lunes, 13 de febrero de 2017

En Wirikuta, lo que está en juego es la vida





Por: Christian García


Los integrantes del pueblo Wixárika, conocidos popularmente como huicholes, continúan con la defensa de la zona sagrada Wirikuta, ubicada en el Altiplano potosino, amenazada por capitales mineros desde varios años.



En el 2009 se otorgaron 38 concesiones mineras para la zona del Altiplano en San Luis Potosí y parte del estado de Zacatecas a favor de la empresa First Majestic Silver, posteriormente se dieron otras 40 concesiones a diversas mineras, los 78 permisos afectan directamente el 70 por ciento del Área Natural Protegida de la tierra sagrada de los huicholes, Wirikuta.



Santos de la Cruz Carrillo, integrante del Consejo Regional Wixárika, señaló que gracias a los amparos que interpuso el consejo no se han realizado trabajos en la zona, por lo tanto las empresas no pueden operar ni pueden usar las concesiones mineras, “nosotros seguimos avanzando con los trabajos en el consejo, en la articulación directamente con los ejidos y también con los habitantes del municipio de Santo Domingo, esto afecta a todo el desierto potosino y actualmente el Consejo Regional Wixárika se encuentra a la espera de que el juzgado tome resolución para efecto de saber cuál será el veredicto de la situación de la minería ”, explicó.



Parte de las actividades que realiza el consejo es buscar las zonas en donde pudiera realizarse actividad minera, “sabemos que las empresas que están demandadas no pueden mover ni una piedra en la zona por la suspensión; y tienen que respetar esa medida cautelar”, indicó.



El área natural protegida abarca 140 mil 211 hectáreas, sin embargo el lugar sagrado es más grande, extensión que se encuentra en la pelea por las empresas y algunos ejidatarios que pretenden “tumbar” el plan de manejo de la zona protegida. Mientras tanto, los amparos siguen su curso, tanto los defensores como las empresas continúan activas en el proceso legal.



Cultura milenaria



Periódicamente los huicholes acuden a tierras del desierto potosino bajo su ritual, en cada centro ceremonial se concentran más de 30 personas; en cada lugar la estancia es en promedio de 3 días.



Con la explotación minera, los afectados directos serán los ejidatarios, sin embargo la cultura milenaria Wixárika se encuentra en una grave disyuntiva, ya que si se destruye este lugar se acabaría la cultura que ha vivido en la Sierra Madre durante miles de años.



“Perderíamos toda nuestra cosmogonía, es ahí donde hacemos nuestras prácticas tradicionales, ahí se funda la esencia de nuestra vida y nuestras raíces culturales; y que el Estado Mexicano permita que se explote la tierra es permitir que se pierda una cultura, es comparar como la “Villa” para los católicos o como la “Meca” de los musulmanes, pero va más allá, para nosotros lo que está en juego es la vida”, explicó Santos de la Cruz, integrante del Consejo Regional Wirikuta.



La cultura de los huicholes se ha extendido a nivel nacional, sin embargo ellos lamentan que otros pueblos prehispánicos han perdido su cosmogonía, sus prácticas, vestimenta y hasta su lengua, sin embargo “si tenemos un tesoro en México, es la cultura Wixárica, creo que el gobierno tendrá que poner mucho énfasis en conservar esto por atención en Wirikuta, ya que se perdería la población pluricultural en el país".



La vida de los huicholes se centra en cumplir con los mandatos de sus dioses, cumplir con la manda tradicional de la peregrinación, venerar a nuestros ancestros en Wirikuta y en otros lugares sagrados como Hauxa Manaka, Haramara, Xapa Wiyemeta y Teekata.



“El trabajo de desarrollo en las comunidades es la agricultura, la ganadería, el arte wirrárika, básicamente estos son nuestros trabajos fundamentales, sabemos que a nivel nacional, en todos los rincones del país, hay carencias, nosotros buscamos la forma de vivir, y la que nosotros implementamos es trabajar la producción del maíz, es la base del alimento fundamental de las comunidades, no exportamos pero producimos para el autoconsumo”, concluyó.

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