Este viernes 19 de marzo
La historia se centra en la joven novicia Hadewijch —nombre religioso tomado en honor a una monja, mística y poetisa del medievo— a quien la madre superiora, al verla entregada a una fe ciega y a un fervor desmedido, ordena se retire del convento. En París, Hadewijch vuelve a ser Céline, hija de un alto funcionario gubernamental. Su apasionado amor a Dios, su rabia interior y su encuentro con los hermanos musulmanes Yassine y Nassir la conducirán por caminos peligrosos.
Bruno Dumont presenta así una reflexión sobre el fanatismo basada en la fascinante figura de un personaje proveniente del cine de Dreyer y Bresson. Así, más que resolver un conflicto, el realizador nos lo plantea. Sobre el filme, ha dicho que “el mal habita en nosotros, pero podemos convertirlo en bien y así alcanzar la gracia. Quería mostrar la belleza de ese amor puro por Dios que es una verdadera maravilla, pero también advertir cómo esa maravilla puede llevarnos a lo peor”.
Nacido en 1958 en Bailleul, Francia, este polémico realizador autodidacta, antiguo maestro de filosofía que hace cine “para expresar mi visión sobre los misterios de la vida”, filmó su primera película a los 38 años, y con ella obtuvo reconocimiento mundial, así como una mención especial del premio Cámara de Oro del Festival de Cannes.
“La humanidad”, su segunda cinta, continuó su línea de cine exigente, complejo y crudo, y en 1999 volvió a triunfar en Cannes, obteniendo el Gran Premio del Jurado y un doble reconocimiento a mejor actor. Para su tercer filme, Dumont abandonó su región natal en el norte de Francia y se trasladó a California para rodar “29 palmas”. En 2006 volvió para dirigir “Flandres”, que también ganó el Gran Premio del Jurado de Cannes.
Las proyecciones de la película se efectuarán a las 16:00, 18:15 y 20:30 horas en
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