miércoles, 25 de abril de 2018

El perdón es un camino tortuoso y de sobrevivencia Ingrid Betancourt


Por Edelmiro Franco. Corresponsal

Bogotá, Colombia.- La escritora y excandidata presidencial de Colombia, Ingrid Betancourt, quien estuvo secuestrada por las desmovilizadas FARC de 2002 a 2008, aseguró que el ejercicio del perdón es una estrategia de sobrevivencia en un camino individual y tortuoso.

En la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), donde es una invitada junto a otras personalidades, dijo que por ningún motivo se pueden justificar por razones ideológicas “conductas de crueldad, de lesa humanidad”, como fue la práctica del secuestro de las exguerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). 

La excandidata presidencial, quien fue rescatada en 2008 en la llamada “Operación Jaque”, invitó en uno de los conversatorios a los colombianos a reflexionar y “cuidarnos de las ideologías”.

Porque la “crueldad, así sea de derecha o izquierda, es la misma crueldad. Matan igual y torturan igual”, subrayó Betancourt en el auditorio principal del Centro Internacional de Negocios (Corferias), sede de la FILBo, uno de los eventos culturales más importantes de Colombia y América Latina.

“Buscar justificación ideológica a situaciones que se dieron no tiene ninguna justificación”, enfatizó ante un auditorio que estuvo totalmente lleno de colombianos que llegaron a la FILBo a ver a la exdirigente política, quien después de ser rescatada por las fuerzas especiales del Ejército decidió residir en el exterior.

En sus reflexiones sobre el perdón y la reconciliación, sostuvo que cuando la víctima se enfrenta al perdón lo hace “no porque uno sea bueno, o porque cree en Dios. Uno se acerca al perdón porque se siente ahogado de dolor, es decir, el perdón se vuelve una estrategia para uno poder enfrentar un pasado muy doloroso”.

“Uno necesita soltar esas personas que te hicieron daño, soltar esos odios, si uno no la sueltas, uno sigue envenenado, uno sigue preso. Por pura estrategia de supervivencia uno empieza a sacar ese sentimiento de dolor que lo agobian y lo agotan. El perdón es una decisión de la voluntad. Es un proceso mental, intelectual", añadió.
La víctima tiene que decirse así mismo: “yo quiero salir de acá, no quiero seguir metido en este pasado y voy a perdonar para poder salir de todo esto que me sucedió (…) Es verdad que el perdón es una cosa muy solitaria y uno no necesita del otro que pide perdón para uno poder perdonar. Es una cosa muy íntima”.

Betancourt puso como ejemplo las situaciones de perdón que se presentan en las familias, cuando algún miembro de ella “ofende, martiriza, daña el alma con situaciones muy dolorosas y uno como familiar tiene que perdonar para no seguir haciendo daño a la familia, porque uno ama a su familia”.

“El perdón es un camino tortuoso, porque cuando uno cree que ya logró perdonar, que ya se liberó, que ya está al otro lado, de pronto llega una palabra, una emoción, un dolor, una imagen y uno no está preparado y vuelve uno a sentir las emociones del dolor”, expresó Betancourt, mientras tomaba un sorbo de agua para seguir con sus reflexiones.

El perdón, agregó, es “como pelar una cebolla hasta llegar al corazón de esa cebolla, hasta llegar a la paz interior de esa cebolla. Digo esto porque el perdón es inferior y de menos calidad espiritual que la reconciliación. La reconciliación es extraordinaria porque lo lleva a uno a mirar al otro”.

Para Betancourt la reconciliación “es estar tranquilo con uno mismo, con el uno y el otro y poder comenzar a cambiar en la vida, pensando en otra cosa. Yo diría que hay veces que uno se puede reconciliar sin perdonar".

"Hay veces que uno sabe que tiene que convivir con una persona, que la reconciliación facilita la vida, que pase lo que pase de ahora en adelante ya sabemos quienes somos, ya nos conocimos vamos a tener cuidado y vamos a seguir cambiando. Muchas veces el perdón no está en nuestra agenda”, indicó.

La excandidata presidencial, en este contexto de perdón y reconciliación, destacó la decisión de las FARC de dejar las armas, convertirse en partido político, acoger y respetar la constitucionalidad de Colombia.

“Colombia está en proceso de reconciliación y de verdad yo les digo que el hecho de que las FARC sea un partido político, me parece muy interesante (…) Ellos están viviendo el momento de la reconciliación y firmaron un pacto para entrar a la legalidad", dijo.

Los dirigentes de las FARC “dicen que se acogen a la legalidad del país, es algo que yo quisiera que muchos colombianos siguieran ese ejemplo. Hay muchas personas que violan las leyes colombianas que se siente por encima de las leyes y siguen actitudes de corrupción y por encima de la Ley”, puntualizó.

NTX/I/EF/DAS/AUTOR16

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