viernes, 9 de noviembre de 2012

LOS 10 COMPROMISOS DE UNA POLITICA CULTURAL DE DESTACADOS PROMOTORES CULTURALES




VERSIÓN ÍNTEGRA DE LA CONFERENCIA DE PRENSA PARA DAR A CONOCER LOS 10 COMPROMISOS DE UNA POLITICA CULTURAL.

PARTICIPANTES:

DEBORAH HOLTZ, editora y promotora cultural.
RICARDO FUENTES, músico y maestro en pedagogía, con una larga experiencia en el tema de la legislación cultural.
LUCINA JIMÉNEZ, doctora en ciencias antropológicas y consultora internacional, experta en políticas culturales y educación artística. Directora general del Consorcio Internacional Arte y Escuela (ConArte).

Déborah Holtz: Esta es la primera vez que se reúne gente de cultura no convocada por un partido político ni por una institución sino de motu propio para signar un documento que creemos, es la base del deber ser de la cultura en el futuro. Es decir, hoy estamos ante un parteaguas. Creemos que es imperante que quien vaya a gobernar este país tome en cuenta las necesidades reales de la cultura. Y es por eso que hemos hecho esta amplísima convocatoria y que estas personas han firmado un documento con diez puntos básicos; estas 500 voces que hoy dicen “necesitamos una política cultural de Estado”.

Y para hablar de esto nos hemos reunido tres de las personas que hemos participado en este proceso y que vamos a explicar cada uno de estos puntos, que han sido consensuados, analizados, discutidos. Son los compromisos básicos, los compromisos que si no se cumplen, todo lo demás saldría sobrando. Hay un punto de partida y eso es lo que esto plantea. Yo creo que esto va a constituir un movimiento ciudadano por la cultura sin precedentes.

INCLUSIÓN DE LA CULTURA Y LAS ARTES EN EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO

Ricardo Fuentes: Anteriormente se han hecho muchos foros con artistas organizados por diferentes instancias de cultura como parte de las campañas a la presidencia de la República, en el sentido de decir que hablen los pintores, que hablen los bailarines, que hablen los músicos, todo por sectores de las diferentes disciplinas artísticas. Nuestro planteamiento no está enfocado exclusivamente a ellas.Se han organizado foros por cuenta de la Cámara de Diputados o del Senado de la República en los que han planteado la necesidad de legislar en materia de cultura y hasta antes de 2009, se hablaba de la necesidad de incorporar en la Constitución el Derecho a la Cultura. Eso ya está a partir de abril de 2009.También se ha hablado acerca de la restructuración de la Ley General de Cultura, pero generalmente vuelven a lo mismo, inciden en la necesidad de que se expresen las disciplinas artísticas. En nuestro caso, consideramos que la cultura va mucho más allá de las disciplinas artísticas. La cultura son formas de vida, relaciones sociales, que deben ser el eje del desarrollo social, como se ha planteado ya en convenciones internacionales y eso es lo que proponemos a los candidatos. Aquí se establece, acorde con los convenios internacionales, que la cultura es el eje para el desarrollo social, para el desarrollo sustentable. Desde luego hay que contemplar a las disciplinas artísticas, pero eso es una parte de la cultura. La cultura debe ser un eje transversal en el que se vea la parte económica, la parte política, la parte social, la parte artística y la parte educativa. En uno de los puntos de nuestra Constitución está Educación y Cultura, esa es una gran discusión; sin embargo, nuestro planteamiento va mucho más allá.Lo que planteamos, es que desde la concepción del Plan Nacional de Desarrollo (no a la inversa como se ha hecho siempre: se hace el PND y luego los programas sectoriales y de ahí, un año después, sale el Programa Nacional de Cultura y nada más quedan cinco años para aplicarlo) se considere a la cultura de una manera transversal, en todas las áreas en donde el gobierno federal debe promover cultura de la legalidad, del medio ambiente, cultura contra la inseguridad, cultura para mejorar las relaciones sociales en su más amplio sentido.

