viernes, 21 de octubre de 2011

La finlandesa Virpi Pahkinen electrizó con su propuesta coreográfica ¨ Aajej¨ en el Festival Cultural Revueltas 2011


Por: Roberto A. Valenciano Capín.

Victoria de Durango.-Con una propuesta sumamente provocadoramente espiritualmente, detentando bajo un depurado lenguaje estético y dancístico, aunado a su fluidez y la plena libertad, es lo que caracteriza las propuestas dancísticas de la coreógrafa y bailarina finlandesa Virpi Pahkinen, quien llegó a estas tierras duranguenses para presentar su más reciente trabajo coreográfico ¨Aaejej¨, pieza que le da el nombre al torbellino en el Norte de África.

Un teatro Victoria que por primera vez lució lleno en su totalidad para darle la bienvenida a esta pieza dancística que se decantó bajo el aliento de involucrar al espectador en la forma de abordar y asumir los diferentes estadios y temperamentos de la naturaleza misma, en este caso, a través de la reflexión misma a partir de la recreación de los diferentes tipologías-temperamentos- de vientos y a la vez reflejar la endeble condición del hombre ante las fuerzas de la naturaleza.

Todo esto gracias a los flyers que se distribuyeron oportunamente a los durangueneses, con el plus de ser catalogado como ¨uno de los mejores espectáculos del Cervantino en el Revueltas¨.

Aun así, esto se diluye debido a la particular visión de Pahkinen por ser una buena artífice en saber e incidir y desarrollar las amplitudes del movimiento que quedan puntualmente reflejos en los estados emotivos y pulsicos de los bailarines y, de esta manera sentirse intensamente en el cuerpo expotenciado, como un electrizante tornado u el viento cálido de las dunas que se extrapola en el imaginario del espectador.

Una pieza que se articula por el constante diálogo no solo a través de la danza misma, sino por otros actuantes: la música misma bajo la creación del multi-instrumentista Jonas Sjöblom y la acostumbrada sobriedad tanto en la iluminación como la escenografía.

A pesar de los viveza de los colores en el diseño del vestuario que le da esa amplitud de movimiento, contrasta con la sobriedad de ambientes definidos en esta mágica travesía de las diferentes tipos de vientos.

De esta manera, Pankinen fiel a sus intereses estéticos, los plasma en una poética depurada que sin más fluye armónicamente por los diferentes estadios planteados en la pieza, que van desde los más intensos a la placidez misma, aunado con la interesante y puntual investigación del movimiento.

A través de puntuales trazos que van desde lo armónico hasta la delirante sucesión de movimientos, detentados en las implicaciones simbólicas de Aajej que se multiplican conforme el espectador va descubriendo los detalles y va haciéndose parte de esta travesía, a pesar de los espontáneos aplausos de algunos extraviados.




Un Aajej que emana por si misma, la cabalidad del sentido espiritual y a la vez reflexivo, como la coreográfa finlandesa puntualmente lo define: ¨la danza es transformación¨.

De esta manera, los duranguenses fueron esos co-habitantes del viento por más de sesenta minutos, en donde los arrestos de la cotidianidad quedaron aislados, en stand bye, afuera de las puertas comunicantes de este teatro del siglo XIX.

Pero que fueron colapsados por el extendido aplauso y los bravos de pie de los duranguense, que hicieron que la Compañía de Virpi Pahkinen saliera dos veces a agradecer el compartir su danzar.

Todo esto, como parte de las actividades del Festival Cultural Revueltas 2011 y gracias al apoyo de la Swedish Art Council, the Culture Commitee in Stockholm, Maja Bentzer de la Embajada de Suecia en México y el Festival Internacional Cervantino.

La creadora finlandesa estuvo acompañada en escena por Kaolack (Pape Ibrahima Ndiaye), bailarín senegalés conocido como "el bailarín del viento", Oskar Landstrom y Henrietta Wallberg.

Pahkinen estudió piano en el Conservatorio de Helsinki y coreografía en el Colegio Universitario de Danza de Estocolmo. También ha creado obras para varias compañías como el Ballet Poznanski, el Vietnamese National Opera Ballet, Norte 59° y The Young Dance Company.



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