sábado, 31 de octubre de 2015

Rescate de obra de Eppens en CU sin fecha



 
Por: Luis Carlos Sánchez
 
La elaboración de más estudios en torno a la situación del mural La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos, que Francisco Eppens montó en 1953 en la fachada principal del edificio de la Facultad de Medicina, ha retrasado su intervención. “Ahorita no puedo dar una fecha como tal, pero se están llevando a cabo los análisis para ver cuándo se realiza esa restauración”, informó Victoria Martínez Gutiérrez, de la Dirección General del Patrimonio Universitario (DGPU) de la UNAM.
 
 
 
La jefa del Departamento de Bienes Artísticos y Culturales de la DGPU, justificó que la obra de mosaico de vidrio compuesta por pequeñas losas precoladas que fueron atornilladas al muro, tiene una situación específica que ha retrasado su intervención. “Es un proyecto que estamos coordinando, lo estamos planeando. La situación en ese mural es muy específica, estamos llevando a cabo una serie de estudios para ver cuál es la situación específica del mural y entonces ya empezar su intervención”.
 
 
 
En días pasados la fachada del edificio, proyectado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, fue rodeada por andamios que serán utilizados por los especialistas para continuar los estudios. En abril de 2014, Excélsior informó que tanto el mural como el edificio sufrían el descuido de las autoridades universitarias. En el muro principal del icónico edificio existía incluso un boquete (hoy ya cubierto) y en el resto del mural eran visibles a simple vista faltantes del material original.
 
 
 
El estado de ambos bienes fue causa de preocupación para Pedro Ramírez Campuzano, hijo del arquitecto proyectista y de Gabriela Eppens Lascuráin, hija del muralista (Excélsior 03/04/2014). Ante la situación, el rector de la UNAM, José Narro Robles, se apresuró a declarar que la obra recibía constante mantenimiento y negó que se encontrara en abandono. Un día después, la Máxima Casa de Estudios informó que después de realizar “una serie de estudios”, había determinado la necesidad de desmontar los paneles que componen la obra mural para llevar a cabo su remozamiento.
 
 
 
La Universidad informó entonces que su estudio había sido elaborado por la Dirección General de Obras y Conservación (DGOyC), el Instituto de Ingeniería (II) y la DGPU, quien ya había autorizado los recursos para emprender la restauración, “Esta última instancia ya autorizó los recursos económicos del Fondo de Mantenimiento Mayor para el presente año, que serán ejercidos por la DGOyC”. En ese momento se aseguró que la UNAM estaba además “a la espera de la autorización respectiva de la obra” por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
 
 
 
¿No existía ya un estudio?, se le cuestionó a Martínez. “Sí existe el estudio, pero lo estamos analizando ahora que podamos estar cerca del mural”. ¿Por qué se trata de un mural con una situación específica?, “Es muy específico por el lugar en donde está localizado, está a la vista de todos y además las condiciones estructurales del propio edificio implican coordinar con muchas instancias como el Instituto de Ingeniería, la Dirección de Obras, la Facultad de Medicina para poder dar un resultado propio de lo que necesita el mural”, dijo.
 
 
En días pasados, este rotativo solicitó a la Dirección de Difusión del INBA información sobre el estado en el que se encuentran los trabajos pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.
 
 
INVERSIÓN PRIVADA
 
 
Martínez Gutiérrez participó ayer en el anuncio de un nuevo subsidio por parte de Bank of America Merril Lynch para dar mantenimiento preventivo a la obra mural mexicana. En está ocasión han sido elegidos 41 murales que se localizan en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, bastión de lo que fue el inicio del movimiento muralístico en México.
 
 
Las obras en las que se trabajará durante los próximos cuatro meses, incluyen 31 murales de José Clemente Orozco, tres de Jean Charlot, dos de Emilio García Cahero y de David Alfaro Siqueiros y uno de Ramón Alva de la Canal, Fernando Leal y Fermín Revueltas. El subsidio, que en esta ocasión se ha mantenido “confidencial” debido a los reclamos que hacen otros países sobre favorecer más a unos que a otros, servirá para proporcionar una limpieza profunda a las obras, restituir faltantes y atacar problemas menores que surgen en las obras con el paso del tiempo.
 
 
La última vez que recibieron mantenimiento los murales de San Ildefonso fue en 2011; en esta ocasión la obra que requiere intervención urgente es El entierro del obrero sacrificado, que Siqueiros pintó entre 1923 y 1924 en el cubo de la escalera del Patio Chico de San Ildefonso, con las técnicas del fresco y la encáustica. En una de las bóvedas que componen la obra se ha abierto una grieta, debido a los problemas estructurales del edificio, que deberá ser rellenada para reponer el fragmento de mural que se ha desprendido.
 
 
 
Marcella Lembert, vicepresidenta de Vinculación Social del Bank of America Merril Lynch, informó que la labor de la institución inició en 2010 apoyando hasta el momento 85 proyectos de 25 países. En 2012 inició trabajos en México restaurando bocetos de la obra mural de Diego Rivera que se conservan en el Museo Anahuacalli, y el año pasado proporcionó un millón de pesos para dar mantenimiento preventivo a los 17 murales del Palacio de Bellas Artes.
              

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