FONDOS DE INVERSIÓN E INNOVACIÓN UN LEGISLACIÓN PARA LA DEFENSA Y EL RESPETO DE LAS CULTURAS Y LA DIVERSIDAD LINGÜÍSTICA

Lucina Jiménez: Cabe señalar que adicionalmente a esta necesidad de formular el Plan Nacional de Desarrollo desde el punto de vista de lo cultural, hay una obligatoriedad establecida en términos legales, incluso en términos de la última modificación de la Ley de Planeación, que fue reformada el pasado 27 de enero: obliga a quien asuma la presidencia de la República a formular un Plan Nacional de Desarrollo que considere la dimensión de lo cultural dentro de estas orientaciones. Esto, acorde además a que en el ámbito internacional, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo ha establecido la urgencia de que todos los países consideren a la cultura como un eje fundamental, sin el cual no será posible resolver los retos y los Objetivos del Milenio. Los propios organismos internacionales de financiamiento del desarrollo están reconociendo ya la importancia de la cultura, incluso en el tema del combate a la pobreza. En segundo lugar está el tema de los derechos culturales establecidos en la Constitución, que pasa por el reconocimiento y la valoración de la diversidad cultural. La diversidad cultural está reconocida, en este momento, como un campo de inversión en dos sentidos: para la cohesión social y para la gobernabilidad, así como para el bienestar. ¿Qué es lo que está sucediendo en nuestro país? Toda la parte cultural de los pueblos originarios, de los grupos indígenas, de los colectivos urbanos populares, que son los creadores de la gran riqueza cultural mexicana, no tienen un marco legal que los apoye. Si nosotros no aceleramos el paso en relación con la construcción de un marco jurídico que les de condiciones de defensa de su patrimonio cultural para el propio bienestar de estas comunidades en tanto creadoras, vamos a terminar sacrificando a nuestros mariachis, a nuestro conocimiento y a nuestras tecnologías. En Japón, en los Estados Unidos o en China, sí se están valorando los intangibles; por ello, nosotros necesitamos con urgencia una legislación en ese sentido y por eso está establecida como el segundo punto fundamental. No estamos hablando solamente de un reconocimiento del valor de la cultura. Eso está consagrado incluso en la Constitución, la pluralidad. Lo que estamos planteando son fondos de inversión para innovación y marco jurídico de defensa de los derechos culturales de esta población, dos elementos fundamentales que implican herramientas de política pública. Queremos subrayarlo para que se perciba la diferencia, no hablamos solamente de un llamado a respetar las culturas que por supuesto subyacen al planteamiento, sino que planteamos herramientas de política pública.

CAMBIOS LEGISLATIVOS PARA INCLUIR LA EDUCACIÓN ARTISTICA DIGITAL Y AUDIOVISUAL EN EL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL

Lucina Jiménez: El otro punto que me interesa desarrollar, porque no se puede hablar de una nueva política pública de Estado en cultura si no se trabaja en relación con la educación, si no hay un profundo replanteamiento del sentido cultural de la educación y el sentido de educación que requiere en estos momentos la ciudadanía del siglo XXI, en donde la alfabetización estética o visual y digital deben formar parte de la formación básica de todos los ciudadanos. ¿Esto que significa? pues que tendríamos que hacer todos los cambios legislativos y la aplicación de las herramientas necesarias para poder articular una propuesta con medidas concretas para poder hacer esta transformación, si se quiere paulatina, del Sistema Educativo Nacional, porque sabemos que no es una tarea fácil, no es algo que se va a resolver solamente porque nosotros lo decimos. Se requiere un cambio legislativo y particularmente dentro de la Ley General de Educación y, por el otro lado, las acciones concretas que permitan que la educación artística y la educación digital, audiovisual, formen parte de la base del sistema educativo y junto con esto, nos interesa subrayar la urgencia de las medidas específicas que nos garanticen el uso cultural de los medios de comunicación. Sabemos que en este momento de desarrollo tecnológico, las identidades se construyen en relación básicamente con las imágenes, con los medios, con el sonido, con todas las tecnologías y nuevas formas de circulación, de conocimiento y de información. Necesitamos que estas herramientas formen parte de la educación y, sobre todo, enfatizar la producción de contenidos. Es decir, no mirarnos como un país consumidor de las imágenes que otros países producen y nos arrojan, sino nosotros poner toda la creatividad que existe en la ciudadanía para poder generar contenidos. Esa es la base de este tema.

