sábado, 10 de diciembre de 2011

SAN LUIS FUE PARTE DEL HOMENAJE NACIONAL A LA POETISA AMPARO DÁVILA.




Por: Roberto A. Valenciano Capín

Una noche en donde la poética extendió sus alas para arropar a estos gustosos que se dieron cita en la Casa Ramón López Velarde potosina, para conocer, asombrarse y degustar de la poesía de la escritora zacatecana Ámparo Dávila, como parte del homenaje nacional dentro del ciclo Protagonistas de la literatura mexicana que organiza la Dirección General de Publicaciones del CONACULTA.

La escritora Amparo Dávila, de gran arraigo y afectos profundos en San Luis Potosí en donde vivió hasta su juventud, fue reconocida su trabajo poético por los ahí presentes, quienes recibieron generosamente el libro recopilatorio de su obra poética.

Fungieron como anfitriones: Profr. Armando Adame, director de la Casa Ramón López Velarde, los poetas Héctor Esquer, Laura Tristán, Rosalba , cobijados por las diversas ediciones de sus publicaciones, así como importantes revistas literarias potosinas.

En su intervención, el poeta Héctor Esquer cuestionó que siempre le ha sido extraño el homenaje a escritores," más bien, siempre me ha parecido más que al escritor, a la persona, sea más hacia la palabra escrita más que la persona, es una especie de agradecimiento de una valentía, un valor literario que implica un agradecimiento de corresponder por escribir y no recibir nada a cambio ", al apuntalar dicho cuestionamiento " Nunca me ha quedado muy claro que es un homenaje".

Pero ya al referirse de la obra de la escritora zacatecana Amparo Dávila comentó " es una de las mejores exponentes de la narrativa, al sentirse conmocionado, al ser de temple aterradoras y demoledores sus textos, al requerir de poner en juego sus emociones en su inmediata lectura".

En cuanto ha su faceta como poeta comentó sentirse sorprendido y disfrutar de la lectura de su venia poética.

Para el Mtro. Armando Adame, amigo y compañero de travesía literaria de la homenajeada rememoró una anécdota de su primer encuentro con Amparo Dávila en su casa de lo que es ahora la casa blanca que se encuentra en Avenida Universidad en semana santa.

Así como hizo un recuento histórico de su devenir en estas tierras potosinas, al recordar que en 1977 cuando salió su libro -Arboles petrificados- lo considero como un libro muy convencional, no aportaba nada, pero resultó una importante directriz del lenguaje literario de Amparo Dávila.

Y mostrar con orgullo los primeros trabajos publicados en la revista "Estilos", sus poemas que comprenden sus 8 salmos.

Considero a la escritora zacatecana como una persona profundamente conservadora en el término de su moral y su forma de ser, así como respetuosa y de mucho afecto en relación de su corazón hacia su ex- esposo, el pintor Pedro Coronel.

Pero que en su poética nos aborda desde la misma naturaleza, esencia, sentimientos y libertad caracterizan estos versos, aunado a ser un escritora con muy poco obra pero muy sustanciosa en la forma de abordar sus textos.

Posteriormente no hay mejor forma que sentir, pulsar la poesía de la zacatecana de nacimiento, pero formada como escritora en SLP, que dar lectura por los ahí presentes de los cuatro poemarios recogidos en su poesía completas, bajo el sello del Fondo de Cultura Económica (FCE) en coedición con el Gobierno del Estado de Zacatecas y CONACULTA a través del Programa Nacional de Salas de Lectura.

Para después departir entre los asistentes de un delicioso ponche y tamales.

Amparo Dávila es considerada hoy como una de las narradoras mexicanas más destacadas del siglo XX, con una obra breve pero de gran profundidad. Su obra narrativa completa: Tiempo destrozado (1959); Música concreta (1964) y Árboles petrificados (1977) además de Con los ojos abiertos (2008), fue publicada también por el FCE, en 2009, bajo el título de Cuentos reunidos, en tanto que en 1977 obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia.

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