jueves, 4 de junio de 2009

Montan cabaret para niños


Por Dora Luz Haw

Los niños curiosos, gritones e intrépidos, son el mejor público de - En duende está el misterio-, montaje de cabaret donde lo único que no está permitido es quedarse callado.

El miedo a la oscuridad, cómo compartir conocimientos e incluso qué son las despedidas y los adioses, son algunos de los temas que abarca esta puesta escrita y dirigida por el actor Andrés Carreño y el músico Tareke Ortiz.

Con la participación de tres músicos-duendes y tres duendes cabareteros, esta obra pretende mostrar al público cómo el hecho de encontrarse con un mundo distinto y abrirse a cosas diferentes, puede ocasionar grandes experiencias en la vida.

Carreño explica que parte importante del lenguaje de este trabajo, que se presenta a partir de este sábado y durante todos los fines de semana hasta el 19 de julio en el Teatro Benito Juárez (Villalongin 15, colonia Cuauhtémoc), es que la música juega un papel fundamental, ya que es como si fuera un personaje que está presente de principio a fin.

Los personajes hablan un "idioma" que al principio suena realmente desconocido y extraño, ya que es una mezcla de lenguas romances a partir del alemán, francés, italiano y español. Sin embargo, después de la primera impresión, los espectadores se van acostumbrando hasta que logran entenderlo.

"La obra comienza en total oscuridad. De alguna manera se trata una situación muy común en los infantes, que es el miedo a la oscuridad. No se trata de decirles que no pasa nada y que todo está bien, sino de mostrarles que es posible convivir con ella y hacerse su aliado", dice Carreño.El director aclara que no se trata de dar clases o consejos desde la mirada adulta.

"Es un espectáculo que busca crear placer y gozo. Yo no le voy a decir a los niños que se laven los dientes o respeten a las abuelitas como una orden, es decir, son mensajes que están ahí pero a través del gozo", señala.

"Creo que es importante que la gente entienda que venir al teatro es una experiencia de goce estético y que el arte no sólo es una herramienta de evasión, sino de disfrute porque me ofrece el encuentro con cosas y sensaciones distintas".

La actriz Minerva Valenzuela explica que se trata de un espectáculo muy libre donde la interacción con los niños es real y espontánea.

"No se trata de decirles que no tengan miedo, sino de compartirles que el miedo y la angustia es parte de la vida, que no es malo experimentarlo y que vivir con placer no sólo es sentir bonito, sino atreverse a sentir de todo", aclara.

El cabaret es una manifestación teatral que utiliza el tono fársico y cómico, de hecho, la sátira y la parodia son elementos básicos, al igual que su carácter crítico.

"Hay todo un juego teatral donde si me pongo una cinta en la frente soy un japonés, si me pongo unas trenzas, soy la mamá y así sucesivamente, es decir, hay un juego de trasvestismo" , agrega Carreño.

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