viernes, 30 de septiembre de 2011

"Nada es para siempre" de la dramaturga Verónica Bujeiro, fue presentado en tierras potosinas.



Por: Roberto A. Valenciano Capín

Como parte del convenio entre Editorial Tierra Adentro y la Dirección de Cultura Municipal se presentó la dramaturga Verónica Bujeiro con su libro" Nada es para siempre" en la Sala de Cronista que se encuentra en el Centro Cultural Municipal, en donde compartió comentarios con el también dramaturgo, actor y productor potosino, Edén Coronado, así como tener invitados a los alumnos de la Secundaria No. 79, turno matutino.

Una dramaturgia que sin mas nos expone ese visión muy particular de ver lo que acontece de la malograda política mexican, de ahí que surge este libro que converge en dos obras que le da título de la dramaturgia originaria del Distrito Federal.

A través de un interesante diálogo entre Coronado y Bujeiro fueron desentrañando desde su propia perspectiva de lo que conlleva este devenir creativo dentro de su quehacer que es la dramaturgia, así como crear ese puente de acercamientos a través de preguntas puntuales en donde estos jóvenes estudiantes conocieran la importancia de la dramaturgia y como la importancia de este libro.

Ya en la tranquilidad, tuvimos la oportunidad de platicar con Verónica Bujeiro, quien además impartió un interesante taller de dramaturgia y esto fue lo que nos comento:

Muchas gracias por tu tiempo. Estas dos obras fueron escritos en farsa y ¿porqué no en la realidad o el melodrama mexicano?

"Pues es un punto de vista definitivamente quererlo hacer farsa, en realidad el tema podría ser una tragedia, pero creo que parte de este mensaje que hemos recibido siempre en particular para esta obra que trata temas políticos, de este mensaje de la política que nos dicen que si pero es no. que cuando dicen que esta muy bien es que esta muy mal. Entonces ese juego de la doble significación por así decirlo, es lo que a mi me da pie para la farsa".

"Después de escribir la obra me di cuenta el señor Carlos Marx que la historia sucede una vez como tragedia y otra vez como farsa, bueno me dije, eso se adecúa a México de una manera espectacular, primero vivimos la tragedia y después como que nos queremos reir de eso y decir ya pasará, ni siquiera pasará. De ahí que es punto de partida al título del libro-Nada es para siempre- ".

Consideró Bujeiro Ortega que es muy difícil que la dramaturgia retome estos temas políticos. "Es complicado hablar de la política porque tememos a adoctrinar, no queremos a adoctrinar. Para mi me fue complicado. Yo tuve que vencer mi propia apatía para decir si quiero hablar sobre este tema desde este punto de vista, que sea lúdico y que la gente se identifique con eso. Pero creo que en este sentido no todos los dramaturgos hablan de temas políticos, yo creo que más que nada hay un temor a la doctrina, a caer en lo panfletario".

¿Cómo se dio este proceso para no caer en lo panfletario?.

"Pues yo tenía muy claro que ninguna de los tres contendientes más grandes me interesa, en el sentido de que es una feria de remate, no solo te intereses por el poder y no por los que prometen y, en ese aspecto era centrarme en los defectos de todos y yo pensaba que era por ahí, podría no adoctrinar y demostrar que más que nada es una lucha por el poder, es una ambición enferma por el poder más que otra cosa, pero también fue difícil porque habia ciertos tratamientos que yo tendía hacia lugares y otros que no necesariamente, pero que hay que estar manteniendo el balance".

¿Cómo ha sido la reacción de áquel que ha visto como puesta en escena y aquel que solamente lo ha leído?.

" En la lectura, lo ha leído gente que entiende la metáfora, que dice que estas hablando de los partidos políticos, que no les es del todo claro, sienten como que hay algo que los identifican como mexicanos; en ciertas lecturas hay gente que lee completamente como lo que es y me agrada eso de que haya varias lecturas. En contraparte en la escena había unos acentos más puntuales de que era, de todas maneras había la duda, igual la reacción ha sido desde el estereotipo de lo que yo me base no es efectivo, esas son las críticas teatrales. Pero aun así tuvimos muchísimo público el director y yo estuvimos emocionados, en ese sentido creo que la gente esta recibiendo algo y encontrando una especie de comunión, porque el teatro es comunión, más que nada la comunión de decir allá arriba esta la feria de remates y nosotros que, que aluden al público y no tiene la posibilidad de hacer nada, como es la sociedad mexicana que no hacemos nada".

Al ser cuestionada en base al título de su libro, "¿de verás nada es para siempre?, ¡vamos a dejar que nada sea para siempre!, en el sentido de que si es nada es para siempre pero siempre se repite". Para quedar ese hálito de una posibilidad de una especie de catarsis.

