Por: Roberto A. Valenciano Capín
En esta ocasión, más bien no se presto para lucir el tradicional vestido de quince años, sino más bien fue la misma música y sus protagonistas quienes le dieron ese acto gozoso al Festival del Son que se realiza puntualmente en las escalinatas del Teatro de la Paz.
Un sueño que surgió de su creadores; Arq. Rodolfo Acevedo, Dr. Chessaní, Armando Herrera y María Teresa en la conducción, para convirtió en un sólido proyecto que ha luchado contra el tiempo y sus circunstancias que ha llevado a al exponer la gran diversidad que converge al son, a pesar de autogestarse dentro del rango institucional cultural.
Una décima quinta edición que sin más se destilo en corroborar y quedar asentada esa fraternidad que converge estas lides musicales de las familias y amigos preocupados por difundir sus raíces culturales de esta grey como lo es; Yoletecuani de David Peñaloza e IsabeL Coronel, quienes exploran el son de tarima guerrerense, las pirecuas y el son de la sierra michoacana con el grupo Purepecha del Mtro. Martínez, desde Tamaulipas, Ramoncito Chávez y el anfitrión del música de la zona media y huasteca del Dr. Chesanni.
Quince años en el cual se ha disfrutado también del son jarocho de la agrupación de Siquisiri, además de ver pasar la batuta a nuevas generaciones de músicos como es el caso de Yolotecuani, en donde el pequeño Osvaldo con su frescura e inocencia se subía la escenario, bailaba o tocaba a su tiempo y ánimos una guitarra, quien el ahora adolescente ya es parte fundamental de esta agrupación al tocar el cajón de tapeo y de esta forma contribuir en la difusión de la música y músicos de la tradición de Tixtla, Guerrero.
Sin olvidar la expontaneidad de bailarines que han deleitado al público con su sabor, alegría e invitar a hacerlo a los propios músicos y el público mismo que ha abarrotado este espacio público, de esta forma darse el fandango en toda su expresión.
O que decir de aquellos alusivos conocidos y distinguidos máscaras o monos que hacen parte de esa parodia a estos ilustres mundo no solo de la política nacional sino internacional a cargo del Dr. Chessani, así como la presentación de la mayoría de sus producciones discográficas.
El humor muy particular del maestro universitario, Ramoncito Chávez quien a través de su divertida versería y su peculiar sentido de ver la vida ha sacado a destajo esas risas y carcajadas de los potosinos, ya sea solo acompañado de su jarana o de su grupo.
Sin lugar a dudas, María Teresa aparte de una amena conducción, le ha puesto la pimienta, al ofrecernos a través de su voz, un selecto repertorio musical de distinguidos compositores y disolver ese congratulado silencio entre grupo y grupo, y hacer más amena esta reunión musical.
Pero es que hablar de anécdotas que se han suscitado en estos quince años no acabaríamos, ya que sin más se agradece el apoyo y su gentileza al Arq. Acevedo, pero no hay mejor forma que en sus propias palabras nos diga en torno a su sentir de stae vals como se bailó.
En la comodidad de su oficina del Museo del Ferrocarril que dirige, fuimos recibidos personalmente por el funcionario para sin más hacer esta pequeña entrevista.
Un festival del son que le ha dejado no solo al Arq. Acevedo Oliva sino a todos los que integran el mismo " muchas enseñanzas, muchas satisfacciones. Primeramente que nuestra música es una música excepcional, que la música tradicional es un elemento de
identidad, un elemento de cohesión social, es un elemento que nos permite no solo el disfrute y el goce estético de lo que es la música, sino también el aprendizaje de com las diferentes manifestaciones musicales, artísticas y culturales de otras regiones se pueden entrelazar en un ambiente de armonía, de respeto y de pluralidad, y que finalmente lo hemos hecho con mucha frecuencia al termino de los eventos en como se conjugan todos estos músicos y todos estos elementos
No hay que olvidar que este festival inicio casi como una vacilada al complementarse con la idea de hacerlo bajo el rubro de una fiesta en donde se pueda escuchar mùsica de otros lugares y que la gente de afuera pueda tener una muestra de la música tradicional potosina
De ahì que en estos quince años se ha reedescubierto que hay gente que viene especialmente de otras ciudades para disfrutar del festival del son. Un caso fue el de saludar el Arq. Acevedo a unas personas que venían de Michoacán a degustar especialmente elfestival de San Luis.
Es destacar que este festival ha logrado romper fronteras al tener la oportunidad de ser expuesto en Querétaro, Aguascalientes y D.F. Aunque no descarta el entrevistado la posibilidad de ser compartido y ser llevado en primera instancia a la huasteca, la zona media y el altiplano, "en donde la gente pudiese disfrutar lo que nosotros en la capital hacemos y un paso importante es quienes vienen y participan obviamente con el gusto de hacerlo pero con una gran solidaridad, porque ha habido años muy difìciles en que el recurso es un tanto nulo; ellos vienen y los hospedamos en nuestras casas en donde comemos y compartimos, pero ellos vienen con la finalidad de poder estar presentes en un evento que también para ellos es un hito porque es parte de su vida". comento el director del Museo del Ferrocarril.
En cuanto a si ha cambiado la visión de concebir y sentir el son el público tanto potosino como visitante fue claro al decir " si tenemos esta gama tan amplia de la mùsica en nuestro propio estado y cuando vemos estas otras manifestaciones es un gusto permanente el saber que los potosinos tenemos esas variantes musicales tan importantes de la región media, la región huasteca y luego la región del centro y luego la zona altiplano en donde pareciera que no hubiera una expresión de música, sin embargo con sus peculiaridades y su influencia del norte y, cuando viene música de otros lugares y que podemos disfrutar y degustar de esto, siempre es una expectativa que siempre estamos añorando".
Al prteguntarle con que son se bailará estos quince años, respondió "con esa rica polifonía que nos hace formar todos estos grupos".
Quince años en que se han congregado proyectos musicales y enteramente familiares que le han dado vida a este festival como es el caso del Dr. Chessani y su huapangueros de Rioverde, del cual también partió esta idea, al conjuntarse a esta hermandad y le han dado vida a este festival el Grupo Yolotecuani de Peñalosa y los Purépechas del Mtro. Martínez, así como el sabor del jaranero Ramón Chávez con su proyecto son Yayoyito sus diferentes invitados que cada año nos sorprende.
Además en estas ediciones se tuvo la presencia de lo más representativo del son jarocho como son el grupo Siquisiri, los parientes de Playa Vicente y Indios Verdes, Chuchumbé.
De esta forma, podemos resumir que el Festival del son es "una cofradía de músicos y de amigos muy rica y creemos que los ganones somos los potosinos porque podemos disfrutar y quedarnos con esa enorme placer y sabor de boca de la música".
Para finalizar, adelanto que para la décimo sexta edición se va a redondear con una producción discográfica que se grabarán con esta cofradía de músicos e invitados, el cual se espera que salga en este año y de esta manera sea "un homenaje a estos músicos y que es parte de esta esencia mexicana" concluyo.
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