martes, 13 de septiembre de 2011

Fue presentado su poética "Tránsito" de Claudina Domingo


Por: Roberto A. Valenciano Capín

La joven poeta Claudina Domingo, traza con aplomo su poética "Tránsito" al compartirla a través de esta peculiar travesía-visión, al tener la particularidad que su protagonista es la ciudad de México. En esta ocasión lo hizo en estas tierras potosinas. Teniendo como marco la Sala Francisco de la Maza del Museo Francisco Cossío.

Evento que contó con la presencia de la poeta Claudina Domingo, y los comentarios a cargo del escritor potosino Alexandro Roque. Ante un fiel testigo de esta lectura, un cuadro al óleo del fundador de este museo. El Arq. Francisco Cossío Legarde.

Alexandro Roque expresó a los presentes "así como estos 24 poemas que lo integran tiene ritmo, como cada hora. El atardecer no llega siempre a la misma hora, sino lo que depara en una ciudad tampoco. El diálogo con la historia desde la literatura, el grado de ficción y de documentos que nos lega los que estuvieron ahí y la realidad que se apodera de ciertos pasajes que clasificamos como literatura, son parte de este recorrido que nos invita la autora".

Crónicas de camino y encuentro que conquista hoy la Ciudad de México, a su vez, Bernal-Díaz del Castillo- habla con el Amadís de Gaula y Bernardo con el barroco y los autores peninsulares. Un entramado que parece laberíntico para reconocerse, como el principio de Tránsito.

"Alguien me dijo de este libro es prosa poética, otro dijo no es de perfil quebrado, no terció alguien, es pata de perro, no falta mucho. Se trata en realidad de una propuesta de arriesgarse con la forma con un sismo poético que sienta a leer, nos acompaña".

Y después señaló: "No escribir para un lector modelo es escribir para el más idealizado de los lectores como busca Claudina, el gusto viene cuando ese alguien nos complementa y haciendo así el recorrido de la poeta es disfrutable, envolvente y se acompasan los latidos y los invito a acompañarla".

Por su parte, Claudina Domingo agradeció la invitación a dar lectura de su poemario y apuntar " lo que si sé es crear más que un mapa de la Ciudad de México, una maqueta. Entonces yo quería que esta ciudad tuviera sus múltiples ciudades y me puse un límite por eso son 24 textos y una de estas ciudades que yo consideró necesaria para entender o para sentir la ciudad de México, es la ciudad del temblor del 85 " para dar inicio esta lectura con -trepidaciones-

En entrevista, la poeta y también autora de Miel en ciernes platica en entorno a -Tránsito- como una forma de co-partícipe de esta travesía llena de atmósferas en su andar por sus calles: "Bueno yo creo que hay que tener como la necesidd de ver en ellas otras cosas y de otra forma que puede ser totalmente aburrido, hastiante o cansado, pero yo estuve tratando de armar este proyecto literario, pues me lo tome desde la perspectiva entre deportiva y literaria, de caminar por la ciudad, ir uniendo sus diferentes facetas para mostrarlas a través de la poesía".

Para ir descubriendo junto con la creadora a través de este recorrido. "Justamente por un lado lo inabarcable que puede ser pensar en grandes caminata y por otro lado que es justamente una ciudad múltiple; una ciudad que tiene barrios todavía, aunque ya muy deteriorados en su vida de barrio, la diferencia que es el sur que es tan vegetal, tan amplio en tal forma y el norte que es una melancolía pre-industrial, muy cargada y muy abrumadora".

"Yo creo que más que eso es la capacidad que tiene la Ciudad de México que yo le encuentro no si se si única en el mundo pero que me llama más la atención es que la vida se resiste a la muerte. Entonces entre los edificios acabados o derruidos hay siempre una planta siempre saliendo del edificio más alto, de un par de columnas, saliendo muschos gatos y por otro lado, la gran cantidad de indigentes viviendo en la calle, resulta ser que la calle es una calle muy poblada en todos los sentidos, hay muchas actividades en la calle, hay gente que vive de la calle. La calle tiene ojos, la calle no es como un espacio que camines a solas".





Entonces hablamos que esta poética rescata esas sensaciones, emociones que se han perdido o en su momento se olvidan en la vertiginosa cotidianidad de la Ciudad de México.

