viernes, 21 de octubre de 2011

Dos aportaciones bibliográficas duranguense ¨narrativa póstuma¨y ¨cancionero durangueño* dentro del ciclo´las letras de revueltas

Por: Roberto A. Valenciano Capín

Victoria de Durango.- Dentro del marco de Las Tintas de Revueltas, fueron presentados dos importantes documentos que contribuyen a enriquecer la historia de Victoria de Durango, éstos son: “Narrativa póstuma” del gran escritor mexicano de origen durangueño Antonio Estrada y el trabajo de investigación ¨cancionero durangueño¨del investigador Antonio Avitia Hernández.

Teniendo como escenario el jardín interior del Museo de Arte Moderno Guillermo Ceniceros. Dio inicio esta presentación con la intervención musical del grupo ¨Flor y barro¨ deleitaron al público con un canto cardenche y llanero y complementar esta primera intervención el corrido de Regalado y de Tolentino.

En un tono cuestionador, uno de los integrantes de Flor y Barro comentó que es sumamente importante estos documentos, tanto como músico y ciudadano, al ser un regalo tanto para aquellos que nos dedicamos a la investigación de la música en Durango como de la población en general interesada, ya que debería de estar lleno y no se tenga ese interés de estar presente en este importante suceso de los duranguenses.

Como buen conversador que es el investigador durangueño Antonio Avitia Hernández presentó en primer término el libro Antonio Estrada, narrativa póstuma, al destacar que el singular escritor jalisciense Juan Rulfo lo consideró como un referente, al catalogar su obra Rescoldos como una de las cinco novelas de la literatura mexicana y de esta manera ser unas de las extraordinarias voces de las letras mexicanas.

Avitia Hernández trazó puntualmente datos biográficos que fueron dando la personalidad del escritor nacido en el poblado de San Mateo de Huazamota, municipio del Mezquital, Durango. En donde el joven Antonio se matriculó en el Seminario Conciliar de León, en donde estudió filosofía, letras y teología, incluso fue velador en una fábrica de conchas en Zumpango, Estado de México.

Ingresó en 1953 a la Escuela de periodismo Carlos Septién , en ese período estableció amistad con su condiscípulo Vicente Leñero y por esa época se relacionó con Juan Rulfo. Ejerció el oficio de cubrir gratuitamente la fuente policíaca del Universal Gráfico.

En 1959 termina de escribir su novela Rescoldo , así como haciendo trabajos para diversos medios como Mundo Mejor, Señal, Gente, El Universal, Siempre.

De esta manera, cita: ¨Vale la pena leer Rescoldo o la sed junto al río, de Antonio Estrada, porque allí vemos resurgir una mexicanidad, quizás por primera vez antiestatal: Un México donde los representantes legales de la autoridad son retratados como verdugos canceberos, donde los héroes son los pequeños campsinos que se oponen a la educación positivista, donde los mártires indistintamente criollos, mestizos e índigenas y lo más importante, como el caso de Estrada, un México donde mellizos, criollos e índígenas no sólo comparten la cultura de estos últimos sino que se inventan una especie de ¨patois¨ o dialecto híbrido de huichol y castellano¨.

Autor de obras inéditas e inconclusos quedaron el ensayo ¨los cristeros y la literatura¨, así como la novela ¨tierra tan blanca¨, ¨el enemigo¨ y ¨cinco mujeres¨.

¨Desde la publicación de Rescoldo, Antonio Estrada considerado por los régimenes priístas como un peligro para México, por su movilización en el apoyo al movimiento navista en San Luis Potosí, fue víctima de la persecución y represión política, incluso su libro bajo el formato de reportaje periodístico ¨la grieta en el yugo, el cual fue quemado por esbirros de Gonzalo N. Santos¨.

Destaco que solo al final de su vida pudo levantar cabeza y establecerse medianamente. ¨Desde su fallecimiento del 1968 hasta el 2011 ninguna estancia oficia, cultural y editorial se interesó en hacer público los relatos póstumo de Antonio Estrada¨.

La desidia y el estigma de ser escritor de la cristiada, la indeferencia, la situación política y la incomodidad ideólogica para los gobiernos de todas las facciones, así como el prejuicio de la poca demanda de los textos mantuvieron lasnovelas y cuentos del escritor Huamanteco solo en los manuscritos guardados por sus descendientes y leídos por algunos pocos investigadores.

Pero su creación literaria fue más allá de los temas de la cristiada, al retomar una gran diversidad de temáticas y creatividad que va desde lo ficcional histórico, la leyenda y el cuento universal, aunque si es cierto, el narrador nunca pudo separar sus textos del ambiente regional durangueño, especialmente el ubicado en el municipio del Mezquital con sus personajes mestizos e indígenas de la zona.

Destacó que es uno de los pocos autores que hablan de los coras, huicholes, tepehuanes, mexicaneros y hermanos y vecinos, como les llaman en el Mezquital a los mestizos y los propios índigenas de otras etnias.

Así como desglosa Avitia el contenido de esta narrativa póstuma, se destaca la novela ¨Los idomables¨, ¨la Cizaña¨, así como los cuentos reunidos en narrativa típica , ¨los viejos dueños¨, ¨los modos¨y ¨la creencia¨.

Con un intermedio musical del grupo Flor y Barro, al interpretar ¨mañanitas¨de Florencio Estrada y bajo el formato de serenata cardenche con ¨al pie de un árbol¨. De esta manera dar pié para la presentación del libro ¨cancionero durangueño¨ del Mtro. Antonio Avitia Hernández.

Siendo un parteaguas en cuanto a reunir bajo la formalidad misma de la investigación, es presentado ante los duranguenses este libro, en el cual el autor hace énfasis en la ubicación histórica de las composiciones, es decir, ¨es la información entorno a la evolución de las dotaciones instrumentales, los ritmos y los contenedores de la conservación y la difusión, así como las formas de interpretación que se utilizaron en los diversos momentos de la evolución histórica de los cantos cardenches¨.

Dando como resultado, una versión lírica de la historia de Durango que implica el ordenamiento y la conservación de este rico acervo cultural y ritual, narrativo, panorámico y sentimental de la creatividad de los ciudadanos de la entidad, entre la diversa índole ideológica: liberales, conservadores, comunistas, agraristas, cristeros,así como indígenasy priístas.

Avitia Hernández desglosa puntualmente cada los ocho apartados que comprende esta investigación que transita por los Mitotes y shamanes. Alabados y pasiones y pastorelas y romances, al destacarse el famoso Mitote. El Durango decimonónico. Invasiones, bandidos y rebeliones. Las canciones , corridos, valses y hojas sueltas del Durango Porfirista. La lírica de los alacranes revolucionarios. Los cantos de la Villada. Tragedias y mañanitas de cristeros, comunistas y agraristas y Corridos, canciones cardenches y rockanroleras.

Quien deslindó su investigación del pasito duranguense y los corridos sobre el narco, porque no son de su gusto.

Para finalizar musicalmente de estos obreros de la música de la Laguna con ¨la princesita¨ bajo el tono del Fox Trot y una polka que ante los primeros secuencias musicales, puso a bailar a los presentes con la bien conocida ¨ de Torreón a Lerdo¨de Quinto González.

Una producción bibliográfica publicado por el Instituto de Cultura del Estado de Durango, Antonio Avitia Hernández.

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