Entonces podemos referirnos a que esta apatía puede incidir a cierto visos de optimismo, a lo que expresó. "No sé si haya optimismo en la obra, como la cerrada Ginés era bastante trágica, pero creo que en el optimismo esta en que la gente salga con ese cosquilleo de esta historia ya la vi pero esta historia la estoy viendo otra vez ".

Nos platica la dramaturga que prefiere salir de lo convencional, tejiendo historias donde pueda explotar sus conocimientos sobre lingüística, a través del lenguaje escénico que esta historia fue concebida para el 2006 y a pesar de que estamos en el 2012, se pregunta al decir ¿cómo?, aunque aclara que no le gustaría que esta obra se volviera atemporal," porque los hechos no me parecen algo que tengan ese tono optimista, pero a mi me sorprende que se haya mantenido".

Tanto esta obra citada como- Me falta aire- formarían parte de una trilogía que inició su devenir en el 2004. "Bajo el plantemiento de un partido que nos gobernó setenta y cinco años estaba apestado, esa es la palabra, entonces están situados todos los personajes muy icónicos de ese partida, están ubicados en un basurero y están buscando como revivir. Esta basado en todo el discurso del PRI, el nuevo PRI".

Continúa: "De ahí que esta clase política regresa como un monstruo, vigorizada con todas sus fechorías regresa como un monstruo, no sabemos y "yo esperemos que no sea profesía" entorno al comentario que le fue hecho por una reportera que esta obra habla de lo que pudiera ocurrir en el 2012".

Destacó que a pesar de la ruptura social de la izquierda y la derecha en el 2006, "eso es de celebrarse; hay optimismo en ese sentido". Aunque comenta que nunca había visto a la sociedad tan dividida, tan polarizada, "eso ya es un buen indicativo, pero luego volvimos al retargo, después del 2006, 2007 y el 2008 y otra vez estabamos iguales y, este año vamos a recibir lo que viene como si nada, ya lo estamos dando por hecho,volvimos al retargo y eso es terrible".

Convencida que el teatro exige ética, comenta que uno de los personajes sustanciales y motores de esta obra sin lugar a dudas son los niños. " Hay una figura muy importante en Nada es para siempre que son los niños de seis años, esos niños que están basados en una cita que encontré en un periódico que decía que el mexicano es un niño de seis años, por eso eramos tan vitales y por eso perdimos la memoria tan fácilmente y, nos volvían ha engañar como si nada porque nunca crecían; por eso a esta edad los niños tan presenten y tan ausentes, nunca los vemos en la obra. Son sus promesas de campaña y a la vez son el pueblo que jamás ven, el pueblo que se les pierde y regresa muerto, y ahora dicen que vamos a hacer con este cadáver, ese cadáver que cuando lo escribí no tenía esa violencia el terrible sentidoque tiene ahora".

Es necesario que se siga escribiendo dramaturgia sobre cuestiones políticas.

"Siempre es válido, en el sentido de la dramaturgia porque vive y porque son personajes tridimensionales que deben de tener un correlato muy fuerte con la realidad, siempre es válido que exista, no hay mucha gente que le parezca porque temen; pero hay gente como David Olguín, él ha tratado demasiados temas desde su forma alegórica y poetica como son -los insensatos- que nos remite a la Castañeda-centro psiquiátrico- y esta nave de los locos que sigue siendo este país".

Dramaturgos como: Flavio González Melo o el mismo David Olguín se destacan dentro de este devenir creativo.

Apunta: "Yo crecí y parece que Edén Coronado también, ya somos una generación dedicados a... No somos autores de una sola obra, seguimos trabajando sobre la marcha y que hay que decir de los de arriba, son nuestros maestros y muy respetado".

De ahí que se definen como una generación que no se deja intimidar por lo que quieran de nosotros, pero cuando quieren de ti son bajo los parámetros muy clásicos, para aclarar no somos tercermundistas".

Consciente y crítica que no hay mucha apuesta literaria de su generación. "Aunque no le guste mucho utilizar la palabra experimentación, apunta que si no hay un huída pero si una búsqueda hacia otras formas y eso parece que habla de la vitalidad de la dramaturgia".

Es egresada de la Licenciatura en Lingüística de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y del Curso de Guión Cinematográfico del CCC/Conaculta. Finalista en 2002 del Primer Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo. Ha sido beneficiaria en 2003 y 2005 del Programa de Estímulos a la Creación Artística del Imcine y perteneció a la generación 2005-2006 del programa Jóvenes Creadores Fonca/Dramaturgia.

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