domingo, 7 de octubre de 2007

“Erase un tiempo en el orejas largas, de la compañía Apoc- Apoc.







Por. Roberto A. Valenciano Capín.

Con el objetivo de acercar al público infantil a esta expresión dancística, la Compañía A poc A poc Danza, bajo la dirección y coreografía de Jaime Camarena, presentó la obra, “El tiempo en las orejas largas” en el Teatro de la Paz, como marco de las actividades de la XXVII Edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López
Que pasaría si de pronto se presentara en el escenario a una pequeña Alicia que, aburrida, quien sin más se interesa por un nervioso conejo blanco vestido de chaqueta que corre y siempre murmura que llegará tarde sin dejar de mirar su reloj de bolsillo. De ahí que Alicia lo sigue sin premura para introducirse a su madriguera, donde beberá una sustancia que la aumentará de tamaño; posteriormente comerá una galleta que la convertirá en un ser diminuto. Así, pequeñísima. Como un insecto se introducirá a muchos otros mundos mágicos para vivir un sin fin de aventuras.
Para muchos les sonara conocida esta historia, hablamos de la introducción a uno de los clásicos de la literatura Alicia en el país de las maravillas” del escritor inglés Lewis Carroll.
A partir de esta sugerente propuesta literaria, el coreógrafo se arriesga a entrarle a ella desde una óptica muy personal y actual de este clásico literario, al realizar una nueva lectura a partir de la danza de la obra original y volverse una revisión capaz de reinterpretar el ambiente onírico imaginado del escritor inglés Lewis Carrol, para resultar ser una pieza coreográfica dueña de una sorprendente dramaturgia rica y sostenida para el espectador, aunado a una unidad tanto en lo escenográfico como de iluminación.
Un espectáculo dancístico estructurada en nueve cuadros: Imagen y desdoblamiento, El túnel, El milagro del reflejo, La ciudad a la salida, El tiempo en las orejas largas, El gran sombrerero, El té, Tic tac y Vuelta al mundo. Las cuales cautivaron no solamente al público infantil, al usar un lenguaje muy particular de la compañía, aunado a la seducción de una coreografía ágil, divertida y vital. En esta ocasión complementada bajo el sabor musical percutido y rítmico de los Barbatuques.
Los artífices de este suceso son los bailarines: Maura González, Vladimir Souto, Francisco Maldonado, Sergio Orozco, Wendy Plata y especialmente Yuridia Ortega, como Alicia, y Saúl Freyre, como el sombrerero. Quienes consiguen a través de su excelente calidad y delicadeza interpretativa de cada uno de sus movimientos sobre el escenario del Coloso de Villerías.

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