domingo, 30 de mayo de 2010

Con "Esbozos" de Germán Jaúregui, concluye la trilogía " el riesgo interpretado"



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Como parte sustancial de presentar producciones originales del Centro de las Artes de San Luis Potosí, se llevo a cabo la conclusión de la trilogía de este espectáculo interdisciplinario denominado "El riesgo interpretado " que converge la conjunción del de danza, música y teatro físico multidisciplinarias con la pieza "Esbozos" del coreógrafo y bailarín español, Germán Jáuregui, al tener como escenario el Coloso de Villerías.

Un trabajo que se conjunta con dos piezas que conforman esta trilogía titulado "El riesgo interpretado";-Pristañ- de la coreográfa rusa, Elena Fokina; y -El Buit- de Laura Arís, las cuales se llevaron a cabo en Febrero y Octubre de 2009, respectivamente.

En ellas se contó con la participación de los intérpretes Virgina Amarilla, Carlos Martínez, Antonio Salinas, Cristóbal Barreto, Víctor Villasana y Eleno Guzmán, a excepción de esta última, al aparecer y sumarse en esta pieza final de dos bailarines potosinos, Tania Ruiz y Adriana Reyes.

Todo da inicio en ese anhelo por ser testigos de emprender el vuelo de ese cisne de papiroflexia que se encuentra al fondo del escenario, pero siendo intercedidos por este grupo integrado por hombres y mujeres van trazando paralelamente en el espacio escénico toda una serie de consecuentados creación de suposiciones para poder entender a través de la conciencia aquello que no se puede comprender en si mismo,como es la muerte, el amor, de ahi que los personajes suplen a su entender estas necesidad de una respuesta a través de poéticos textos.

Surge en primera instancia esa pregunta después de detonarse un texto ¿quién podría resistirse a recordar lo nunca memorizado".

De esta forma desplegarse en tres hálitos; el primero siendo este detonante de sensaciones y energías de movimientos frenéticos, intercalados con una seriación de movimientos a dúo que se reproducen entre las varas de iluminación, donde queda la constante pauta de la fragilidad que es romper con las pautas establecidas, a pesar de la decantación musical en vivo de Alejandro Marcovich.

Una transición que demarca el descubrirse y redescubrirse como seres autónomos, a pesar de la posibilidad e contemplar de estar ahí esos infalibles cánones, con un desarrollo de manejo interesante de energías, sensaciones y hasta quedar plasmada la sutileza de la escencia de la naturaleza humana, que detona en la aprensión del ser como ser, libre dentro de una subjetiva libertad, donde cada acción tomada, cada intentar saltar al vacío que asombra y se asombra.

Es desmontado y desplegado del otrora cisne, para ser utilizado como un lienzo que se dejo planchar de esa incertidumbre a pesar de la contigencia del constante planchado para ir formando una especie de trazos bajo la propia corporalidad de una pintura abstracta, la cual le da esa sutilidad y ese sentido de permanencia, así como cierto carácter y fortaleza que detenta ese sentimiento del compartir el sentir del estar aquí y a la vez desplegar una de las premisas como es el encontrar la armonía no solo con el resto sino contigo mismo, al quedar confirmado al ser desplegado y proyectado la imagen de la Santa Anunciación, para ser disuelta por la sórdidez humana y hallar ese anhelo a través de un libro, el cual es deplegado como esa buena nueva, un aire de hálito que conforta y cuestiona.

De ahí que esta obra corre como un encargo de Eleno Guzmán del cual se construye este proyecto que llega a su fin, después de dos años para conformar esta trilogía con los coreógrafos europeos Elena Folkina y Laura Lís y, ahora Germán Jaureguì.

A pesar de llegar con una gran expectativa de trabajar con bailarines que no conocía, para Germán Jauregí fue un reto a pesar de tener ya ideas claras sobre lo que iba a montar, de ahí que se dedico a conocer a la gente y "es en función un poco de ese diálogo, de ese conocimiento que hemos hecho mutuo con la gente, ellos a mí y yo con ellos en el trabajo, pues poco a poco se han ido perfilando las líneas dramáticas y las ideas que ya traía preparadas, porque ya sabía que teníamos cuatro semanas de trabajo y ensayo".

De ahí que para el coreográfo español este proceso creativo se asienta en estas ideas, las cuales han sido nutridas y tomar caminos que convergen en ciertas líneas detonantes; siendo en primer lugar esa línea que el hombre crea pues a base de la religión o filosofía, "se inventa o necesita para poder entender a aquello que la conciencia no llega a entender como la muerte, el universo, el amor, así como muchas cosas que a través de la razón no las podemos entender. Yo creo que la religión suple esta falta de razón y esa falta de capacidad de entender de una forma racional y lógica, entonces a veces nos apoyamos demasiado en eso y buscamos soluciones, que al final es a veces una especie de prisión; a veces nos ayuda y otras veces no"

"Y era un poco como estos personajes se dan cuenta de ello y deciden abandonar esa línea de pensamiento o de creencia para centrarse en ellos mismos y para decirse no; como dice el último texto -el crear una esperanza tenemos que inventarla, tenemos que crearla, esta dentro de nosotros, de ahí la última imágen de la anunciación, la cual es más allá de la biblia católica, sino es una interpretación más allá de esta, al ser esa la luz que esta dentro de la persona y que esta dentro de nosotros; es el abandonar o el renunciar a algo que el hombre crea por miedo o por aliviar el sufrimiento por falta de razón o de conciencia por entender lo que nos rodea".

Para Antonio Salinas, uno de los bailarines que ha sido partícipes de esta trilogía comento que esta serie de trabajos coreográficos le contrajo un cambio dentro de la perspectiva de mi propia fisicalidad, empezamos con Elena Fokina quien explora todo menos un sentido como dancístico y coreográfico como yo lo tenía estereotípicamente planteado, quien a trabajo con danzas post modernas y teatro físico, pues vivirlo con un montaje y en este caso de ser una ex integrante de la compañía última vez es todo un bagaje y ahora como directora es con su propia estilo se deja ver esta búsqueda. A mí me rompió muchos esquemas personalmente, sobre todo lo que es la fisicalidad y lo que es el código establecido de la danza, de como se enseña aquí la danza en México, en como la enseñamos y como la aprendemos".

En cuanto al segundo trabajo es continuar con ese trabajo en torno a la fisicalidad y en este tercer trabajo que es -Esbozo-, lo que plantea el coreógrafo "es regresar a nosotros mismos desde nuestro propio bagaje corporal, explorar sobre un tema muy puntual que es un poema de William Blake y un poco todo esa problema filosófico de la adoración al otro y de la adoración a si mismo, ha sido un proceso muy interesante".

A la percepción del pùblico de esta obra destaco que le abre un tipo de espectáculo distinto al que esta acostumbrado regularmente a ver, "es interesante que es danza contemporánea en México, es danza contemporánea en Bélgica, es danza contemporánea en Francia, en Inglaterra, en China y no es la misma cosa, la exploración de cada ciudad o país lo hacen los artistas en donde viven aunque no son nativos de esos paìses, pero definitivamente abren opciones dentro del abaníco de posibilidades aquí en México, que es un país que tiene mucho tipo de danza contemporánea desde el teatro físico pasando por los improvisadores, danza moderna,danza neoclásica etc. Me parece que aquí hay otra opción pero no se que tan apto sea para un pùblico conservador de danza contemporáneo no se como lo vaya a pasar, pero estamos con gente que trabaja con un lenguaje con lo plástico, lo visual, desde una fisicalidad que no tiene que ver con el baile sino con otro tipo de exploraciones".

Para la bailarina y coreógrafa Adriana Reyes esta obra le detonó " el sacar un poco de mi identidad, el cual es padrísimo que en cualquier montaje que tomen en cuenta tu manera de ser como bailarín y como persona".

Entre risas destaco que este trabajo lo resume como "origami físico", al platicarnos que uno de los retos fue cuando el director le marcará una escena de llorar que nunca había hecho. "Fue para mi, una escena muy difícil, así como el trabajo y el reto de estar bien consciente de tu corporalidad y un trabajo de fisicalidad, cuando bailas entre las barras, al estar consciente de donde brincan, respetar y compartir los espacios con tus compañeros, lo cual disfrute mucho".

En cuanto a su texto que escribió y forma parte de este trabajo multidisciplinario, explicó que fue dirigido a esa cultura del pájaro que todo traemos, "que hay que quitar capa por capa, hasta quedar tu ser. Entonces trate de dirigirlo tanto a Alejandro-Marcovich- que funge como el reconcialiador de lo que es la cultura y el hombre".

Destaco la bailarina potosina que actualmente las compañías deben ser multiculturales, aunado a ser un gran paso en cuanto a la calidad de los baialrines potosinos y, " que padre que se esta abriendo un puente entre San Luis y Europa".

Un espectáculo multidisciplinario que esperemos transite más allá desde estas tierras del gran tunal.

Una producción del Centro de las Artes y la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí

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