viernes, 26 de septiembre de 2014

Una sutil barroqueda a los Castrati en el Centro Cultural Palacio Municipal



Por: Roberto A. Valenciano Capín
 
Se ofreció el segundo recital  " Barroco, el canto de los Castrati" por  el contratenor potosino, Francois I. Martínez en esta sesión musical contó con la compañía de un ensamble de cuerdas y músicos invitados al tener como escenario el Patio del Centro Cultural Palacio Municipal.
 
Al ofrecer un programa que incluyo obras de: George Fredrich Haendel, Leonardo Vinci y  Antonio Lucio Vivaldi.

En esta ocasión se hizo acompañar del joven cuarteto Barroco, Siroé, así como la participación del pianista José Yael  Martínez, del guitarrista Alex Rodríguez y la soprano Rosario Saucedo.

Aún cuando la intención de estos conciertos es dar a conocer mas plenamente esta singular y compleja tesitura y coloratura de la voz a través del abordaje de un amplio repertorio compuesto para este tipo de voz.  
 
 O como diría puntualmente el tenor Emilio Pons en su reciente visita al ofrecer un recital en esta capital potosina al referirse a esta oportunidad de ensanchar los horizontes musicales mas allá de lo que se conoce, aunque sean trillados, por lo cual hay que ir  "mas allá aunque sean grandes obras  de Beethoven, de Mozart, de Vivaldi y, en el caso de la música vocal hay que saber escuchar mas allá de Puccini y de Verdi, hay que saber apreciar toda la música vocal desde el barroco hasta la música contemporánea".
 
Por lo cual, este proyecto queda permeado bajo estas pretensiones al volverse  testigos de esta  intención pero que desafortunadamente todavía se cae en esta ramplonería a pesar de notarse un poco  mas el cuidado del mismo. Aun así caen en esta afrenta de asumirla desde su solvedad y quedar solamente en una insoluta aproximación ante una real óptica desde donde debe de ser abordadas estas obras.
 
Aunado a esto, se noto y reinó cierta prudencia de Francois I Martínez en abordar obras de Haendel como: - Dove sei, amato bene- de Rodelina, - Scherza infida in grembo al drudo- de Anodiante, no así,  con desbordantes inexactitudes, una inseguridad al notarse en el sumo forzado en la  colocación de voz, vibrato y trinos que propone las obras de Leonardo Vinci, seleccionadas para esta noche.
 
En cuanto al acompañamiento musical a cargo de Siroé, cuarteto barroco  abordaron estas piezas en esta recurrente lectura de partitura,  aun así quedo constancia de una sonoridad sostenida y una buena afinación de estos jóvenes músicos que integraron este ensamble de música: Xiomara Eunice Martínez Vázquez y César Roberto Castro Ramírez Obregón en los violines primero y segundo, respectivamente; Juan Hipólito Palomo Torres en la viola y Cesar Puente Sandoval en el Violoncello.
 
Quienes supieron cobijar con talante la intervención del joven guitarrista Alejandro Rodríguez con el -allegro- del concierto para guitarra RV93 de Antonio Vivaldi.
 
Más no fue así en cuanto a la intervención de la soprano Rosario Saucedo y Francois I Martínez con una caótica e imprudente- Tu vuci solcando un mar crudele- de la ópera Artaserse de Leonardo Vinci.  
 
De esta manera, se concertó el segundo de cuatro conciertos programados para este año en donde a pesar de estos improntums en este aprendizaje de estos jóvenes músicos, al conjugarse el atrevimiento, entusiasmo o  también este des- acierto, a pesar de prevalecer esta premisa de este cabal compromiso y formalidad de apocarse al estudio de este período tan bello e intrincado como es el barroco, al ser para algunos gustosos de este época de una proyección errónea de lo que es esta música y mas haciendo énfasis de este periodo.

El tiempo dará la razón, a pesar que en esta ocasión se tuvo poca afluencia a este concierto.
 



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