PROGRAMAS DE FORMACIÓN EN GESTIÓN, ADMINISTRACIÓN Y COMUNICACIÓN CULTURAL

Lucina Jiménez: Estamos conscientes de que hacer este cambio implica que el sector cultural adquiera nuevas capacidades, un nuevo perfil de quienes ejerzan las políticas públicas y eso lo señalamos en el punto nueve, donde subrayamos la urgencia de formar en gestión, en políticas públicas, a quienes en el ámbito municipal, en las organizaciones culturales civiles y en las instituciones estatales, ejerzan funciones diferentes en el trazo de las políticas culturales. No sólo estamos hablando del sector público sino también del privado, necesitamos nuevas formaciones en este terreno; en otros países se está haciendo desde hace décadas y nosotros no hemos creado todavía un escenario en esa dirección y pensamos que es un punto estratégico.

LA CULTURA COMO SECTOR PRODUCTIVO

Déborah Holtz: En este país tenemos un panorama cultural que está básicamente dominado por el Estado. Es decir, estamos en una realidad en la que no podemos acceder a recursos si no es a través de una ventanilla única que es la del Estado. Esto es grave porque quienes nos dedicamos a la cultura somos parte de un sector productivo. Nosotros generamos riqueza, empleos, bienestar social y esto es indiscutible. Ha sido parte de las nuevas políticas en muchos países del mundo y nosotros tenemos un grandísimo rezago con respecto a esto.Inglaterra fue uno de los primeros países en incluir las industrias creativas como parte de su programa cultural, para no hablar de España, de Brasil, etc. ¿Qué quiere decir esto? que obviamente, no hay manera de financiar toda la cultura a partir de una sola ventanilla. Tenemos que abrir más puertas para que tanto a nivel institucional como privado se puedan dar estímulos e impulso a la cultura. Vean ustedes estas cifras: el último informe que publicó el PNUD habla de un intercambio de bienes culturales en el 2008, de 519 mil millones de dólares. Si eso no es algo productivo, no sé qué es. Entonces hay una nueva pujanza de este sector, pero para que exista esta pujanza tienen que existir los instrumentos legales, legislativos y de coordinación interinstitucional que los hagan posibles. Hoy la cultura se maneja de una manera aislada. Es decir, tenemos una institución cultural que tiene sus programas, que decide la asignación de sus recursos, etc., pero no está interrelacionada con el resto de las dependencias con que debería de estarlo, como son las secretarías de Economía, Hacienda, Turismo, Desarrollo Social. Entonces, en tanto no tengamos una transversalidad del manejo de la cultura, seguiremos viéndola como una especie de isla, una cosita aislada que no puede alcanzar de esa manera el enorme desarrollo potencial que tiene.Tenemos muchísimos ejemplos a los cuales asirnos, no estamos descubriendo el hilo negro. Desde hace más de una década muchos países han aplicado esto con enormes resultados. Otra de las cosas que tenemos que lograr es que seamos censados. No sabemos cuántos somos, quiénes somos y a qué nos dedicamos, porque no somos parte de las estadísticas del INEGI. Es decir, si ustedes buscan el sector cultura no lo van a encontrar. Esto se los digo porque en otros países en los que han tenido la dedicación de censar a este sector, porque es una parte productiva tanto en lo económico como de desarrollo social, tienen muy bien cuantificado qué parte del PIB representa la actividad económica que realizan las empresas culturales. Por ejemplo en España es del 4%, en Inglaterra es casi del 7% y a nivel de la Comunidad Económica Europea es del 7%. Aquí hay muchos investigadores que han hecho inferencias sobre la importancia de la cultura; sin embargo todas estas son derivadas de datos no primigenios, sino interpretaciones o extrapolaciones de otros datos.Por otra parte, no tenemos acceso a créditos. Los bancos prestan a quienes producen bienes como sillas, coca-colas o tazas, pero las industrias culturales tenemos una realidad muy distinta, entonces necesitamos instrumentos como los que tiene el sector de la agricultura y otros, una política que nos considere con las posibilidades reales de nuestro sector y desde luego, desde Hacienda y desde todo un nuevo pensamiento del deber ser de esto. Cómo podemos hacer que la iniciativa privada sea parte de estas iniciativas y empresas culturales, no necesariamente privadas pero también públicas. Entonces ahí tenemos un gran reto por enfrentar.

