El trabajo puntual de análisis y de búsqueda de herramientas pertinentes en el terreno conceptual, jurídico y de definición de política pública para alcanzar la sostenibilidad cultural, es lo único que nos va a permitir transitar de una manera más acelerada hacia lo que en otras sociedades está ocurriendo.
Así lo subrayó la maestra en antropología Lucina Jiménez al participar en el Seminario de Alto Nivel: Cultura y Desarrollo, organizado por la Representació n de la UNESCO en México y Conaculta, con el propósito de retomar la discusión sobre la relación entre la cultura y las dinámicas económicas y sociales contemporáneas, nacionales y regionales, entendidas en su compleja diversidad.
La especialista en Políticas Culturales, Gestión Cultural y Artes Escénicas, alertó que México está pasando por un momento crucial de definiciones y que de la pertinencia y contundencia para clarificar nuestros procesos culturales dependerá la posibilidad del desarrollo con bienestar social, y sobre todo la posibilidad de que las comunidades generadoras y creadoras del proceso cultural puedan concretar la relación entre cultura y desarrollo.
"No me parece exagerado decir que de esta relación depende en mucho el futuro de México en el escenario de la globalización, porque ahí se mueven fuerzas tensionantes en donde si bien por un lado la industria cultural masiva, y sobre todo la gran industria cultural, tiende hacia la homogenizació n, los pueblos, los movimientos artísticos, las comunidades indígenas y las comunidades urbanas están en una lucha continua por la especificidad, por la identidad cultural y por la generación de procesos de autoconstrucció n de sus culturas en contextos que puedan permitir las sostenibilidad" , apuntó.
La ex directora del Centro Nacional de las Artes precisó que cuando habla de "sostenibilidad" no se refiere a "rentabilidad" , sino a la posibilidad de desarrollo de esa cultura o esa expresión cultural en las condiciones sociales que le permitan sus existencia y su posibilidad de transformació n en el futuro.
"Uno de los grandes problemas que estamos viviendo en la actualidad es que hay una acelerada tendencia hacia la descapitalizació n cultural de México. Mientras a nivel internacional hay un trabajo que apunta hacia la importancia de la inversión en diversidad e interculturalidad, en nuestro país llevamos varias décadas de descapitalización.
"Me refiero a que en una etapa en que la cultura es uno de los sectores emergentes a nivel mundial, incluso en términos de lo que se ha dado en llamar `la economía creativa', en donde la cultura se constituye no en un instrumento sino en un recurso que es posible de ser conectado con el desarrollo, el bienestar, la emergencia de otras fuentes de vida y de recursos, en nuestro país nos hemos quedado un poco anclados en el debate de las políticas culturales, pero también en lo que significa el proceso de valorización simbólica y material de las prácticas culturales tradicionales y contemporáneas" , expresó.
Como ejemplos, mencionó que México no cuenta con una legislación contemporánea respecto a patrimonio. "No tenemos legislación sobre financiamiento cultural, por lo tanto la única fuente posible de financiamiento de la cultura es la vía fiscal, el subsidio; no tenemos una ley de mecenazgo, por lo tanto tampoco está regulado el proceso de la procuración de fondos en relación con los procesos filantrópicos, que en otros países han generado escenarios incluso económicos, porque la filantropía en el mundo se está manejando como un sector económico también, no es solamente un tema de buenas intenciones y nobleza –que sí la hay–, sino que también es un sector económico de la propia cultura.
"Tampoco tenemos una ley de incentivos que permita la canalización y los flujos de diversa fuentes de recursos hacia diferentes sectores, de tal suerte que se generen estos centros de diversidad cultural", indicó.
El punto clave, dijo, es que la condición de desarrollo de la creatividad y la innovación está directamente ligada con las condiciones que tienen las diferentes expresiones culturales tanto comunitarias como artísticas, para poderse desarrollar en un contexto de sostenibilidad.
"En la medida en que no generemos esquemas de viabilidad de las muchas iniciativas culturales que hay por todo el país, entonces hay un agotamiento de los recursos culturales de estas comunidades y un desgaste permanente en los flujos que los recursos culturales puedan tener para beneficiar a la comunidad", concluyó.
MAC México / Distrito Federal
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