viernes, 31 de julio de 2015

XV AÑOS DE LA ORQUESTA SINFONICA DE SAN LUIS POTOSI



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Maestro Miramontes ¿Por qué  presentar estos dos conciertos de Brahms? a lo que responde entre esta combinación de cansancio y satisfacción refleja más en sus ojos aunque su sonrisa lo delatara un poco.  "Porque atendiendo al término de capital humano suficiente para hacer un Brahms de muy alta categoría. Dos Brahmses, porque los dos brahmses, porque es un reto en que no estamos hablando peyorativamente el piano mas la orquesta, estamos hablando de una sinfonía que incluye enormemente la tarea desgastante y titánica de una fuerza biomuscular y mental, así como de una capacidad  mental como son los dos conciertos de Brahms, entender, que nos permite

Un Teatro Carlos Amador que va a arropando a aquellos amigos y gustosos de la música de concierto que hicieron toda esta travesía entre la euforia y la alegría de convivir en familia, las citas a concretar o la simple y sincera sonrisa y gritos de los pequeños en estas vacaciones veraniegas.

Si se lleno o no, no importa para esta ocasión, sino más bien es festejar con todo el honor y respeto por sus primeros quince años de diseminar "Buen Música para todos" como lo corrobora su slogan de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, en lo que fue el magistral cierre de esta temporada Primavera-Verano 2015.

Una sala del teatro que en momentos sirvió también como este oasis musical en esta tarde dominguero de verano, en donde toman sus asientos los asiduos a esta experiencia musical y en esperan a que empiece este especial concierto.



Los aplausos del respetable para recibir al Mtro. Miramontes Zapata quien destacó que "ahora quince años lo decimos fácil, al principio nos decíamos que solamente nos van a dar dos años y acaso tres, después de los tres años hay vamos y de ahí creímos que iba a ser de varios años, la orquesta sigue, la orquesta llego a un punto en reconocer su esfuerzo, el esfuerzo de quien son los orquestantes, pues es el paso más importante de estos últimos quince años y de esta última etapa  que hemos vivido con la orquesta,  porque ahora nuestros orquestantes tendrán esta seguridad para el desempeño de su trabajo".

Quien agradeció a la sociedad por "haberle permitido de que la Orquesta ya haya tenga una objetividad; la Orquesta por si misma no hubiera podido sobrevivir por quince años y la sociedad no tiene dentro  sus aspiraciones  a ser mejores culturalmente, no la vamos a hacer nunca, así que debo de felicitar no solamente a la Orquesta sino también a ustedes por el hecho de haber cumplido quince años con la orquesta".



Continua con referencia  a  la experiencia que ha ido acumulando la orquesta no solo musicalmente sino  también "por esta dificultad que seguir existiendo como una institución cultural, como institución representativa de un anhelo, el anhelo de ser los mejores, no es fácil la tarea de la cultura en un ambiente en donde predomina y la contracultura ejerce una presión absoluta a través de los medios de comunicación, pero la orquesta ha sobrevivido a esto y  es más fácil trabajar cuando esta contracultura esta incrustada también en el seno de la sociedad  desde las raíces de la educación y de las raíces de la familia."

Para ceder el micrófono a uno de los músicos  como portavoz de los orquestantes, quien destaco la importancia de los  logros tanto musicales como laborales, así como el compromiso y el profesionalismo de los músicos que representa.

Ahora si a lo musical, no sin antes se le da esta bienvenida al pianista Rodolfo Ritter para dar las primeras notas y decantar este primer concierto para piano y orquesta, compuesto en 1858 por este compositor alemán,  al desplegar su creatividad en tres movimientos: -Maestoso-, -Adagio- y - Rondo, allegro non tropo-.