ESTRATEGIAS DE PROMOCIÓN, DIFUSIÓN Y FOMENTO DE LA CULTURA Y LAS ARTES A NIVEL INTERNACIONAL

Ricardo Fuentes: Es muy importante el aspecto de la proyección de México hacia el extranjero con relación al patrimonio cultural inmaterial. En el trabajo que se ha desarrollado para la firma de convenciones internacionales, lamentablemente no ha habido un resultado positivo en ese sentido. Hay convenciones que están todavía en proceso de elaboración, pero llevan diez años en la discusión, justamente la que se refiere a los productos genéricos, de las farmacéuticas, el uso de todas estas costumbres y hábitos que tienen y que pertenecen a las comunidades. No hay un conocimiento profundo, no hay una coordinación que establezca realmente la voz de México ante los diferentes organismos extranjeros. Canadá, Brasil, China, tienen muy claro que parte de su patrimonio inmaterial tienen que defender.Se ha presumido mucho del papel que tiene México en relación con el patrimonio inmaterial porque han sido inscritos en la lista de sitios del Patrimonio Cultural de la Humanidad muchos lugares; nos ufanamos, es digno de reconocerlo y estar orgullosos de ello, pero ¿qué hacemos para preservarlo y mantenerlo vivo?, porque debemos estar conscientes de que ese patrimonio, tanto el que conocemos y es tangible como los monumentos históricos y arqueológicos que están ahí como piezas de museo, también deben tener una interacción con los jóvenes y, como decía Octavio Paz, encontrar una resignificación actual y no nada más lo que significó en los tiempos impertérritos, sino lo que significa para nosotros y lo que debe significar para las nuevas generaciones. Todo eso requiere que haya un mecanismo de difusión en donde no nos limitemos a comunicar y difundir en dónde se presenta tal o cual espectáculo, sino realmente ver qué está pasando con nuestra identidad, que es lo que nos identifica, pero necesitamos realmente fortalecerlo, para que no necesariamente tengamos que estar en el extranjero y ver la bandera para emocionarnos y entender lo que significa México para nosotros, sino lo que significa la cultura en su más amplia dimensión.

REFORMA DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS ENCARGADAS DE LAS POLÍTICAS CULTURALES

Ricardo Fuentes: Es muy importante considerar también, en relación con el Plan Nacional de Desarrollo, dos aspectos: necesariamente tiene que haber un diagnóstico previo. Las elecciones son el próximo domingo, los diputados toman posesión el 1 de septiembre, tienen julio y agosto -dos meses- para comenzar a trabajar, nosotros queremos ver la posibilidad y estamos en la disposición, de allegarles los elementos a los legisladores para que no pase un año y organicen un foro para ver qué necesidades legislativas hay. Tienen ahorita dos meses para allegarse documentación y empezar a trabajar. Y el Ejecutivo tiene de julio a noviembre para comenzar ese diagnóstico y no hasta el 1 de diciembre comenzar a hacer el Plan Nacional de Desarrollo que de acuerdo con la Constitución deberá entregarse el 30 de abril. Hay todavía ese tiempo y por ello, previo a las elecciones, hacemos este documento y señalamos estos puntos. Para nosotros los diez son importantes. El primero es ese trabajo de planeación, la planeación implica ver la posibilidad de plantear cambios legislativos, cambios estructurales en la ley orgánica, en la forma de concebir el papel de la cultura en la administración pública y a los ciudadanos que no están dentro de la administración pública; y por otro lado, contemplar cuál es ese diagnóstico real para construir los indicadores que nos digan qué queremos, hacia dónde vamos y cuáles son los objetivos y metas que como mexicanos debemos cumplir; debemos interactuar con la administración pública para que se escuchen nuestras demandas, qué es lo que necesita la población y no lo que el funcionario considera que ésta necesita.

