sábado, 8 de abril de 2017

Un año más del tradicional:Callejón del Buche



Por: Paola De la Rosa


Desde días antes comienzan los preparativos para una de las festividades más representativas de la Semana Santa, y es el Viernes de Dolores, donde lo principal es la devoción, la manzanilla, el papel picado y la imagen de la Virgen de los Dolores.


A partir de la media noche de este día, comienza la música y la preparación de la reliquia que se les ofrecerá a quienes acudan a visitar el altar que con fe y devoción se hizo para acompañar a María en su dolor, por la crucifixión y muerte de su hijo.


El altar a la Virgen de los Dolores se compone de Manzanilla, una hierba que representa el dolor de la Virgen María, debido a que esta planta con fines medicinales es empleada para aliviar cualquier tipo de dolor; asimismo podemos encontrar las ofrendas con las que fue crucificado Jesús, tales como la corona de espinas, los clavos, el vinagre que se le hace beber una vez que está en la Cruz, una sabana, el letrero con la frase INRI y el mazo con el cual Jesús fue clavado en la Cruz.



Así también alrededor del altar  se pueden observar naranjas con banderas de papel picado atravesadas en la fruta, que representan el corazón de María, dulce y amargo por el dolor de su hijo; otro elemento importante que conforma este altar es la planta de la chía, siembra que se refiere a la vida a través de la muerte, que a su vez representa la espera del día en el que Jesús resucitó; igual es importante incluir cinco vasos de agua de colores que representan las lágrimas de María.


Tradicionalmente todo fiel coloca su altar durante este día a las afueras de sus viviendas, con imágenes y cuadros de la Virgen de los Dolores con más de un centenar de años.



En el centro de la ciudad, se encuentra el denominado "Callejón del Buche" la calle Altamirano en el barrio de Santiago, lugar en el que a lo largo de los años se ha mantenido la tradición de colocar cada viernes de Dolores el altar a María, y en donde decenas de familias que viven en este callejón realizan la ofrenda, obsequiado agua de chía que representan el dolor y las lágrimas de María, un altar que se coloca como manda o por tradición, a esta celebración se suma la música, juegos artificiales y la quema de la pólvora.



Otro de los altares de Dolores que por tradición se coloca y que ya cuenta con gran antigüedad es el altar del Mercado Hidalgo, donde Carlos Galindo Campos, un joven que perdió a su madre, mandó hacer una réplica de la Virgen de los Dolores, con rasgos faciales idénticos a los de su madre, por lo que cada año realiza esta celebración en honor a María y a su madre, altar que es colocado a las afueras del Mercado.


Y como ya se ha hecho tradición, también se encuentra el altar que está instalado en Palacio Municipal, y en algunas otras dependencias públicas.


Con esta ya arraigada tradición, que se ha mantenido a lo largo de los años, se abre el camino para abrir la Semana Santa con el altar de Dolores mediante el cual los feligreses acompañan a María en su dolor.

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