Por Dora Luz Haw
En 2004 se realizaba con un presupuesto de 300 mil pesos y hoy en día cuenta con 7 millones; invitaba a una o dos compañías extranjeras mientras que en los últimos años la mitad de su programación había sido internacional, además, los honorarios para las agrupaciones han logrado ser los más altos del País.
El Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López, es un encuentro que se ha fortalecido no sólo en sus recursos humanos y financieros, sino en su infraestructura, dice satisfecha su directora María González, a unos días de la última emisión de este festival bajo la coordinación de la administración actual.
La promotora llegó invitada por Roberto Vázquez, responsable de cultura en San Luis Potosí, para coordinar este proyecto desde 2005, fecha en la que empezó a marcar cambios radicales que, en su opinión, lo han convertido en la fiesta más importante de la danza en México.
Para comenzar, en lugar de llevarlo a cabo en verano para que coincidiera con la Red Nacional de Festivales, se realiza ahora en otoño para aprovechar la programación internacional de otros festivales.
Se creó un consejo artístico que sesiona unas 7 veces al año, integrado por críticos y bailarines. Estos últimos han ido rotando, pero los primeros se han mantenido en el cargo. Este año está integrado por los especialistas Alberto Dallal, Rosario Manzanos, Cuauhtémoc Nájera e Ignacio Toscano, así como por los creadores Miguel Mancillas y Manuel Stephens.
Parte del gremio ha descalificado la actuación del Consejo por considerar que sus determinaciones han sido 'favoritistas y excluyentes', pero su permanencia ha sido constante.
"Al terminar el festival, el Consejo se va a reunir para elaborar un documento que incluya algunas recomendaciones o sugerencias para dejárselo a la administración entrante", aclara González.
Lograr un mejor presupuesto ha sido una de las vías que ha permitido el crecimiento, asegura. De los 7 millones que ejercerá este año el Festival, dos fueron otorgados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y tres millones se ingresan con recaudación de fondos.
Gracias a esto las compañías, a quienes se les paga dependiendo del número de integrantes, reciben entre 20 y 40 mil pesos por función.
Además, los estímulos se han incrementado considerablemente, ya que mientras que el premio a los mejores bailarines era de 4 mil pesos, ahora es de 50 mil. El premio al mérito académico subió de 10 mil a 30 mil, y el de fotografía que estaba en 2 mil, ahora es de 6 mil.
A petición del consejo artístico, el festival ha querido convertirse en un lugar "digno" para los bailarines, detalla, por ello las compañías cuentan con un mínimo de 48 horas en el escenario previas a la función para que se preparen de mejor manera; se mejoró el hospedaje, transporte y alimentación, y se les invita a llegar de 3 a 4 días antes de su presentación para que no vayan de entrada por salida.
La comunidad ha expresado a González que sentía la programación muy inclinada al área internacional y que hacía falta la proyección nacional.
"Sentía que estaba equilibrada porque era el 50 por ciento, sin embargo me reclaman más fechas, de ahí que este año hayamos preferido disminuir la presencia de otros países en funciones (sólo 3 de 12 presentaciones son internacionales) , aunque la mayoría de los académicos que participan en el programa de talleres son extranjeros", advirtió.
Además del Teatro de la Paz y el Teatro Raúl Gamboa, este año se sumará como un escenario más, el recién inaugurado Centro de las Artes. La explanada del Teatro de la Paz seguirá siendo escenario del programa de videodanza que ofrece La cinematheque de la Danse.
La continuidad que se le dio al festival durante esta administración se debió a la voluntad política del Gobierno del Estado, así como del Secretario de Cultura, reconoce González, sin embargo, no se establecieron mecanismos para fomentar su autosuficiencia o evitar que
el apoyo disminuya en la siguiente administración.
"Pero no es algo que me preocupe. Por lo menos para el próximo año el recurso del festival está etiquetado. Yo gestionó apoyo para el año que viene.
"Creo que su permanencia está garantizada, porque la comunidad y el público lo ven como propio. Nuestro esfuerzo se ha enfocado en dejar muy bien el festival para que quien llegue se sienta seducido, motivado y obligado a seguir haciéndolo muy bien", asegura la funcionaria.
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