" ¿Cuánto te llevas en ti? del bailarín y coreográfo Joshua Alemán.

Por: Roberto A. Valenciano Capín

Dentro del espacio de suma íntimidad como es la Cueva del Coyote, teatro del bolsillo, fue presentado el estreno del trabajo coreográfico " ¿Cuánto te llevas en ti? de Joshua Alemán, bailarín y coreógrafo de Exodus Danza Contemporánea.

En esta pieza, dos personajes: -Joshua Alemán y Jerónimo Garrido- van construyendo toda esa amalgama de circunstancias encontradas y en-contradas que conlleva una relación, con el plus de no perder la cotidianidad que los arropa.

Una pared que da la prontitud de la complicidad para detonar en los protagonistas a esta seriación de situaciones que conlleva esta historia planteada desde su propia intensidad y tendencia emocional

-Es tu sonrisa, es tu mirada, me gusta tu silencio aún cuando sean inciertas-.

En cuanto a la utilización de recursos apelan a una dramaturgia puntualmente trazada, como lo es una mesa que sirve como móvil para ir desentrañando o hilando en momentos sustanciales de su devenir: encuentros, memorias de ambas partes o, ese caída de agua sobre uno de ellos.

Los trazos de sus historias parten de impulsos emocionales que detonan el gesto y entonces lo dispersa para que abarque todo el cuerpo, para transcribirse a través por sí mismas y dándole su propia coherencia a través de movimientos cadenciosos, violentados y pausados.

-Esas palabras hechas nudos, esas que desmienten definitivamente las que se escapan, cuando mi lengua actúa más aprisa que mi razón-.

Aunado con el inquebrantable diálogo desde su propia corporalidad, surge como un acto de reconocimiento pero con el plus de la puntual lontananza, aunado al diseño de movimiento logra sutiles connotaciones que van construyendo una atmósfera de velada tensión.

A pesar de incidir en las tendencias de danza-teatro, es un trabajo que tiene la virtud de equilibrar lo teatral con lo dancístico y dar ese justo temple, aún cuando existe episodios narrativos, se compensan con el recurso del juego de los dedos simbólico sobre la mesa, las sillas y la utilización del espacio mismo.

Aunado a esas dosis exacta de dramaticidad, parecen involucrarse y gozar sobre todo la fuerza meramente emocional que queda expuesta mediante esos estadios muy puntuales entre lo tierno y lo agresivo, entre el ser parte y no serlo.

Aún cuando fue montada en una primera versión en el 2008, el coreógrafo duranguense aclara que esta es una versión totalmente nueva, al agregar elementos sufragados por la misma necesidad de este trabajo escénico.

Así como quedar de manifiesto la gran empatía en este proceso creativo de sus intérpretes, al hacerlo fluido e incidir en lograr habitar este espacio plenamente.

-La mayoría de las veces me quedo sin palabras, entonces busco tu mirada con la esperanza que tus ojos se encuentren en los míos-.

Terminada la función se realizó un diálogo con los espectadores, quienes comentaron y satisficieron sus dudas en torno a la obra.

Se contó con el apoyo en iluminación y tramoya de: Rafael Becerra y Diego Zapata.

Así como el agradecimiento a la Guarida del Coyote, CASLP, Alejandra Mendoza, Eleno Guzmán, Irais Verastegui, Jaciel Neri, Luz Becerra e Iván García, como el público asistente a estas dos funciones.