domingo, 1 de febrero de 2015

Escuela cubana de ballet tiene nombre: Fernando Alonso



Personalidades del gobierno y la cultura cubana develaron hoy una tarja que acredita a la Escuela Nacional de Ballet con el nombre de su más insigne pedagogo, Fernando Alonso.


El historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Miguel Cabrera, elogió del fundador de la compañía y la academia su sentido de la técnica y al mismo tiempo la preocupación intelectual y científica para asumir el arte como un acto de pensamiento.

Cabrera explicó que la jornada pedagógica Fernando Alonso in memoriam celebrada a fines de octubre pasado bajo su conducción expuso la trascendencia internacional del maestro de gran parte de las joyas del ballet cubano.

El ideario latinoamericano de Alonso nos llegó con la estrella argentina Julio Bocca, mientras el profesor francés Cyril Atanasoff mostró la corrección de la escuela de París, donde el propio cubano impartió clases en el año 2000, declaró el historiador a Prensa Latina.

La deuda que tenemos con el maestro solo la podrán pagar los estudiantes de ballet con constancia y consagración al trabajo, sostuvo Cabrera.

A Fernando Alonso nunca lo podré recordar con tristeza, aseguró la Premio Nacional de Danza 2014, Silvina Fabars.

La primera bailarina del Folklórico Nacional contó sobre la utilidad de este profesor en cualquier manifestación del arte pues brindó consejos no solo a danzantes clásicos sino a todo tipo de artista en este país.

Por su parte, la presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Gisela González, mostró gran satisfacción de cumplir con este nombramiento un acuerdo unánime del VIII Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

El ministro de Cultura, viceministros, numerosos Premios Nacionales de Cultura, bailarines y estudiantes acudieron a este acto de homenaje al creador de la metodología de la escuela cubana, que trabajó estrechamente con Alicia Alonso y otras figuras universales de la danza.

La más joven generación de aprendices dio muestras de algunas de las cualidades reconocidas del ballet cubano, y los estudiantes Amanda Pérez y Carlos Patricio Revé interpretaron con elegancia el pas de deux del clásico La bella durmiente, muy estimado por el pedagogo Alonso.

Al final del acto cultural, la directora de la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso, Ramona de Sáa, distinguió el trabajo de la joven profesora Yuneysi Rodríguez y de otras maestras de la institución.

La cara visible de nuestro trabajo siempre son los bailarines, pero detrás de cada buen artista hay un buen maestro, recordó esta Premio Nacional de Danza para subrayar aún más la importancia del nombramiento de la Escuela en recompensa a una labor tan digna como el magisterio.
 

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