sábado, 22 de agosto de 2009

La ideología del mestizaje, proceso teórico para definir raíces culturales del mexicano


Por: ERICK ALBA


Las tendencias de homogeneizació n poblacional derivadas de continuas políticas públicas que reconocen un 90 por ciento de mestizos y un 10 por ciento de indígenas en el país, "provocaron profundas modificaciones en la conformación cultural, social y étnica del país y crearon un nuevo sistema de relaciones interétnicas en México", según la investigación realizada por Federico Navarrete y dada a conocer por el programa México Nación Multicultural, dependiente de la UNAM.


En las relaciones interétnicas de México, el investigador al servicio del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM señaló que el proceso de imposición de una "ciudadanía étnica" estuvo en vigencia "desde la Guerra de Independencia hasta el triunfo de la Revolución Mexicana", en donde se sumaron varios proyectos y visiones grupales sobre la identidad nacional hasta caer en la contradicción, "porque a la vez que modificó profundamente algunos rasgos del sistema jerárquico colonial, conservó y acentuó otros, porque las relaciones interétnicas que estableció en la práctica distaron mucho de las que definió en la ley y en la teoría".


Lo anterior arrojó el surgimiento de un nuevo grupo, el de los mestizos, que al ser mayoría fueron también una "supuesta encarnación de la identidad nacional", y aunque ese sector se conforma de muchos grupos étnicos distintos, "la ideología del mestizaje lo ha definido como una identidad étnica única y ha pretendido que todos los otros grupos étnicos del país, los europeos, los africanos, los inmigrantes y sobre todo los indígenas deben incorporarse a ella", aunque la permanencia de los rasgos de la cultura indígena y su negativa para integrarse al primer grupo permitió que los mestizos definieran su propia identidad, señaló el autor.


Sin embargo, la integración de individuos indígenas al sector mestizo definió también arquetipos en la mentalidad popular que hacen ver al mestizaje como una alternativa para la superación económica, entre ellos Benito Juárez, Ignacio Rámirez, Luis Guzmán e Ignacio Manuel Altamirano, pertenecientes a la generación de líderes liberales del siglo XIX que se hicieron de control político en el país:


"Su transformación identitaria y cultural se inició cuando ingresaron en los llamadas Institutos científicos literarios, escuelas públicas fundadas por Ignacio Ramírez que daban becas a estudiantes indígenas. En ellos aprendieron a leer y escribir español y se familiarizaron con la cultura occidental y la teoría política liberal, de la que se convirtieron en fieles seguidores y propagadores. Esta educación y la ideología igualitaria del liberalismo les abrieron la puerta del ascenso social y económico, así como del prestigio cultural, y provocaron una radical transformació n en su identidad étnica, pues estos hombres rompieron los vínculos identitarios con sus comunidades originales y se adhirieron entusiasta y exitosamente a la identidad nacional mexicana, definida también por el liberalismo. En estos casos, como en incontables otros que podemos identificar hasta el presente, la educación formal y el ascenso social implicaron un cambio de identidad étnica y transformaron a los individuos indígenas en mestizos modernos".


Pese a esos ejemplos, son mayoría los de indígenas que se integraron al mestizaje bajo condiciones forzadas, como los migrantes producto de la pobreza, del "despojo de tierras y las guerras que convulsionaron a México durante el siglo XIX y se unieron a los grupos de mestizos pobres que trabajaban en las haciendas o que vivían en las ciudades, donde padecieron formas de explotación y discriminació n que no eran muy diferentes a las que habían sufrido como indígenas, por lo que no se puede decir que hayan mejorado su condición social".


Federico Navarrete inserta en ese punto lo que él llama "la ideología del mestizaje", un proceso teórico para definir las raíces culturales de los mexicanos y que dio pie a publicaciones como El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, mismo proceso que en este momento marca que, al menos en México, la mejoría económica y el ascenso social para el sector indígena está condicionado a que "adopten la cultura, la identidad y los valores dominantes".


"Por ello, como suele suceder con los procesos de conversión cultural o religiosa, para que el rompimiento con la identidad anterior (indígena) fuera eficaz, era necesario devaluarla y anatemizarla. La ideología del mestizaje convirtió este proceso individual en una necesidad colectiva y así generalizó la valoración negativa de la cultura y la identidad indígenas. Así como los mestizos habían dejado atrás su identidad y su cultura indígenas, la nación mexicana en su conjunto debía hacer lo mismo".

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