Un concierto con estos indicios de arrobamientos románticos a pesar de ser uno de sus primeros conciertos para piano y orquesta. En el cual se decanta una personalidad  al estar lleno de estas sutilezas envolventes entorno a  esta exaltación  envuelta en estas caricias sabias y embriagadoras de esta seducción musical, bien entendidas y expuestas tanto por Rodolfo Ritter al piano como bajo la batuta del Mtro. Miramontes Zapata en cuanto a este incesante y vibrante diálogo de la orquesta con el pianista.


Sin lugar a dudas un apasionato pleno es el segundo concierto para piano y orquesta, escrito en 1881, para volverse  la síntesis de este recorrido composicional que va de la solemnidad de Brahms al placer envolvente, cautivador, pulsante y una pasmosa madurez, refleja en esta riqueza de matices y emociones a flor de piel, así como dejarse sentir estas  melodías que denuncian un ligero tinte gitano.

Que irremediablemente nos remite a esta frase atribuida a Beethoven “¿Por qué escribo?. Escribo porque es necesario que salga a la luz lo que tengo en el corazón".

Por lo cual, simplemente  no quedara en una ejecución lograda donde sabemos de antemano que la belleza esta presente para no solamente ser escuchada sino también  para mover el alma con estas emociones pulsadas y proyectadas en este densidad de este potente,  muy sentido y expresivo diálogo entre el piano y la orquesta. gracias  a los tempos:- Allegro non troppo-, - Allegro appasionato,- Andante- y -Allegretto Grazioso-.

Para ser recompensado de este gran trabajo de esta triada musical; pianista, orquesta y director con un extendido aplauso en pie y con bravos por varios minutos, al incidir en regresar a agradecer tres veces tanto  el Mtro. Miramontes Zapata como Rodolfo Ritter,  éste último ofreció como agradecimiento, el encore - Schlummerlied (canción de la ensoñación) del compositor ruso Paul Juon, por cierto, considerado el Brahms  Ruso.

De esta manera, se festejaron los primeros quince años de esta aún joven Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí y en espera de virulizarnos de esta gran sensibilidad artística y que sigan manteniendo su compromiso cultural con la sociedad para el bien de nuestro Estado .

Indudablemente una buena apuesta musical para festejar estos quince años de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, por lo que para el pianista Rodolfo Ritter considero que fue un gran reto interpretar estos dos  conciertos, es un tour de forcé, pero estoy muy contento  porque se hizo de la mejor manera posible".

En cuanto a los retos que conlleva la interpretación de estos conciertos, Ritter Arenas comento: " La duración normal para un concierto para piano es de treinta minutos y aquí cada concierto más de cincuenta minutos. Para empezar la duración del concierto es como concierto y medio de cada uno de ellos y más allá de esto, la música de Brahms es  más difícil que la mayoría de períodos previos, desde Beethoven hasta Brahms es toda una culminación de toda una manera de pensar y de construir la música y, obviamente tocar su repertorio es un reto tanto para cualquier interprete como cualquier orquesta, es decir, nos pusimos todos en un predicamento, es como hacer dos veces un maratón. Si uno sale indemne de uno no sabe si va a salir indemne del segundo".

Quien destaco que también se busca "el mostrar y compartir a la gente de dos de las obras maestras de la música universal como son estos dos conciertos, juntos los dos en un solo concierto, si ayuda mucho".

Al referirse a la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí considero que es" una orquesta que tiene mucho que ofrecer, una orquesta que a pesar de todas las dificultades y que este diezmada al no tener el sus músicos completos como una orquesta filarmónica, al no tener sus noventa músicos, todos tocan bajo la batuta de José Miramontes Zapata que es muy esmerado, pero si es una orquesta que debería de tener muchos más apoyo. Yo me sumo al esfuerzo cuando puedo, por ejemplo en la grabación con Sterling hemos contribuido para que se de a conocer a nivel internacional".

Creo que poco a poco la Orquesta va a tomar el lugar que le corresponde, no es de un día a otro, espero que en unos dos años la Orquesta ya este completa y  ya con el reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional".

Felicidades y salud!!!!

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