Por: Roberto A. Valenciano Capín
Más allá de ser una invocación a lo tangible, para Gonzalo Lizardo esta Eloísa tiene la singularidad de que ocurre en un territorio propio del creador "un paisaje mío, primero los visualice que fueran desde los territorios de mi infancia completa, así como ubicarla en pueblo sin nombre, sin ubicación precisa pero que fuera mío".
"Lo que quise hacer en esta novela fue hacer un carnaval que ocurre sobre todo en el teatro del imaginario del personaje, es un personaje-niño- que es muy religioso que va al catecismo porque le gusta las historias del catecismo porque esta enamorado de Santa Agueda, pero cuando empieza por alguna razón de sus conflictos morales personales imagina y realiza esta misa pero la realiza carnavalizada, furtivamente, los santos y los mártires cobran vida y se hace una fiesta enorme ahí en la iglesia.
Al ofrecer a un público que se dio en buena cita con una pequeña probada de esta novela, bajo este hecho fantástico, al leer un fragmento de lo que ocurre al día siguiente cuando se inunda el pueblo y se realiza un gran festival de las aguas que nos circunscribe a esa relación como sociedad - naturaleza.
En la presentación de su más reciente trabajo: -La Invocación de Eloísa-, realizada en la galería Antonio Rocha del Instituto Potosino de Bellas Artes, para los comentaristas Félix Barbosa y David Ojeda , es para el primero encuentra algunos tintes con la obra borgiana al interelacionarlo con el cuento - el milagro secreto-. De ahí que la premisa de esta novela, "el personaje que no tiene rostro, no tiene nombre, en donde el narrador nos cuenta su historia de su adolescencia y un enamoramiento muy singular".
En el caso de David Ojeda, consideró si se le exigiera un solo adjetivo para definir esta novela,"diría que es una novela barroca, barroca porque contiene todos esos elementos estéticos que expresan un momento de cultura, que emerge del renacimiento".
En esta evocación a Eloísa para el autor surge en una primera edición gracias al cuento -Eloísa, el payaso y el río- que forma parte del libro de cuentos -malsania-. Al considerar que el surgimiento de esta obra es una de las cosas más raras, "cuando uno escribe o pretende escribir parece que tiene dos opiciones: una encomendarse completamente a las musas o encomendarse completamente a la razón y la disciplina. Yo creo que he llegado a la conclusión que la verdad nunca se encuentra en los extremos sino en la parte media. Entonces diría que Eloísa fue en cierta manera, diría de un producto clásico de la inspiración súbita".
De ahí que para Lizardo le detona el volverla a escribir gracias debido que "por esos momentos esta historia permitía juntar algunas cosas que el mundo por desgracia tiende a separar, por ejemplo la sensación de placer y del dolor ya que generalmente queda excluída una en favor de la otra, generalmente hay uno que le apuesta por el puro placer o quienes se redimen solo a través del dolor".
Al definirla como una novela fantástica "porque hay una bruja y hay acontecimientos fantásticos, donde también es una novela psicológica porque todo puede ser un fruto del narrador.-para cuestionar-¿cuál es la verdad, la fantasía? para desentrañarlo a través de ese poder que tiene Eloísa para fundir todas esas realidades".
Como fondo, se dejaba escuchar la destemplada pero emotiva cantada de David Ojeda bajo el temple de un bolero, mientras otros charlaban y degustaban de un buen vaso de vino tinto bajo la posmodernidad del vaso de plástico que siempre ofrece estas sesiones literarias.
Mientras tanto, bajo el resguardo de una pintura abstracta, tuvimos la oportunidad de charlar con este escritor, investigador y catedrático zacatecano de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Gonzalo Lizardo.
Gracias por tu tiempo.
Podemos hablar que esta novela sea una obra singular.
"Bueno, se supone por definición que si es que quiero, sino es, singular, singularizarla: existe una tradición, existe referencias literarias y un montón de tradiciones que pueden estar involucradas dentro de esta obra, pero es singular en cuanto a su encarnación completa porque es una novela fantástica ubicada en un ambiente de la provincia muy concreta".
Asevero el también investigador. "Una de las cosas que he aprendido como escritor ha sido precisamente a tener en mente al lector, la novela esta escrita así; la novela en el sentido literal es un cuaderno que un hombre moribundo ha dejado al momento de suicidarse como testamento, es la historia y por lo tanto esta dirigido a un lector que va a encontrar este cuaderno. Yo pienso que en este sentido es una novela muy pensada en un lector abstracto, un lector muy específico en el sentido que sea un lector que sin prejuicios y de cierta manera empático con el personaje".
Considero que siempre es consciente con el lector "aunque no te voy a decir que lo que si me he sentido un poco es de lo llamado el lector común, porque no se que es el lector común, verdad. Ya que el lector que le va a gustar esta novela es precisamente un lector no común, es un lector que sabe de alguna manera para empezar que sabe leer más allá de sus posibles prejuicios morales y sus posibles formación cultural".
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