dijo estar interesado en hacerse cargo de la OSY y señaló que para sus audiciones escogió un repertorio que incluye la Sinfonía No. 1 en Do mayor, Op. 21 de Ludwig van Beethoven, El Concierto para trombón y orquesta de Launy Grondahl y por último El Pájaro de Fuego de Igor Stravinsky. Además, recalcó que este concierto será una grata sorpresa para los asistentes, ya que podrán escuchar a uno de los trombonistas más importantes de Latinoamérica y del mundo.

Por su parte, Briseño dijo estar complacido y muy emocionado de presentarse por primera vez en un recinto cultural como el Teatro José Peón Contreras de Mérida.

Barrios, de padre yucateco, se ha desempeñado como Director Artístico de la Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) y la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes en México, Director Asociado de la Orquesta Sinfónica de San Antonio en Texas (USA) y de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, Director de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y la Opera Nacional en México. En 2007 fue nombrado Director Artístico del Festival Internacional de Música de Morelia "Miguel Bernal-Jiménez".

Con respecto al repertorio, la Primera Sinfonía del "Genio de Bonn", como se conoce a Beethoven, se inició en 1799 y fue terminada a principios de 1800, ya que su primera audición tuvo lugar en Viena, en el Hoftheater, el 2 de abril de 1800, bajo la dirección del compositor, que tenía entonces treinta años. La obra fue dedicada al barón Gottfried van Swieten, distinguido amante de la música (tradujo para Haydn los textos de La Creación y Las Estaciones) y fue en Viena uno de los primeros protectores de Beethoven.

Por su parte, Launy Grondahl, compositor danés nacido en Copenhague estudió violín y composición desde la edad de ocho años y con sólo 13 años formó parte de la orquesta del Teatro Casino de Copenhague. En ese tiempo compuso una sinfonía, dos cuartetos de cuerdas y un concierto para violín. Siguió sus estudios en Francia, Austria e Italia, dónde escribió su famoso Concierto para Trombón. Esta obra romántica llena de dramatismo, se ha convertido es una representación del repertorio trombonista desde su estreno.

Para finalizar el concierto, se presenta -El pájaro de fuego-, un ballet creado en 1910 basado en historias folclóricas rusas sobre el ave mágica de brillo intenso que es tanto una bendición como una maldición para su captor. La música fue estrenada como un ballet con los Ballets Rusos de Sergéi Diágilev, la primera de sus producciones con música especialmente compuesta para ellos. Originalmente la música iba a ser escrita por el compositor ruso Anatol Liadov (1855-1914), pero debido a su demora para comenzar la obra, Diágilev transfirió la comisión al joven Stravinski de 28 años. El ballet tiene un significado histórico, no sólo como la revelación del compositor sino también por el inicio de la colaboración entre Diágilev y Stravinski que también producirían Petrushka y La Consagración de la Primavera.

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