jueves, 1 de septiembre de 2011

Moisés Vega; una particular concepción de la poesía


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Dos imágenes nos remiten a lo que Moisés Vega nos remite a esta vocación creativa; el poema que remita al público concisas imágenes y patente la firma en la poética nacional . De ahí que el entrevistado y bajo el propósito de la publicación de su segundo trabajo - memorias del cuerpo- editado por Tierra Adentro se presentó y a la vez contó con los comentarios a cargo de los poetas Stephanie Alcántar y Nino Gallegos en el espacio cultural del Museo de arte “Guillermo Ceniceros"

En la tranquilidad de un patio interior que da a un jardín, refrescado por una lluvia que se dejo sentir sobre esta cálida ciudad. Displicentemente Moisés prende un cigarrillo, le da una corta y proseguir con otra larga aspirada para dejar que se desmembre el humo en el aire; se acomoda su bonetin gris y el poeta sinaloense nos va revelando su sentir a partir de considerar sustancialmente vital el compromiso de su trabajo en buscar ser ese vehículo expresivo certero. "Yo creo que en eso puedo resumir la poética de este libro en particular -memorias del cuerpo-, que obedece a inquietudes bastante de momento y de lecturas también de momento".

Mientras tanto, los grandes cuadros de colores ocres detentan esa infalible búsqueda del equilibrio trazado por el pintor duranguense Ceniceros. Hacen mutis, solo observan y se vuelven en cierta complicidad.

Un título del libro muy sugerente, muy provocativo y... "sí, bastante curioso porque yo no quería este título. Yo pensé titular el libro como Namasaga que es el último poema largo que viene en el título, pero Mónica Nepote directora editorial de Tierra Adentro me dijo nos vamos con Memoria del cuerpo, porque también en Namasaga toma en cuenta esta parte y describes esta parte erótica del cuerpo y de la mujer, por eso Memorias del cuerpo".

¿Cómo se da ese equilibrio de la belleza y la destrucción que se permea en este poemario?.

"Yo creo que no es necesario equilibrarlo, la belleza no puede ser otra cosa que la destrucción. Pensarlo de otra manera, pensar la belleza como el mundo rosa ya que como poetas de este siglo esta rebasado, ya no lo podríamos pensar así".

Ante una inmediatez de esa lectura de Elizalde y Bonifaz Nuño se sigue esa hilación inspiracional en tu poética.


"Por supuesto, por ejemplo con Lizalde el libro que más admiro de él es -El tigre en su casa- que maneja esta poética de lo ácido, de la destrucción, de lo amargo; sin embargo logra a partir de manejar versos impares, el 11 y el 7 darle una sonoridad y una calidad muy especial, no quiero decir que innova, pero es quizás cuando ver en el mismo sentido la destrucción y la belleza, la parte sonora de los versos impares de la silva con el tema que es ácido".

¿Cómo ha sido ese acercamiento de tu poesía con esos posibles lectores ?

"Bueno yo creo que la nueva generación de poetas no está escribiendo una poesía para acercarse al público o la gran masa, precisamente porque parten a raíz de una sudamericanización de la poesía con influencias de Eduardo Milán, que es uno de los poetas concretistas en Brasil, que dicen que hay que vaciar de significado el poema".

Se reacomoda en la silla y prende un cigarrillo, ahora las bocanadas son más prolongadas para proseguir en su comentario.

"Yo trato de darle un poquito la vuelta a esto y escribo una poesía que es cercana a la gente. Mi propuesta no es ser original, no es ser innovador, mi propuesta es decir bien las cosas, por eso el vehículo es expresivo tiene que ser expresivo y certero".

Acota: "Quien no sabe dictar en literatra no sabe literatura, de ahí que hay que ser económicos".

