Por: Roberto A. Valenciano Capín
A pesar de la cercanía de la alteridad, sin lugar a dudas provoca el comentario irónico y absurdo hasta esa noción misma de suavidad, si levemente reconocemos a la melancolía como la intensificación de la tristeza o su decantación a la indiferencia, el desapego y la apatía, que sin más se vuelve espeso y dulce a la analogía del chocolate
Chocolate, un trabajo coreográfico de Magdalena Brezzo que sin más hipnotizó e involucró en toda esta relatoria de situaciones que retrata con tal maestría la cotidianidad de una pareja joven, intepretado por los bailarines-Tlathui Maza y Flor Garfias- a pesar de la búsqueda de una hilaridad de comunicación esta nunca existe.
Se desprende de lo absurdo, una particular y efectiva escenografía, al constar de una silla y el trazo de una casa-cama, mesa y una lámpara- en la duela del escenario.
A partir del mismo, se propone en desencadenar un entramado de acciones a partir de la búsqueda de acciones como la fascinación, la admiración, la curiosidad y la impasibilidad de una resistencia a partir de la concepción misma de la individualidad de cada uno de sus personajes, a pesar de esos tonos divertidos, caóticos de un insinuado erotismo a través de una interesante dramaturgia del movimiento propuesta por la coreógrafa.
Desde ese ataque desenfrenado de ella de dar besos a su contraparte a pesar de la indiferencia del mismo, con el tiempo ceder y realizar esta automátización del hecho amoroso, así como el sentido de apropiación en la otredad o, la misma falsedad de la comunicación de los cuerpos a través de la misma provocación de la caricia o gesto.
Un chocolate que en momentos desde su propia amargura, se disfruta o simplemente desde su misma dulzura se sufre, en donde la incomunicación posee una consistencia ácida, áspera, su existencia duele y su sabor es amargo.
Sin olvidar esa dosis de humor negro como contrapunto de una interesente seriación de fluídos y dinámicos movimientos que fusionan puntualmente la danza contemporánea con otros argumentos interpretativos, aunado con el diseño sonoro en el cual se dejan escuchar como una lectura paralela, voces en off extraídas de película de Almodóvar.
El estar sentado en una silla al centro del escenario, apuntalado con una luz cenital, saca una bolsa con algo de alimento, ante la llegada de ella trata de esconderlo y dar cuenta de alguna parte quedo a la vista, trata de esconderlo, pero es tarde para detonar una serie de acciones que detona ese otro sentido de nuestra naturaleza humana.
De esta manera, Camerino 4 ha logrado desarrollar un buen discurso dancístico para ser bien recibido en el gusto del público, quienes a pesar de una marcada influencia cinematográfica, así como esa preocupación por el tratamiento de las temáticas actuales bajo ese particular tono de su coreográfa.
"Chocolate", una Obra ganadora del Premio Nacional de Danza INBA-UAM 2006 D.F. México y del Premio del Público Festival Red Serpiente 2007 Morelia, México, se presentó en el Coloso de Villerías dentro de las actividades de la XXXI edición del Festival Internacional de danza contemporánea Lila López.
Al recibir el reconocimiento la Mtra. Brezzo del Mtro. a través del Mtro. Luis Arreguín, integrante del Consejo Artístico del FIDCLL.
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