jueves, 27 de julio de 2017

Muere el poeta y filósofo Ramón Xirau, en la CDMX


                                                         Foto: especial


Por: Virginia Bautista


El poeta y filósofo catalán Ramón Xirau Subías falleció anoche a los 93 años de edad, por causas naturales, en su casa de San Ángel Inn, en la Ciudad de México.


El deceso del investigador emérito de la UNAM ocurrió alrededor de las 23:50 horas de este miércoles. 


Murió en su casa, rodeado de su familia.


El deceso del investigador emérito de la UNAM ocurrió alrededor de las 23:50 horas de este miércoles, confirmó Matilde Quijano, amiga de la familia.


Ya llevaba tres años delicado. Los últimos días había desmejorado, había bajado mucho. Y, bueno, pues la edad”, añadió.


“Murió en su casa, rodeado de su familia. Su esposa, Ana María Icaza, no se separaba de él desde hace tres años. No sufrió nada, fue una muerte muy tranquila. La muerte de los justos”.


Quien se considera sobrina de cariño del pensador señaló que el velorio, del también doctor en Filosofía por la UNAM, será en su casa a partir de este mediodía, hora a la que se oficiará una misa.


“Aquí se va a quedar. Y mañana será el entierro en el Panteón Español, pero aún no sabemos la hora”, detalló.


Xirau solía decir que se enamoró de México desde que llegó, en 1939, a los 15 años de edad, aunque se hizo oficialmente mexicano hasta 1955.


"La muerte es dolorosa. Por eso la espero con una mezcla de miedo y esperanza. Esperanza ante esa posibilidad de que haya otra vida", dijo a Excélsior hace tres años.



Condecorado y premiado por los gobiernos francés, español y mexicano, y con más de 40 títulos originales publicados, el también ensayista y editor fue miembro del Colegio Nacional desde 1973; de la Academia Mexicana de la Lengua, desde 1993, y del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, desde su fundación, en 1994.


En una entrevista por sus 90 años, confesó a Excélsior que, en medio de esta vida plena, hay dos pérdidas de las que nunca se recuperará: la de su padre y la de su único hijo, Joaquín Xirau Icaza (1950-1976), quienes murieron jóvenes, en distintas fechas y en circunstancias trágicas.


“La muerte es dolorosa. Por eso la espero con una mezcla de miedo y esperanza. Esperanza ante esa posibilidad de que haya otra vida”, dijo en aquella ocasión (Excélsior, 17/01/2014).

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