jueves, 15 de septiembre de 2016

Cocina de la Península de Yucatán, joya gastronómica





María Eugenia Ruiz Novelo, con un terno yucateco, en la presentación del libro. (Israel Leal/SIPSE)



Por: Teresa Pérez


De la cuna de hombres ilustres ubicada en Tekax, Yucatán, nació el amor culinario de María Eugenia Ruiz Novelo, aderezado de aromas, sabores y colores que caracterizan la gastronomía nacional y destacadamente la yucateca.



Recuerda que desde muy pequeña,  en su infancia, antes de llegar el alba, salía de la mano con su padre José Francisco a recorrer todas los días el mercado del pueblo para surtirse de la carne, fruta y verdura fresca para la comida.



“Aun lo recuerdo como si fuera ayer. Cuando llegaba al mercado era una bomba de ingredientes, colores intensos, vibrantes, y una mezcla infinita de aromas y sabores que despertaron a mis cuatro años la fascinación por la comida de mi tierra”, dijo orgullosa.



Después de ocho años de trabajo y de rescatar del baúl de sus recuerdos cada uno de los platillos que aprendió de su madre: Alba Novelo, decidió hacerle honor a su tierra, honor al espíritu y honor a los paladares que gustan de la buena gastronomía mexicana y, sobre todo, a la influencia mística de la Península de Yucatán.



Vestida de gala con un terno yucateco, se le vio feliz, orgullosa, elegante y digna representante de su tierra. Se dijo  afortunada de mostrar al mundo esta compilación de guisos entre los que destacan el relleno negro, mole de venado, cochinita pibil, chin (morcilla de pavo), chiles xcatic rellenos, y la receta de la casa: pavo a la mostaza.



¿Qué fue lo que te inspiró para volverte amante de la cocina?

Definitivamente mi madre, apenas cumplí los 12 años me permitió estar con ella en su espacio, en donde hacía todo tipo de mezclas de platillos exquisitos que presentaba en la mesa para su esposo y sus hijos. Entonces me enamoró cómo disfrutaba  cocinar, lo hacía con tanto amor, con tanto esmero que se quedó grabada en mi memoria porque ella era feliz, disfrutaba lo que hacía y cuando nos sentábamos a comer se le veía en sus ojos que brillaban tan intenso como tan intenso era el color de cada ingrediente utilizado para sus guisos.


¿Cómo la recuerdas?

La recuerdo cantando, ella entonaba siempre una canción muy antigua  “…borrachita me voy para olvidarte, te quiero mucho, también me quieres. Borrachita me voy haaasta  la capitaaal…” y me emocionaba mucho escucharla porque lo hacía con el corazón y ahora la canción que me inspira para cocinar es Aires del Mayab: “rebozo, rebozo de Santamaría, mestiza que baila llena de alegría”… sonrió.


Con el tiempo, María Eugenia siguió los pasos de su mamá. Le gustaba ir de compras al mercado y sentía, dijo, la misma emoción que en la infancia, así pasó a la etapa del matrimonio alimentando a sus cinco hijos con las mejores recetas de familia como lo es el pavo a la mostaza.


85 recetas

Las 85 recetas según dicho de sus seres queridos son un homenaje al paladar y al buen gusto con influencias españolas, caribeñas y libanesas. Hoy este legado que ha plasmado María Eugenia en un libro, es un homenaje a las raíces que la vieron crecer.

Ante más de un centenar de personas en el restaurante Labná, ubicado en el centro de Cancún,  con gran algarabía en su derredor presentó su más grande tesoro, su joya gastronómica como su familia le ha llamado: su libro “Cocina de la Península de Yucatán”.



El evento lo ambientó el trío Voces del Caribe, quienes con emoción entonaron canciones como “Peregrina” y “Nunca”, canciones que hicieran famosa el trío Los Panchos.



Al evento asistieron sus hijos Rangel y Eugenia; sus hermanos, su esposo y nietos, además amistades de la infancia, de su etapa laboral y representantes de la gastronomía como Armando Pezzoti Rentería y Denisse De Kalafe, entre muchos otros.

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