lunes, 15 de marzo de 2010

Edición 2010 del Festival de Cerro de San Pedro

Por: Roberto A. Valenciano Capín

A pesar de una oleada de rumores que se gestaron en torno a esta novena edición del Festival Cultural Cerro de San Pedro, en cuanto a ciertas restricciones a situaciones que en anteriores ediciones han contraído por si mismo serios problemas tanto a la comunidad de los sanpedrenses como de los mismos capitalinos que visitamos su lugar de residencia, aun así se logró hacerlo con cierta anuencia y gusto de aquellos que asistimos al mismo.


Al poder ser testigos de que se puede cohabitar fraternalemente por más de 48 horas entre esa banda llena de esa energìa y con ganas de echar desmadre en buena lid y contrarrestarla con aquella que solo utiliza este espacio para exponer su creatividad, y de esta recauzar esa energía que bajo los influjos de las bebidas alcohólicas y cierta falta de higiene a pesar de existir de una forma por demàs implìcita baños para cubrir sus necesidades, pero ante todo se gestó esa unión y fraternidad en cuanto al no solo decir conscientemente ese rotundo !No¡ a ante los últimos alientos de la Minera San Javier en estas tierras, a pesar del acto consciente del daño ecológico que contrae esa empresa canadiense.

De ahí que bajo estas premisas y ciertas comodidades e incomodidades para algunos que han sido otorgadas por si mismas por las misma banda que asisten a esta edición, el cual desafortunadamente ha alejado o han tomado una posición tal de que la comunidad potosina se acerque a esta plataforma de expresiones culturales y a la vez de ser una fuerte voz de no solo concientizar a los potosinos en contra de las actividades realizadas por la Minera San Javier. las cuales contraen desde hace tiempo una contaminación ambiental y acuífera en contra de los potosinos.

Pues en esta edición además de su propuesta inicial antes señalada, se tiene todo una serie de actividades culturales organizadas no solo del renglón musical, sino también ese acercamiento de talleres de máscaras para los chavitos, así como la utilización de los espacios convencionales para desplegar el arte circense y la magia de la danza árabe, la exposición de caricatura política de Ernesto Flores, aunado a los acostumbrados museos de tradición de la FAO, del viejo San Luis, donde sin más se busca ser un festival cultural para las familias potosinas...

En cuanto al renglón musical que es lo que más me atañe. Comentaré que se tuvo como antesala, una lectura de poesía y reflexiones creativas a cargo del famoso Vampiro, para dar pie al grupo de Sult Trasto con un set que comprendió el viajar a través de la rumba, el fandango y la escencia de degustarlo ante el aplauso del público que en la tarde ya era parte de esta travesía musical.

Para ceder el espacio a la banda defeña de Sold-Varro con esa fusión de estilos que sin más se entremezclaba con las cadencias del reggae, el ska, el punk y hasta los ritmos latinos al entremezclarse con la letras de denuncia de este trío de músicos, ante la buena respuesta de la banda potosina.

Sin más explotó la irreverencia y el humor hecho blues a través de la propuesta de Beto Blues Band, quien desde el dar la bienvenida a esta emblemática pueblo para los potosinos.

Un Beto blues que sin más busca a través de sus rolas narrar de una forma muy particular, al distinguirse no solo por su humor sino también manifestar su sentir de lo que no esta de acuerdo, de ahí que siempre busca de esos aliados para darle más fuerza y sentido a sus rolas.

Tanto lo fue su poder de convocatoria, que una bella dama le regalo una espumosa y claro se gano su respectivo beso de este aferrado músico a que el blues es el alma y éste puede confortar, a pesar de la insistencia de un necio que quería un despliegue de un requinto más ponchado y solo quedo en un grito de disgusto para perderse entre la banda que aplaudió y agradeció este sentir hecho música de Beto Blues Band, con un set de rolas como;"me llamo beto", " si me quieres un poquito", "el blues del mariachi", " harto de tí", " Cerro de San Pedro","Amigo Spiderman", "Sra Justicia" y la infaltable "Sr. Hamburguesa".

Le tocó al turno a la banda de la Bruja del buen Alán Hernández, al presentar un tributo a "la bruja del blues" Janis Joplin, The Door y Jimmy Hendrix, la interpretar lo más significativo de estos tres ícono del rock de los setentas, destacándose la bella voz y sentida de su vocalista, a pesar de sentirse descuadrada la banda.

Entre una fresca pero sabrosa atardecer y tener como escenografía natural el cerro de la Estrella, llega una de las bandas más esperadas por la banda, a pesar de una insustancial bronca que sin más fue controlada, donde ya la banda ingirió lo que quiso ingerir, al cumplirse cabalmente el cierre de los espacios de venta de esta bebida espumosa, para evitarse problemas como se suscitó en la enterior edición.

Con su peculiar estilo de hacer rock, bajo los sustratos del surf, llegan con mucho ánimo y gusto de expander su música, los carnalitos del Sr. Bikini para hacer bailar desde los primeros acordes a la banda quien sin más hizo el slam, donde por cierto le entraron sin denuedo las chavas para disfrutar de este mejor cierre de esta novena edición del Festival Cultural del Cerro de San Pedro.










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