martes, 31 de julio de 2012

La plena sutileza danzaria llegó al FIDCLL, Barro Rojo Arte Escénico


Por: Roberto A. Valenciano Capín

Muy gratificante fue el reencuentro de Barro Rojo Arte Escénico con su fiel público potosino, así como retomar con talante creativo el escenario de este Coloso de Villerías, al ofrecer en esta noche un programa integrado por tres trabajos coreográficos bajo el título de "Perspectivas Emisión Dos”.  

Al corroborar y a la vez ser parte de los festejos previo de sus 30 años de creación bajo el temple tepsicoriano, siendo una de sus constantes; la introspección y reflexión en torno a las ideas e historias contadas con el cuerpo.

La pieza que abrió la función fue “Un grito callado… silencio", por cierto, el segundo que ofrece Felipe Landa para Barro Rojo, el cual ha sido concebido desde la confabulación de una visión sobre lo perennidad del hombre mismo y su envolvimiento con la sociedad

Síntoma de esa constante exploración del hombre hacia la expansión de nuevas conquistas territoriales dentro de su contemporaneidad.

Uno de los personajes arriba de la escalera de luces, baja y es acomedido por otro de ellos, lo concilia, lo anima, lo reprende. Mientras tanto, otros hacen lo contrario ante el acecho de caer en lo prescindible, su otredad e incidir en el suicidio. 

Una propuesta de gran plasticidad creada a partir de un lenguaje mucho más articulado en relación con su anterior obra, "Soledades Compartidas, ensayos de la soledad”, al ofrecer y estar presentes acciones detonantes cobijadas por  la fugacidad que se hace presente en la vida misma, en donde se experimenta la alegría del encuentro así como la tristeza del alejamiento premeditado y sin más llevarnos  a un  final algo sorpresivo.

“¿Y tú, eres feliz?”del Mtro. Francisco Illescas. Refleja el tono de la plena reflexión entorno al devenir  de como es abordado los aspectos de la relación con sus padres, sus miedos y vulnerabilidades de estos ocho bailarines, en donde el  coreógrafo lo plantea desde esa conversación muy plena, directa  y en momentos emotiva, al sustentarla dentro de una narrativa de movimiento, fluída, sencilla, sentida  pero con el temple de la cadencia y siempre bajo el respetuoso timming demarcado por los trazos de historias que van dándole sentido a este planteamiento coreográfico.




Finalmente llegó la propuesta que más cautivó a los asistentes “Largo Amanecer” en donde se conjuga  la creación de este bionomio creativo: Laura Rocha y Alberto Pérez.

Una composición que aborda las relaciones de pareja a través de los anhelos más profundos a las que se enfrentan. Se nota en una primera lectura un estilo muy depurado para contar historias a través del cuerpo, gracias al sustento del  experimentado devenir creativo de Rocha, así como remetirnos a pinceladas de obras creadas por la también directora de esta agrupación dancística.
 
Con esa invitación inicial de ver una imágen de los pies de los bailarines fue el pretexto para llevar al espectador por un espacio donde el cuerpo sigue siendo ese principal elemento detonador.

Para ser complementado por una poética muy depurada y cuidada que converge en la construcción de escenas muy metafórica, con una sensibilidad y sutileza poética, teniendo como  símbolos la manzana y la cama, representación de su propia profundidad, a pesar de una estructura coreográfica bien delineada y articulada, siendo secundada este viaje onírico a través de este danzar de tintes contemporáneos propuesta por esta decana compañía.


Así como dar cuenta de una iluminación que resulta sobria, permite la concentración visual en el cuerpo y el movimiento. Delimita y subraya espacios. Crea atmósferas dramáticas sin saturar la plástica de la pieza.

Por cierto, fue una de las compañías más aplaudidas y vitoreadas por el público asistente, al hacerlo salir varias veces al foro  y de esta manera quedar vigente la premisa de Barro Rojo de agradecer al Festival que creó la Mtra. Lila López, gracias al cual les permitió crecer a la par del mismo y ser parte nuevamente de esta fiesta de la danza.
 
Así como dar cuenta del proceso creativo y formativo de esta nueva generación tanto de bailarines como  jóvenes creadores que comienzan a hacer obra coreográfica.

Barro Rojo Arte Escénico es fundada en 1982 en la Universidad Autónoma de Guerrero, tras dos de trabajo en dicha entidad se traslada a la Ciudad de México como agrupación independiente. Con 30 años de labor ininterrumpida, se ha presentado en recintos importantes de México, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

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