viernes, 21 de octubre de 2016

Sugerente concierto ofreció la OSSLP en el Festival San Luis


                                           Fotografías: Cortesía de  Festival San Luis


Por: Roberto A. Valenciano Capín


Un  recorrido no sólo  por este  amplio espectro sonoro sino contrastado,   aun así sumamente interesante y provocador concierto de la OSSLP en el Festival San Luis,  en el Teatro de la Paz.



Un programa en donde se tuvo el estreno latinoamericano de  las - 6 romanzas sobre poetas japoneses Op. 21- del compositor ruso, Dimitri  Shostakovich, para ser complementado este recital con el concierto para violín y orquesta en re menor K.128 de W.A. Mozart y concierto para viola BB. 128, SZ. 120 de Béla Bartók,  bajo la batuta del Mtro. José Miramontes Zapata.



En donde  se tuvo casa llena en cuanto a los  tres solistas concertantes invitados: El Mtro. Román Revueltas , Edgar Gutiérrez  y  Oscar Pined, violín,  tenor y viola, respectivamente, más  no así del público esperado a pesar de ser entrada gratuita.



Un concierto para violín y orquesta  en su forma cíclica de tres movimiento es consecuencia de su época de transición entre el barroco y el clasicismo, en donde se logra un discurso de gran virtuosismo, meticuloso y expresivo.


El Mtro. Revueltas se dijo estar muy agradecido de  estar aquí  en San Luis Potosí y acompañando  a su amigo José Miramontes Zapata,   "con una gran orquesta tan buena y  me da mucho  gusto también  tener esta experiencia musical".



Comentó que este cuarto concierto para violín lo volvió  a comenzar a tocar este año, después de treinta años que no lo tocaba, "es volver a descubrir la  música con este extraordinario compositor. Mozart es un compositor , la transparencia, la pureza de la forma clásica y la la dificultad mayor de tener que controlar en todo momento  el sonido, el fraseo. Mozart parecer ser la música más natural y más espontánea que hay pero requiere de un nivel de control total y una vez cuando ya tienes este control todavía  encima tratar de transmitir esa naturalidad, de ahí que sea muy muy difícil de tocar".



Destacó que finalmente  "Mozart es un clásico, muchas obras de él la gente las conoce plenamente y finalmente es una manera de transmitir lo que viene siendo una visión del mundo donde hay una pureza en la forma, hay un equilibrio y hay una perfección en donde Mozart es en este sentido es excepcional y de los grandes genios de la humanidad".



Para dar un giro diametralmente, para ser interpretadas  las seis  romanza sobre poetas japoneses del compositor ruso, Dimitri Shostakovich, al respecto comentó el Mtro. Miramontes Zapata.   "El genio de Shostakovich en esta obra radica en como él en su juventud, es una obra que escribe ante de sus años antes de que existiera  la Unión Soviética  y a la Rusia posterior inmediata a la muerte de Lenin en que escribió estas obras, logra de alguna manera interpretar el sentido de los poemas japoneses y como se da esa capacidad creativa como compositor. Pero una cosa que es interesante es el lenguaje de esta música,  si bien es cierto que recurre a ciertas entonaciones orientales pero muy escuetamente, la verdad es que esta en este lenguaje de Shostakovich  que va a conservar pese a la censura posterior y que va a conservar hasta el fina de sus días".



"Es un polifonista muy libre, se considera un polifonista muy libre  e insisto en que los colores del compositor renacentista Gesualdo tiene una influencia muy fuerte  en Shostakovich , la cordica derivada de la polifonia de Gesualdo en Shostakovich  tiene una manifestación orquestal muy interesante y la manera en el trato de las resonancias en el tejido  polifónico pues era realmente impresionante" acotó el Mtro. Miramontes Zapata.






Para el tenor toluqueño,  Edgar  Gutiérrez  comentó que es " un lenguaje totalmente diferente a lo que estamos acostumbrado a escuchar, sin embargo muy bien logrado por Shostakovich que esta basado en poemas japoneses, dos poetas conocidos y los demás poemas son de autores  desconocidos que todo giran entorno a facetas del amor, el suicidio, esta mirada indiscreta y la muerte".



Destacó que a pesar de un lenguaje muy complejo, tiene la  particularidad esta obra es que se hace un ensamble con la orquesta más que ser solista, en donde te van apoyando, además que va con una intensidad  que va uno tras otro, tras otro, tras otro  y no hay descanso, es una obra muy complicada".



Otro giro, cerrar con el concierto para viola y orquesta de Béla Bartók, uno de los grandes compositores del siglo XX, explorador radical del lenguaje  técnico musical, se caracterizó par la frescura de su conceptualizacion de la música tradicional dotando de innovación  y encanto a sus obras.




El joven violista en su primera visita como solista  considero a esta obra como sino es una de las más difíciles escrita para viola junto con el concierto de Sir  Walton, son las dos más complicadas técnicamente y musicalmente tanto para la Orquesta como para el solista, de ahí que incide en afrontar muchos retos. " Yo no había tocado música de estos años de los cuarenta del siglo pasado, esto es nuevo, es  música nueva todavía, no es Mozart".





"Es una obra muy demandante, un segundo movimiento -adagio religioso- es muy intenso pero se podría decir muy apacible en algún momento. Es muy introspectivo pero de ahí se desprende el tercer movimiento que es un Allegro Vivace y eso si es para dar todo, porque es lo último y no es posible que no suene".



Quien dijo sentirse muy arropado por una orquesta maravillosa, todas las secciones son increíbles. " Me siento muy bien recibido y arropado, es como un colchón, no es una pared ahí sino como un colchón que te levante y que siempre está  contigo apoyándote y, pues el Mtro siempre atento y muy acertado en todos sus movimientos, pues nada, no queda otra  cosa que disfrutarlo"



Por su parte el Mtro. Miramontes Zapata consideró  a esta obra como "una reflexión profunda del fin de su vida".

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