miércoles, 8 de diciembre de 2010

Irrumpe Colectivo Makina con su búsqueda de un lenguaje dancístico en la XVI Edición del Festival Nacional e Internacional Ocoh tic



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Mérida, Yucatán. Fue una de esas noches en donde sin más irrumpió un cuarteto de jóvenes creativos de varias latitudes de nuestra república mexicanas; Guadalajara, Mexicali y Mérida para converger y resonar en el Colectivo Makina de Turing, al presentar un espectáculo de danza-música " Abrir; el cuerpo como referencia", una coproducción México-Uruguay, dentro de las actividades de la XVI edición del Festival Nacional e Internacional de danza contemporánea Ocoh tic-lo bailamos, lo danzamos-.

El cual fue trazado este trabajo creativo en: " Acto 1: llore tan bonito" de la coreográfa uruguaya, Tamara Cubas y " Acto 2: abrir" del coreográfo mexicano, Alonso Alarcón.

Bajo la enmienda de esa constancia en la búsqueda de los mecanismos o procesos creativos a lo ya pautado, surge esta investigación que busca transmitir el movimiento bajo la premisa de la sustancialidad del cuerpo y romper con lo definido como se hace tradicionalmente a través del gesto, aunado a concebir la parte musical como parte del movimiento mismo, por lo tanto se gesta ese trabajo creativo en una de sus constante como es la busqueda de la intertextualidad de ambos elementos, para detonar en una constante de la otredad de lo creativo.

Claro sin desestimar una de las partes puntuales como parte del proceso como es la improvisación y de esta manera crear una dramaturgia solvente, agil y una fluidez no solo en la calidad de movimientos sino conjuntados bajo un punto de partida que es las coordenadas que actualmente detentan la necesidad de este colectivo integrado por: Diana Boyardo, Gervasio Cetto, Manuel Estrella y José Elías Puc.

Dos piezas que logran una notable comunicación conceptual con una heterógenea audiencia que se da cita puntualmente en el Teatro Armando Manzanero, que más allá de provocar el efecto en el espectador, es una invitación a ser la vez cómplice de una manera distinta de concebir esas sensaciones, emociones, sino de hacerlas presenciales y de esta maner llegar las imágenes en movimiento al cuerpo,y la implementación de pactos de relación física que se cumplen en el instante no solo a través del planteamiento netamente tepsicoriano.

A pesar de un let motiv sopesado del Acto I basado en la dramaturgia de la telenovela mexicana, logran los integrantes de este colectivo un trazado sostenido, firme e interesante que no solo deja expuesto para ser degustado, sino para sugerir otredad de lecturas en cuanto a esa búsqueda de una naturaleza inherente que la damos por obvia y pierde por si misma su dimensión.

Movimientos fluidos, donde su contención misma queda derrimida bajo las puntuales expresiones como "una pareja, así es una pareja", "este es un hombre", "soy virgen y me entregare solo a ti", para detonar en una seriación de derroteros de manejo de energías que detentan estas coordenadas espaciales



Simplemente basta con una serie de enunciados sacados de estas novelas para ir contruyendo una lectura de un puntual contrapunto como es la demostración de la no continencia y el relatando el movimiento para decantar la presencia, la relevancia de la la organicidad, como un ser presente, aunado al manejo de la espacialidad, así como la fluidez de energías en movimiento musical emanados del piano y la tecnología que hace su relatoría paralela, aunado a la repetición de sonidos.

Una puesta en escena que tiene la virtud y la afrenta de permitir identificar los distintos instrumentos, impulsiones tejidas en texturas cambiantes, cuyo punto de arribo se convierte de inmediato en punto de partida; al mismo tiempo que los bailarines los visualizan por medio de la danza, donde a partir de la pauta de la improvisación tanto los bailarines que demarcan su propia integridad creativa bajo la pauta del coreógrafo veracruzano, dándoles la libertad de asumir este segundo acto como ese hábito pérdido como es el escribir sobre el cuerpo, sobre nuestro cuerpo.

Inesperadamente, el contundente aplauso se secunda con el del público para agradecer el atrevimiento sin cortapisas de esa búsqueda de caminos alternos de hacer danza de este joven colectivo gestándose en tierras yucatecas, al resultar para el espectador alentador e inquietatnte y verse plasmados a través de los comentarios en torno a la mesa de charla que se realizó por primera vez en este festival danzario con mucho éxito entre los creadores y el público, al exponer tanto los creativos el proceso creativo y el contexto de las obras, asícomo su sentir en torno a ellas, siendo de esta manera que se conoció un poco más de este proceso creativo, al tener como moredadores a la bailarina, actriz y coreógrafa Erika Torres, la Directora del Festival Oc´ohtic, la Mtra. Graciella Torres Polanco y su servidor.

Una forma contemporánea y particular de hacer danza que motiva y alienta a voltear a ver todo lo que se esta gestando dentro del quehacer dancístico en estas tierras yucatecas.

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