Por. Roberto A. Valenciano Capín.
Solo 104 jóvenes músicos provenientes de las diferentes regiones de Oaxaca y otros estados de que conforman la banda sinfónica infantil Benito Juárez de Oaxaca que dirige atinadamente el Mtro. Félix Méndez García, al mostraron su calidad intepretativa y sonoridad que hicieron cimbrar a las familias potosinas que se dieron cita en el coloso de Villerías.
En su primera vez a estas tierras potosinas, al presentarnos un programa muy ecléctico y extenso que transito desde la música de concierto, para trasladarnos desde la comedia musical, la ópera, el vals, el danzón y sin olvidar su música primigenia, para ser testigos del estreno nacional de un divertimento, dándole un toque especial en esta noche de concierto.
Una gira que comprende el Centro-occidente de esta banda sinfónica, la cual reúne a más de 100 niños, niñas y adolescentes seleccionados de entre las bandas de música de todas las regiones del Estado con miras a ofrecer este tipo de conciertos como resultado del quinto campamento de verano que tiene una duración de 12 días en el cual los cursos y perfeccionamiento están dirigidos por un cuerpo selecto de maestros, muchos de ellos oaxaqueños y atrilistas principales de la Orquesta Sinfónica Nacional y otros organizaciones musicales.
Dio inicio el concierto con la marcha-himno de la Banda Infantil Benito Juárez del Mtro, Abimael Vázquez Toro, para continuar con la suavidad del vals, Sobre las Olas de Juventino Rosas; las torres de oro de Géronimo Jiménez, una intereesante fantasía en torno a las oberturas o piezas operísticas con -el espejo de la ópera- de Theo M. Tobani, los tradicionales sones y jarabes mixes de Rito Marcelino Rovirosa, el estreno nacional del Divertimento para banda del compositor español, Francisco A. bort Ramón, Mi bella Dama de Frederick Loewe y terminar con una inigulable voz como son las 3 danzas oaxaqueñas de Cipriano Pérez Serna.
Un caluroso y extendido aplauso del respetable que se dio cita a este espacio para degustar de esta muestra de este proyecto que no solamente se aborda desde el punto de vista artístico, sino también desde la perspectiva social y aglutina los esfuerzos que se realizan desde la sociedad oaxaqueña, procurando el reconocimiento de la música y de los músicos del estado, así como de las prácticas tradicionales de la enseñanza y coinciden con las expectativas ciudadanas.
Pero no todo quedo ahí, para agradecer el apoyo de los potosinos desde sus atriles por parte del Mtro. Méndez García y sus jóvenes músicos que portaban orgullosamente las vestimentas tradicionales que convergen en todo este rico estado, para regalarnos el inniguable e infaltable himno oaxaqueño, como es el vals -Dios nunca muere- de Macedonio Alcalá para complementarlo después de un hondo respiro y anhelo, para trasladaron de inmediato para echar baile desde los mismos asientos con el tradicional danzón de Nereidas y de esta forma dar por concluido esta sesión musical, para ser nuevamente abrazados por este fraternal aplauso y los bravos que confortaron a este combo de músicos en ciernes.
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