martes, 20 de enero de 2015

Carlos Prieto comparte sus travesías musicales en San Luis Potosí



Foto: Cortesía de Rita María Mora
Por: Roberto A. Valenciano Capín

En esta ocasión, fue bajo este triple llamamiento a través del tañido de una campana quien  nos remonta infaliblemente a este rescate de esta tradición agustiana en el pasado, gracias al Dr. Modesto Suárez Altamirano, presidente del patronato pro restauración del ex Convento de San Agustín, es como da esta singular bienvenida y a la vez aprovecha para agradecer tanto a los invitados especiales como a las instituciones que proporcionaron apoyo para el evento, claro sin hacer dejo de la gran respuesta del público potosino que abarroto este espacio de lo que fue este ex convento del siglo XVII, para disfrutar de la presentación del violonchelista y Maestro Carlos Prieto  Jacqué.

Una tarde-noche muy agradable para disfrutar de esta histórica conferencia-musical que ofreció uno de los más importantes violonchelista a nivel mundial  Carlos Prieto Jacque , al verse refleja en esta ordenada fila que se extendió mas allá de la puerta que da entrada a la iglesia de San Agustín, en donde tanto jóvenes en su mayoría, esperaron para entrar y a  la vez ser testigos de la presencia de este artista. 

Carlos Prieto Jacqué (1937), miembro del Seminario de Cultura Mexicana, gracias a la invitación que le hiciera en su momento Cardiel Reyes en 1985,   sino también es escritor e investigador, después de una ausencia de casi una década por estas tierras potosinas, vino a compartir y a la vez presentar originalmente sus libros: Aventuras de un violonchelo, por cierto, su gran best seller  y apuntes sobre la historia de la música en México y,  posteriormente ofreció un puntual recital.
 
Se escuchan los aplausos de los asistentes cuando el maestro sube al estrado, siempre sonriente y elegante. 
 
Y antes que nada, a manera de disculpa explica la razón de haber pospuesto en el mes de Noviembre esta presentación, todo debido a una operación de su columna vertebral.
 
Después de esta aclaración, empieza a narrar de una forma muy coloquial las andanzas de  cómo llego a sus manos su Piatti como él lo reconoce, pero no sin antes desplegar un poco el origen mismo del violoncello. 
 



Pero no sin antes hacer una referencia histórica del violoncello, pero mas haciendo énfasis en  la historia sobre este cello Stradivaruis que inicia en 1720, cuando es fabricado en Cremona, Italia; cuarenta años después y luego de permanecer la misma cantidad de tiempo en el taller, fue llevado a Cádiz, España; puerto que debido a su situación disfrutaba de privilegios. En 1760 ahí se constituye una orquesta; algunos músicos e instrumentos fueron importados de Italia.

De ahí una serie de circunstancias que conllevo a este instrumento por su paso por Dublín y un tormentoso trajinar en tierras alemanas para por fin llegar en el siglo XX a Estados Unidos, en donde a pesar de un gran descuido de su dueño que por poco le cuesta el tenerlo en sus manos, pero gracias a una indulgente mano de una vecina que logro dar con este violoncello en tierras neoyorkinas.

Al contar a través de esta singular anécdota, para muchos les causo sorpresa, a otros simplemente lo expresaron a través de la carcajada o concretamente con una sonrisa:




 
"El violonchelo llegó a mis manos hace 38 años; de inmediato me encontré con un problema; a diferencia del violín no cabe en los espacios superiores de los aviones; no cabe sobre las piernas; no cabe en los compartimientos. Debido a su peso y tamaño el porcentaje de posibilidades de que llegue roto a su destino, si es que viaja como equipaje, es de un cien por ciento. Los cellistas vivimos condenados a viajar con el cello a bordo del avión".
 

O esta anécdota de las que algunos que ya conocen su trayectoria y ya la han escuchado, pero aun así la volvieron a disfrutar como es la compra de los boletos "señalábamos que se iba a comprar un boleto para el cello, y los de la agencia luego de consultar manuales especializados, no sabían cómo registrarlo. Finalmente a mi esposa se le ocurrió señalar que el nombre del singular pasajero era Cello Prieto. Esto nos permitió ahorrar unos cuarenta minutos de papeleo; y desde entonces el cello acumula millaje que comparte generosamente con nosotros. En los países anglófonos hemos optado por registrarlo –al momento de adquirir su boleto–, como Miss Cello Prieto".
 
 
Pero más bien, estaba más ansioso el maestro Prieto Jacqué de tocar más que seguir platicando de sus infinitas anécdotas o vivencias que ha tenido junto a Chelo Prieto, como también lo llama el Mtro. Prieto.

Para dejar en la deriva la presentación de su más reciente trabajo bibliográfico, apuntes sobre la historia de la música en México,  al respecto comento que fue un encargo que le hizo el Seminario de Cultura Mexicana para los festejos de sus 70 años de edad, " me dijo escribe algo sobre la historia de la música en México durante los últimos setenta años y así empecé, entonces iba el libro de 1942 hasta 2012, rápidamente me di cuenta que era un absurdo al quedar afuera muchísimos y grandísimos compositores empezando con(Silvestre)Revueltas  que murió antes de que empezara el seminario de Cultura Mexicana, entonces lo amplíe para empezar con la época precolombiana hasta nuestros días y, hago un resumen de los principales compositores del siglo XVI, XVII, XVIII y de los principales compositores actuales y sobre todo de los que he tenido yo el privilegio de estrenar obras que son alrededor de cien, y luego hay un disco de obras de compositores mexicanos, muchas dedicadas a mi, por lo cual les tengo una especial responsabilidad".

Al aclarar que es un buen acercamiento para saber de forma  puntual la historia de la música en México, a pesar de estar prácticamente agotado esta edición comento que ya se encuentra en el" momento actual ya me encuentro  escribiendo una nueva versión, revisada y aumentada, porque no solamente habla de la historia musical en México, sino también hablo de los principales conciertos que he dado en y fuera de México, a veces de compositores mexicanos y en veces no".

Sin mas, abocarse a ofrecer un puntual recital que hizo de las delicias de muchos, al poner tal sutileza en esta intima conversación entre el instrumento, el ejecutante y el escucha, gracias a la creación musical hecha  Suite para violoncello solo del genio alemán Johann Sebastián Bach, al ofrecer la Suite número dos en Sol mayor con sus cinco movimientos y la Suite número tres, al decantar solos cuatro de sus movimientos.


Parecía que aquí terminaba este encuentro entre el maestro Prieto y su público potosino, mas no fue así, al regalar como encore; la Giga de la Sonata No. 3; El Minuetto I y II de la No.  Suite No. 2 y Courante de la Suite No. 4.

Un público potosino muy agradecido y entregado que lo  tributó a través de los cálidos aplausos por varios minutos.


Para después hacer fila, para no solo firmarle desde el programa de mano, o algunos de sus libros publicados, sino también agradecerle y claro, sin faltar la infaltable  foto, eso si, siempre con esa sonrisa que se trasminaba a través de sus verdes ojos, protegidos por sus lentes.

Una noche memorable para muchos y en espera de que no se haga larga la espera de volverlo a escuchar y compartir no solo sus anécdotas sino también su musicalidad.

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