lunes, 4 de julio de 2016

La magia de la edición entre Orfilia, Carpentier y Cortazar



Fotografía del novelista cubano Alejo Carpentier tomada por Paolo Gasparini en La Habana, 1964.


Por: Virginia Bautista



El proceso editorial, el rigor de sus pasos, la calidad de los contenidos y la magia previa al nacimiento de un libro, interesaba profundamente tanto al novelista cubano Alejo Carpentier (1904-1980) como al cuentista argentino Julio Cortázar (1914-1984). Sólo que el primero reflexionaba sobre ello desde el punto de vista conceptual, y el segundo desde la forma y el diseño.



Esto queda de manifiesto en las decenas de Cartas cruzadas que estos dos narradores sostuvieron durante varios años con su editor en México, el argentino Arnaldo Orfila (1897-1998), que serán compiladas en dos volúmenes separados y publicadas por el sello Siglo XXI Editores entre este año y el próximo, como parte de los festejos por su 50 aniversario.



Los dos nuevos libros cierran el proyecto que analiza la correspondencia entre el académico que dirigió el Fondo de Cultura Económica durante 17 años (de 1948 a 1965) y fundó Siglo XXI, el 19 de marzo de 1966, y cinco escritores que con el tiempo se convertirían en los mejores en idioma español.



Al intercambio epistolar con Carpentier y Cortázar, le anteceden los ya publicados Correspondencia 1923-1957. Alfonso Reyes-Arnaldo Orfila de Serge I. Zaitzeff, Cartas cruzadas. Octavio Paz-Arnaldo Orfila. 1965-1970 y Cartas cruzadas. Carlos Fuentes-Arnaldo Orfila. 1965-1979. Ya editado el quinto volumen, la editorial planea ofrecer todos los títulos en una caja especial.



“Si bien sus interlocutores eran completamente distintos, Orfila era siempre el mismo que muestra su olfato de buen editor, su intuición, narra sus criterios y su forma de solucionar los problemas que se le plantean”, afirma en entrevista Jaime Labastida.



Al frente de Siglo XXI desde 1990, hace 26 años, al poeta y filósofo le ha tocado revalorar estas conversaciones escritas a distancia. “Son testimonios importantes e irrepetibles, porque ahora ya ha desaparecido esta forma de comunicación. Y hay que aprovechar su existencia para analizar no sólo a los protagonistas y sus ideas, sino a la época en que vivieron”, dice.



Pasiones entrecruzadas

Confidente, guía, apoderado, amigo confiable y editor inspirador, el argentino Arnaldo Orfila Reynal fue todo eso para escritores como los mexicanos Alfonso Reyes, Octavio Paz y Carlos Fuentes, el cubano Alejo Carpentier y el argentino Julio Cortázar, por citar sólo algunos.



Todos estos literatos, a la postre fundamentales para las letras del siglo XX, ratifican su confianza en Orfila en las numerosas cartas, algunas escritas de su puño y letra, otras a máquina, que le enviaron a lo largo de varios años.



Tras publicar los libros que reúnen la correspondencia entre el académico y químico y los tres mexicanos mencionados, la editorial Siglo XXI prepara ya los títulos que compilarán las misivas cruzadas con Carpentier y Cortázar.



El volumen del novelista cubano Alejo Carpentier (1904-1980), considerado uno de los artífices de la renovación literaria latinoamericana, a partir de su estilo de lo Real Maravilloso, es el que va más avanzado de los dos, detalla Jaime Labastida.



El poeta y filósofo comenta en entrevista que la importancia de las cartas que intercambiaron Carpentier y Orfila durante 17 años, de 1965 a 1982, es que en ellas el Premio Cervantes 1977 describe cómo estructuró, por ejemplo, El recurso del método, una de sus novelas clave publicadas en 1974.



“Ahí plantea qué quiere hacer en esta obra, cómo está formando a sus personajes. Recuerdo que en una frase dice ‘Soy incapaz de inventar, mis personajes toman fragmentos de diversas personas reales’”, agrega.



El recurso del método narra la historia del dictador de un arquetípico país hispanoamericano. El espacio geográfico resulta, sin embargo, una invención particularizada, síntesis de diversos países latinoamericanos, que conforma un imaginario geográfico con el que el lector debe familiarizarse.



“Lo importante es la estructura que tiene la novela, un desarrollo perfectamente coherente, es, en este sentido, un verdadero clásico. Yo creo que Carpentier es el más grande novelista de América”, añade el actual director de Siglo XXI.



Narra que el autor de El siglo de las luces y Orfila eran amigos desde tiempo atrás. “Yo conocí a Carpentier en una cena en la casa de Orfila hacia 1965, cuando éste aún dirigía el Fondo de Cultura Económica. Era un hombre muy sobrio y al mismo tiempo muy cordial. Luego, yo fui a Cuba ese mismo año y Orfila me pidió que me entrevistara con él porque le había ofrecido una novela.



“’Dile a Orfila que cuente con la novela, que tan pronto la termine él la tendrá’, fue el mensaje que envió conmigo. Pero Carpentier era muy riguroso consigo mismo, trabajaba muchísimo, investigaba antes sobre el tema que iba a escribir y no se sentía satisfecho para entregar la publicación hasta que la corregía varias veces y hacía enmiendas”, recuerda Labastida.



Pero, finalmente, don Alejo envió El recurso del método, sobre el que le confiesa a Orfila que tiene una “pequeña querella” por el título con la editorial francesa Gallimard, la que “teme que mi alusión a Descartes haga aparecer el tomo como un libro de ensayos; pero creo que dicho título se mantiene perfectamente en español”, le dice en una carta fechada el 5 de febrero de 1973.



Y, en esta misma entrega, el cubano le ofrece a Orfila nada menos que su famoso libro Concierto barroco: “No solamente pasado en limpio, sino ya traducido al francés, está enteramente a su disposición”.



Las misivas, señala el director de la Academia Mexicana de la Lengua, están en proceso de análisis y revisión, por lo que aún desconoce su número exacto. “También debemos contactar a la Fundación Alejo Carpentier de La Habana, porque tal vez tengan algunas cartas más. Hay que confrontar si son las mismas o distintas y hacer una edición conjunta”, indica.



Respecto a la correspondencia entre Orfila y su paisano Julio Cortázar (1914-1984), Labastida confiesa que se sorprendió al descubrir que no hablaban de los temas que se esperaría, debido al interés que tenía el autor de Rayuela en los asuntos políticos y sociales.



“Uno esperaría que reflexionaran sobre América Latina y la situación que privaba en ese momento con las dictaduras, pero estos tópicos prácticamente no se tocan. La correspondencia está centrada en los procesos editoriales y en los diseños de libros que editaría Orfila”, adelanta.



Siglo XXI publicó de Cortázar La vuelta al día en 80 mundos, El último round y Territorios.


Labastida aclara que las cartas entre Cortázar y Orfila son menos, representan la cuarta parte de las que se enviaron el editor y Carpentier.

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