jueves, 29 de octubre de 2009

Dio inició la fiesta de la danza potosina en su XXIX Edición del FIDC Lila López.

Por: Roberto A. Valenciano Capín.


Dio inicio la fiesta de la danza en su XXIX edición de toda una tradición en el devenir de una de las expresiones del llamado arte en movimiento, el Festival Internacional de danza contemporánea Lila López.


Al tener como escenario la Plaza de Fundadores, con la presentación del grupo HUMANICORP, con la dirección de Gerardo Hernández , al exponer el espectáculo “ mun2 marino”,


A pesar de que el director de la agrupación, Gerardo Hernández, dijo en torno a la esencia de este proyecto dancístico: “En HUMANICORP personificamo s sueños, existimos para hacer posible lo imposible a través del teatro. Somos un híbrido de atletas, bailarines, y creadores, todos en la búsqueda e investigación de la esencia humana.



Un puesta en escena que logró si tocar el alma del espectador, a pesar de las contigencia ambiental que se suscitó en esta noche tocada por la "metáfora en movimiento", para otros solamente quedo en el sustancial hecho como un show sin un argumento que lo sostenga dramatúrgicamente. Hasta por ahí surgió el chusco comentario de que solo faltaron los payasos, ante la exposición creativa de una bella contorsionista.



Un mun2 marino que se detenta bajo el tono de una lógica rígida, la cual se destaca por la búsqueda de un equilibrio entre lo físico, lo mágico y lo técnica, a través de un -atrayente- corpo multidisciplinario; al conjugarse el acto circense, lo acrobático, el teatro físico y lo dancístico, al mostrar un incierto juego en cuanto al equilibrio entre lo micro con lo macro.



A pesar de las contingencia de no ser apto para ser presentado en este tipo de espacio, lograron crear esa "magia" de lo permeable, al apostar por el constante efecto visual del virtuosísmo físico, la iluminación y el impacto de los bailarines que pr ahí dejaron un destello de danza con ese dúo emotivo y de mucha plasticidad, el cual fue reconocido por el público potosinos.


Algo mas vivo y visceral fue sin lugar a dudas; la puesta en escena de la compañía sudamericana de danza-teatro, Spaghetti, con su coreografía “La Metamorfosis de la Suspensión", a pesar de mostrar su trabajo en un espacio no idóneo para esta exposición de ese aglomerado de situaciones creadas entorno a un discurso establecido bajo los escritos de Sarah Kane, una destacada dramaturga inglesa y los sustentado bajo la creación de los bailarines, Javier Díaz y Tere Chaides, ponen de manifiesto sin tapujos, una sórdida y descarnada introspección como pareja, ante todo un caos exterior de voces, ruidos o la contundente cotidianidad; para quedar como una posibilidad por desentrañar un reflejo entorno a la posibilidad del deseo en cuanto a la concepción de pareja, a la vez de una funcionalidad del amor, al injerir en un momento de cierta sustancialidad que permanece en la memoria temporalmente, al quedar manifiesto ese resquicio de su propia soledad.

Una obra que se sostiene gracias a la compaginación de una dramaturgia creada e interpretada por Javier Díaz y Tere Chaides, aunado a quedar permeado unos interesante destellos en cuanto a ese investigación del movimiento, creando momentos sublimes y sutiles que fueron agradecidos por el público potosino que se dio cita a este espacio público, como es la Plaza de Fundadores.
Spaghetti emplea la Dramaturgia Corporal como eje de sus trabajos escénicos. En Chile han desarrollado investigaciones a base de la psicología corporal para la creación de sus obras.

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