jueves, 16 de abril de 2015

Una noche decrépita con el Padre Santo: el Muerto de Tijuana en el Bunker. Sala de Concierto

 
 
Fotos: José Luis Sandoval


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Una voz que sale de su propio mundo para sin más ofrecerse sin buscar algo de por medio, quien de inmediato logra envolver  e involucrar  a quien lo escucha a través de esta singular forma de hacer sus canciones.
 
Es lo que ofreció Baltazar quien se despliega como el Muerto de Tijuana, acompañado de su teclado con este sello de esta banda que lo inspira no solo en hacer sus canciones sino en su forma de vestir, Kiss, al compartir sus canciones por segunda vez con su gente potosina en el Bunker. Sala de Conciertos
 
Envestido en negro que se trasmina en su quijotesca figura,  maquillado con pintura color carne, cejas diabólicas pintadas de negro -que cubrían la mayor parte de su frente-, cabello alborotado -negro de la raíz y cano en el resto de su longitud-; alto -aún más altura le daban las botas que usaba al puro estilo de los KISS-, uñas pintadas de diferentes colores, brazaletes, gabardina de cuero negro y un gran crucifijo colgado del cuello, sube al escenario,  no sin antes recibir las primeras plegarias de recibimiento de su grey entre estos gritos, sorpresas de confirmar su presencia y romper con estas habladas entorno a su persona.

Aquí esta el Muerto de Tijuana Cabrones... Grita uno de los asistentes, entre este murmullo, celebración y sorpresa de muchos que habían oído hablar de él y otros confirmar y disfrutar lo sucedido hace casi siete meses en este mismo lugar.
 


Sin palabra alguna, El Muerto abrió los brazos cual Cristo Redentor de Corcovado; al cubrir su cabeza con un velo negro y largo. Para comentar con su voz ronca y algo cohibida que el Muerto de Tijuana ya no existe, sino que ahora es el Muerto de San Luis, el cual es gratificado por el grito unánime de ¡ Muerto, Muerto! de su grey potosina.

Para compartir con todos estos viej@s decrepit@s al hacer sonar las secuencias pre-grabadas de su Yamaha que van llevando bajo el embrujo de estas, al evitar esta vanidad bajo este infalible humor negro, quien ha sabido  también aprovechar el momento para no solo cantar, sino hacer estas gestualidades que nos remonta a su ídolo Gene Simmons, sino también saludar y buscar esta inherente complicidad a  través de sus canciones  inspirada en no solo en aquellas pesadillas que todos han tenido alguna vez, en la marginalidad de  la vida misma, su locura a través de esta singular catarsis y reflexión en estos años que fue evangelista que se concretizan en canciones como: -Satánica-, -Viejo decrépito-, -El Lobo- dedicado para uno de sus mas pequeños seguidores potosinos, el Pajarito, - Rock para satán-, - Helloween-, - Chacalear-, -Vampira-, - Que se vaya al  averno-, -once mandamientos-, -El muerto-, - El domingo-, -Jesús ha regresado (el Nazareno)-, -trauma virginal-, así como ofrecer  a su grey potosina, una  nueva rola- el Foco-.

 
Al compartir entre su plática del origen de sus canciones o de lo que ocurre en el momento, quien también se da el tiempo para chistar, regañar y agradecer a uno de los que lo han apoyado incondicionalmente como es José Luis Sandoval.

Por alguna razón fuera de cualquier lógica posible, se para  frente a su grey en esta pose de Cristo y señalar varios puntos, para ser congratulado con sus gritos o simplemente cargarse de su energía, así como invitar a bailar  bajo el timming de Britney Spears,  beberse de un solo suspiro una chela o decir este cuerpo puede ser tuyo, esto es lo que es el Muerto de Tijuana.

Quien toca sus canciones que le da la gana, ante las peticiones de su grey potosina, hasta le da este lado norteño y se pone su sombrero para cantar y no olvidar sus orígenes terrenales.

Se podría decir que es un performero en toda la expresión de su palabra, pero más bien es la autenticidad y este impulso natural de El Muerto de Tijuana.

Al terminar el show, el Muerto anunció que tenía discos grabados sin más que su logo a la venta, el cual de inmediato se acaban, entre las peticiones de fotos que se toma sin cortapisas, algunas suspicaces fotos que provoca este Muerto de San Luis, la incomodidad de algunos y el respeto de otros más ante este desafortunado ambiente de este irrespeto del desmadre que embriaga a muchos.

Pero que sabemos que al Muerto le vale madres porque sabe que esto es parte de lo que provoca y es parte de lo que lo ha catapultado en estos últimos dos años.

En donde también el potente  e irreverente punk  de Cráneos Rotos y el Pornogrinde de Trikomoniasis o más conocidos como Tumor en los huevos, les toco ser parte de esta voluntariosa manda de ir calentando el escenario para ser parte de esta noche tan especial con el Muerto de Tijuana.

Un Muerto de Tijuana que se despide y pide a Sandoval que lo lleven a su hotel, para caminar y perderse entre el ruido de una de las principales calles de esta capital potosina.

 

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