Entre el discurso entre las nuevas generaciones de poetas en contra de la tradición lírica mexicana en la que de alguna manera no esta de acuerdo, en donde se hablan mucho de que se lee en demasía a Ramón López Velarde, Bonifaz Nuño, Eduardo Lizalde, Alí Chumacero se dijo no estar de acuerdo. "Yo creo que la antología que crea Octavio Paz con José Emilio Pacheco y Homero Ardjis que se llamó poesía en movimiento; la nueva generación de poetas se decanta por una poesía experimental, el poeta joven lee mucho a Gerardo Déniz que lo siento que es el gurú de los no poetas".

Reconoce aun así que le gusta lo que escribe el también llamado gurú de los no poetas, Déniz, pero no se siente cercano a esa tradición de la experimentalizacion que es ya es planteado en su momento por Octavio Paz o quizás algún libro de David Huerta como lo es- incurable-.

De ahí que abogó Vega por rescatar las lecturas tanto del poeta zacatecano Ramón López Velarde, Bonifaz Nuño, Eduardo Elizalde y entre la memoria resurge otro poeta que no se ha leído y estudiado lo suficiente como es el sonorense Abigail Bohórquez.

De ahí que a partir de una relectura crítica y que esta abogue por esa evadir esa apremiante desmemoria. Ya que es incongruente no entender el presente sin conocer el pasado.

"No podemos partir de cero, no podemos borrar de un golpe de los que han dicho los otros"sentencia.

Retomando al poeta Abigail Bohorquez, para el joven vate mazatleco le contrae el inicial asombro por el manejo coloquial de la lengua, "más allá de ciertos aspectos de su condición como homosexual, lo que me conmueve es ese manejo doméstico, cotidiano de la lengua, es decir de lo que te te dicen en la calle, es lo que dice Abigail"

Dejándole como enseñanza el manejo de ese lenguaje y la afrenta como punto de creación de "esos territorios rechazados por las nuevas generaciones, el territorio de la infancia, el desamor, la mujer y la sexualidad".

"Yo creo que en el siglo primero se sentía el amor como se siente ahora, yo no entiendo este rechazo. Somos los mismos, no somos de Marte, no somos máquinas, por ahí de repente me encuentro con algún manifiesto de Eduardo Tizelli a partir de una de lectura que hacen unos poetas el 30 de Junio en la ciudad de México, dice Eduardo que la carga de humanismo sostenida por la poesía ya no puede ser soportada".

De ahí la reflexión entorno a esta premisa, para responderse. "Si ya no somos humanista ¿cuál es el sentido del poeta?, ser máquinas, porque lo dice Eduardo, - que las máquinas hagan poesía y nosotros-los poetas- nos dediquemos a vivir ".

En estos tiempos actuales, podemos considerar al poeta como un aliviador, alentador o provocador en su momento.

"si por supuesto, claro a partir de tocar temas que tú vives, de tu vida diaria, claro sin olvidar velar el lenguaje y saber manejarlo".

¿Qué tan difícil es la recepción para esa dualidad de lector/escucha de un poema de largo aliento?

"Yo creo que se esta haciendo actualmente mucho poema de largo aliento.Sin embargo este poema que esta dividido en dos poemas de largo aliento que conforma memoria del cuerpo y que intitula el libro como Nagasama, pero son poemas fragmentarios en realidad".

Agradeció la invitación al Instituto de Cultura de Durango por realizar la presentación y lectura de su poemario, "ya que en Mazatlán de donde soy no tenemos la oportunidad de estar haciendo estas presentaciones".

Así como recomendar el estudio y la lectura de Abigail Bohórquez, al citar que falta una edición de sus obras completas y ya en la cuestión de su trabajo poético esta con el compromiso de publicar su tercera plaqueta de poemas que realizará gracias al haber obtenido la beca FECA en el rubro de jóvenes creadores que ganó en este año en su tierra.

Moisés Vega (Mazatlán, 1982) es egresado de la Academia Estatal de Artes Francisco Martínez Cabrera. Sus poemas han aparecido en las revistas La otra, Literal, Politeia, entre otras. Ha realizado performance a partir de la obra de Gilberto Owen, Jaime Labastida, Eduardo Lizalde y otros.

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