Con una alquimia llena de sonoridades emanadas tanto de las pulcras pulsaciones de la guitarra del Mtro. Guillermo Arriaga y la voz cristalina y nítida de la soprano regiomontana Yvonne Garza, agraciaron el Coloso de Villerías con su emotividad y calidez este magnifico y especial concierto, como parte de la temporada 2009 de la OSSLP, bajo la dirección del Mtro. José Miramontes Zapata.
Al darse cita para este concierto, al conjugarse la obra de los compositores; el español, Joaquín Rodrigo y el bohemio-austríaco, Gustav hler. Por cierto obras circunstanciales en su producción musical; el Concierto de Aranjuez y la Sinfonía No. 4, respectivamente.
Un gran hálito contrajo este programa en los potosinos, al tener una buena recepción y casi llenar las dos funciones de este bello espacio, además de ser partícipes en contribuir a favor del Programa de Detección Oportuna de Cáncer Cérvico-Uterino y Mamario, organizado por los Clubes Rotarios de San Luis Potosí.
Una magia que envolvió y volcó su espectro en el escucha desde los ataques iniciales del primer movimiento-Allegro con spirito- de esta famosa obra del compositor valenciano, para desplegarse plenamente la sustancialidad en un segundo movimiento- Adagio-, en donde la sonoridad de la guitarra se dejaba envolver por los matices de melancolía, desesperanza y un tiesto de nostalgia, al plasmar la vibra por la pérdida de su bebé y la situación febril de una guerra civil en su país, pero siempre con la fortuna de dejarse arropar por el sonido de la Orquesta, en un armonioso diálogo musical, cargado de emoción y pasión y terminar en un éxtasis con el tercer movimiento- Allegro gentile-.
Para sin más arrancar un expontáneo bravo y después envolver al respetable que se unió a este sencillo agradecimiento al Mtro. Arriaga por esta sublime interpretación de este obra ícono dentro del repertorio guitarrístico, para volver después de dos agradecimientos y ofrecernos un encore con la pieza de la suite "Platero y Yo" del compositor español, Eduardo Sáenz de la Maza.
Complementa el programa con un hecho trascendental para el quehacer musical local, como es ser interpretado por primera vez en nuestro entidad, la Cuarta Sinfonía en Sol Mayor, de Gustav Mahler, llamada también como -sinfonía Resurrección- se destaca por ser usado por primera vez el recurso vocal en esta sinfonía a pesar de ser la menos arriesgada del repertorio de Mahler.
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