LA NECESIDAD DE UNA REINGENIERÍA INSTITUCIONAL DE LA CULTURA

Lucina Jiménez: Hay un tema que sin duda nos ha llevado a un largo debate. Y que en esta nueva formulación del Plan Nacional de Desarrollo y de la política pública para la cultura, vamos a tener que resolver, crear otro consenso social, otro pacto social alrededor de lo que significa la ingeniería de la institucionalidad de la cultura en México. Hemos debatido si una ley de cultura, si una secretaría, si un órgano; entonces, nos hemos dispersado en la discusión acerca del continente y lo que queremos es avanzar en los lineamientos del contenido y una vez teniendo el consenso alrededor de estos puntos, entonces sí entrar a hablar de cuál es el formato que el Estado mexicano, a través de su gobierno, tiene que darse para poder ejercer esas funciones. Esas son prioridades de política pública de Estado.Sabemos que por ley se tiene que pensar en esta administración, pero desde el punto de vista de la filosofía que oriente lo que hay que establecerse, se tiene que pensar a más largo plazo, porque los procesos de la cultura no se miden por los tiempos políticos y es importante plantearse metas concretas, con plazos definidos, pero vamos a tener que entrar a ese punto. Creo que hasta ahora hay un consenso generalizado en el sentido de que se requiere una reingeniería instititucional. Tenemos la ingeniería que nos legó el siglo XX, el movimiento Revolucionario y posrrevolucionario, tenemos instituciones muy importantes, incluso algunas que podríamos decir que son parte del patrimonio cultural de México, pero eso no quiere decir que debamos enamorarnos solamente del pasado sin atender a que estas instituciones tienen que ver hacia el siglo XXII, porque el XXI ya se nos está yendo; entonces tenemos que repensar esto.

DESCENTRALIZACIÓN, FIN A LA DISCRECIONALIDAD Y NUEVA RELACIÓN ESTADO-SOCIEDAD CIVIL

Lucina Jiménez: Paralelo a esta reingeniería institucional se requieren nuevas base del pacto federal en materia de cultura, porque los estados de la República, las ciudades medias, los municipios, son las instancias fundamentales de actuación de la política pública de la cultura. Necesitamos nuevas formas de coincidencia en la construcción misma de esa política. Hay muchas experiencias muy importantes y positivas a lo largo del país que requieren un planteamiento en ese sentido y, por lo tanto, una nueva forma de planteamiento de lo que significa hoy en día a llamada descentralización que es muy importante. Y lo último, es que necesitamos reglas claras para que la relación Estado-sociedad civil en materia de financiamiento a la cultura, que en este momento no las tenemos y que es muy importante para poder definir sobre la base de otras prioridades de política pública, cómo se ejercen los criterios para el uso del presupuesto y por supuesto, la definición del perfil de quien dirija la institución, instancia o instancias que se relacionan con este tema de política cultural en relación con una posibilidad de construir diálogo intersectorial con las comunidades artísticas.

CONFORMACIÓN DE UN MOVIMIENTO POR LA CULTURA Y DE OBSERVATORIO DE POLÍTICAS CULTURALES

Lucina Jiménez: ¿Por qué estos 10 puntos y no otros? Sabemos que si analizamos cada uno de ellos habría muchísimas más cosas que plantearse, pero pensamos que este es un punto de partida.

Déborah Holtz: Es una carta para cuatro candidatos para que tengan noción de la necesidad de la cultura, resulte quien resulte ganador. