viernes, 5 de noviembre de 2010

Fue presentado el Carillón ante la potosinos



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Simplemente se ha cumplido un capricho histórico pendiente, al ser instalado el carillón en la torre norte de la Catedral Metropolitana Potosina, bajo el referendo de los festejos del centenario de la Revolución Mexicana y, de esta manera cumplimentarse esa espera de cien años entorno a ese sueño fundamentado en la construcción de su torre y traer en su momento 15 campanas armoniosas por iniciativa del cuarto obispo, Ignacio Montes de Oca y Obregón, el cual se vio frustrado su proyecto porque no llegó la maquinaria que las haría sonar y festejar de aquellos potosinos en 1910.

Un carillón que nació tocando bajo la bien amada “acuarela potosina” ante millares de potosinos que se dieron cita para ser testigos de este hecho histórico y a la vez ser parte de los festejos del 418 aniversario de la fundación de la ciudad.

Una noche de gala, en donde la campana mayor que se encuentra en la torre sur, un indiscutible testigo de muchos hechos trascendentales de los potosinos, dio la bienvenida a sus 36 hermanas menores que integran el carillón, con 12 tañidos en homenaje a los doce apóstoles y los 132 años de velación

Una noche que en momentos dejaba permear un aire frío, para sin más realizar una noble plegaria a esta bella construcción religiosa dedicada a la Santísima Virgen María de la Expectación, así como desgranar su lealtad en esa combinación sonora y visual que la hizo cobrar vida y vestir su cantera de mil colores.

Entre los chiflidos y la impaciencia alentada por el frío y la espera, a pesar de temprana y alegre programación festiva realizada por cultura municipal.

De pronto, se terminó momentáneamente la presentación del presidium a cargo de Daniel de la Llera, más entre la impaciencia que el frío, siendo amortiguado por el abucheo hacia la alcaldesa potosina y el gobernador del estado, quien optó por realizar un breve discurso e inaugurar el carillón, más no así a las autoridades eclesiásticas y del Patronato, para dejar que el Mtro. José Miramontes Zapata ordenará el inicio del programa en esta especial ocasión.

Al iniciar con “Música para los Reales Fuegos de Artificios de G.F. Haendel”, Preludio en Sol Meno, No1 de M. Van Den Gheyn y Preludio de la Suite para Cello No.1, BWV 1007 de J.S. Bach.

Para poder disfrutar el tesón y su sonoridad al desnudo del Carillón a través de las piezas; Preludio para Laúd, BWV 999 de J. S. Bach, Piezas para el reloj musical de G. F. Andel, Sonata en Sol Mayor, L. 79 de D. Scarlatti y Largo del -Concierto para Laúd -de A. Vivaldi, Gracioso de la Suite para órgano de G. P. Telemann y Carillón de “Saúl” de G. F. Handel.

Complementando el programa a cargo de la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí bajo la dirección del Mtro. José Miramontes Zapata con el Bourré I y II de la Suite para Cello No. 3 , BWV 1012, la magistral obra de Música Antigua de G. F. Handel y generar la expectación con la Obertura 1812 de P. I. Tchaikovsky entre una lluvia de fuegos artificiales y proyectarse fantasmagóricamente imágenes del extraviado querubín, el carillonista Wyle Crawford en las pantallas dispuestas entorno a la catedral potosina.

Pero no todo quedo entre los gritos y las nerviosas sonrisas bajo el marasmos de repiques y sordos disparos de cañón, dejarse escuchar una hilación de frenéticos acordes emanados del carillón, para después surgir un nervioso silencio entre el desfalleciente humo de los juegos pirotécnicos, se deja escuchar tibiamente el Cielito Lindo a dos manos, haciéndose coro a soto voce en más de uno.

De esta manera, concluye esta gran fiesta de los potosinos en esta circunstancial Plaza de Armas, entre un frío que cala a pesar de la alegría y el júbilo de los capitalinos que llenaron este espacio y de refill ser parte de las actividades de la XIII edición del Festival de Música Antigua y Barroca " los fundadores".

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