"Si claro, creo que además es un poemario obviamente es la calle la ciudad es vista desde la calle, la calle como un centro, por eso también se llama tránsito, porque es son los apuntes de un poeta que es un trausente, de un trausente que se vuelve poeta".

En cuanto a los riesgos de yuxtaponer imágenes de una historia personal con una historia histórica, quien en su infancia la pasó en Villahermosa, Tabasco.

"Fíjate que el proyecto originalmente hace diez años yo quería escribir este libro y lo que había estado escribiendo era cosas de por si muy adolescentes y bien ilusorias, sucede que los poetas más jovénes escriben como viejos y queremos imitar a Rimbau como si fueran novedades y queremos imitar, como si estuvieramos redescubriendo las grandes lecturas, redescubrir el modernismo, eran poemas muy vacíos, pero la forma que yo encontré ya al madurar el proyecto para hablar, para dialogar con la Ciudad de México era desde el punto de vista personal; desde el punto de vista íntimo hacerlo".

Podemos hablar que vas construyendo o proponiendo nuevas rutas de tu poética hacia el lector.

Aun cuando no pensó inicialmente en un lector agrega: " Finalmente en un sentido físico yo delimite las rutas como yo quise, de forma muy arbitraria pero que obedecía a que en esa ciudad que de alguna manera es más una maqueta que un mapa estuvieran representadas en esta maqueta de la forma más verídica, lo más exacta posible, que tuviera su barrio, tuviera su sur, su norte, su chapultepec, su centro histórico, su ciudad del temblor, virreinal, que tuviera todos estos elementos. De ahí que las rutas que yo les puse al texto y al proyecto era para abarcar toda esa multiplicidad de ciudades".

¿Crees que hay un involucramiento inmediato o cierta complicidad al lector con este poemario?.

"Hijole, yo creo que eso lo debería responder un lector. Más bien yo les tiendo el primer texto para que se acostumbre a la poética, el cual tiene alma a pesar de ser un texto largo también, pero también es para acostumbrar al lector a este asuntos de los paréntesis y de las comillas, así como el ritmo que tiene el poemario".

A partir de entrar a ese primer texto del poemario considera que el libro no es dificil, "pero si intenté hacer esto para que no ser un poco de primera entrada escabrosa la composición en la página".

Entonces hablamos de una invitación a disfrutar o por el mismo hecho solamente a sentirlo.

"Me han dicho que tiene un poco de barroco, que no es demasiado. juzgo que no es demasiado porque yo no quise hacer un libro barroco. Tampoco quise hacer un libro hermenéutico, tampoco quise ser un texto caótico. Así que yo creo que depende mucho del lector pero yo juzgo que una vez entrando en el libro a través del poema se puede llegar al último, desde adelante puede ser desde cualquier punto, en dirección de las manecillas del reloj".

A pesar de no asombrarse por los poemas plasmados en el libro, considera que, "me gusta" dice tajantemente, pero ante al cuestionarle de ofrecerle una nueva relectura del mismo dijo: " no me ocurre que había textos que no me convencían y ahora me gustan, así como hay textos en que les tenía mucha confianza y ahora me parecen un poco frágiles".

En cuanto a esa neurosis humanista se refiere como:" una manera de decir que finalmente uno pretende cosas, resolver un conflicto emocional, espiritual, personal o metafísico, pero finalmente uno termina queriendo abarcar o intentar comunicarte, en algún momento si terminas por querer resolver el conflicto hacia los demás no para ti, a eso me refería a esto".

Actualmente se encuentra escribiendo un libro de crónica, "del cual no he querido desmembrarlo, porque tengo algunos textos ya terminado". El cual espera terminarlo de escribir para Febrero del 2012, más el proceso de publicación está por determinarse, al considerarlo que se les escapa de sus manos y "es como metafísica para mí".

Claudina Domingo nació en la Ciudad de México en 1982 y es autora de Miel en ciernes (Praxis, 2005). Ha colaborado y escrito artículos literarios para El Financiero y reseñas para el suplemento Laberinto, del periódico Milenio Diario, y parte de su obra está incluida en la antología 20 años de Poesía. Jóvenes Creadores del FONCA (Conaculta, 2010).

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