Por: Ericka Montaño y Ángel Vargas
La académica y activista por los derechos de las mujeres Elena
Urrutia, pionera en estudios de género a escalas nacional e iberoamericana,
falleció ayer por la mañana en su casa en la ciudad de México como consecuencia
de un paro cardiorrespiratorio
Desde hace dos años sufría una enfermedad pulmonar que provocó que se
retirara del mundo de la academia. Sin embargo, llevaba una vida social muy
activa, por ejemplo, como conferencista y en presentaciones de libros, indicaron
a La Jornada sus hijos Lena Paula, Sofía y Óscar. Le sobrevive también
su hijo Juan, quien está fuera del país.
Los hijos de la colaboradora y accionista fundadora de La Jornada
expresaron que la investigadora no dejó ningún trabajo pendiente o libro
inédito.
Añadieron que la ensayista integró una biblioteca muy importante de libros
relacionados con su especialidad, así como un archivo personal muy vasto, el
cual está en proceso de clasificación y catalogación por la familia.
La biblioteca de Urrutia, precisaron, ya no está completa porque se han
donado muchos ejemplares a El Colegio de México (Colmex), institución donde
fundó el Programa de Estudios Interdisciplinarios de la Mujer en 1983 y en la
que desarrolló gran parte de su carrera académica.
Hace tres años el Colmex le rindió un homenaje del cual se derivó una
publicación, agregaron sus hijos, quienes adelantaron que se prevé la
realización de una mesa redonda en torno al trabajo de la investigadora, en la
Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (Filey), a iniciativa de la
escritora e investigadora Sara Poot y UC Mexicanistas.
Prolífica autora de libros y ensayos
Elena Urrutia, quien formó parte del Centro de Estudios
Sociológicos del Colmex, es autora de numerosos ensayos, artículos periodísticos
y libros relacionados con los estudios de género, además de que recibió varios
premios y reconocimientos por su trabajo en favor de un mundo más justo para las
mujeres.
El Colmex dio a conocer el deceso de Elena Urrutia vía Twitter, mientras en
la página del Programa de Estudios Interdisciplinarios de la Mujer se lee un
breve comunicado informando también del fallecimiento de la profesora.
Al conocerse la noticia, alumnos e instituciones como el Programa
Universitario de Estudios de Género de la Universidad Nacional Autónoma de
México, el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México y la Comisión de
Derechos Humanos del DF, así como la escritora Margo Glantz, manifestaron sus
condolencias vía Twitter.
María Elena Lazo de Mendizábal nació en el Distrito Federal en 1932 y estudio
en la Universidad Iberoamericana la carrera de sicología.
En su actividad profesional siempre ha estado ligada a la difusión de la cultura, la comunicación y al movimiento feminista, refiere el Diccionario de Escritores Mexicanos del Siglo XX, donde se destaca su trabajo en la empresa cinematográfica Teleproducciones y la adaptación del los cuentos Las vacas, Nuestra Señora, El tuerto y La potranca para la película Raíces.
El Colmex colocó en su cuenta de Twitter una semblanza escrita por la
profesora Karine Tinat, del Centro de Estudios Sociológicos, en la Revista
Estudios de Género, número 165 (http://estudiosdegenero.colmex.mx/pdf/Elena-Urrutia.pdf)
El texto, basado en una entrevista, da cuenta del nacimiento de la
preocupación de Elena Urrutia por la situación de la mujer. Cómo fue que eligió
estudiar una carrera universitaria, decisión condicionada por sus padres a que
fuera
con los jesuitas, pues provenía de una familia católica y conservadora.
Refiere su matrimonio con Óscar Urrutia, de quien tomó el apellido, su viaje
a Bruselas, donde estudió en la Facultad de Lengua y Literatura Francesas, el
nacimiento de sus cuatro hijos y su dedicación a ellos hasta que decidió retomar
la vida académica. Recomenzó en Radio Universidad, por invitación del filósofo
Ramón Xirau, y luego realizó colaboraciones en el diario El Sol. Fue
fundadora del diario Unomásuno, luego de La Jornada y también
de la Revista FEM, al lado de Alaíde Foppa. Elena Urrutia dirigió la
Casa del Lago y el Museo Universitario del Chopo.
En Casa del Lago organizó un ciclo de conferencias sobre la mujer, que dio
como resultado el libro Imagen y realidad de la mujer, que se publicó
en 1975 con motivo de la Conferencia Internacional de la Mujer, y con Margo
Glantz organizó la Conferencia Interamericana de Literatura Escrita por
Mujeres.
En su currículum de 16 páginas se enuncian publicaciones, como libros,
artículos, presentaciones, reseñas, notas periodísticas e investigaciones, así
como los cursos que impartió, su participación en tesis, además de
presentaciones de trabajos académicos como congresos, seminarios, conferencias y coloquios
tanto en México como en otros países.
Una de las últimas publicaciones fue el libro Nueve escritoras mexicanas
nacidas en la primera mitad del siglo XX, y una revista, publicada por el
Instituto Nacional de las Mujeres y el Colmex. Con motivo de esa edición,
Urrutia ofreció una entrevista a este diario, en la cual señaló:
Estas escritoras tienen el valor de las pioneras, quienes abren el camino ante una perspectiva y un panorama de literatura mexicana escrita por mujeres que era muy pobre a finales del siglo XIX. Así como esas escritoras abrieron puertas, la académica abrió el camino a los estudios de género y los derechos de las mujeres.
Los restos de Urrutia serán cremados en Gayosso de Félix Cuevas y
depositados, en una fecha aún por precisar, en la parroquia de la Santa Cruz del
Pedregal de San Ángel.
Mujer de acción y reflexión
Respecto del fallecimiento de Elena Urrutia, el periodista Javier
Aranda Luna expresa: “Pocas feministas de acción y reflexión como Elena Urrutia. Como universitaria animó la Casa del Lago el Museo Universitario del Chopo. Para ella el periodismo radiofónico,
televisivo e impreso fueron un vehículo para divulgar la cultura y
particularmente la literatura hecha por mujeres.
Su causa feminista la llevó a acercarse a personajes tan disímbolos como Benita
Galeana y Susan Sontag, María Sabina y Alejandra Kolontai. Tenía la certeza de
que en una sociedad con mayor equilibrio económico y sexual ‘las mujeres serían
las más fuertes’. Le preocupaba la ocultación de la mujer en el lenguaje, porque
sabía que éste era, es, el principal vehículo de la cultura.
Sería estupendo que las feministas que tomaron su estafeta recuperen algunos de sus ensayos dispersos en varias publicaciones sobre escritoras latinoamericanas. Sería un mínimo homenaje a su memoria y un documento indispensable para conocer mejor nuestra literatura.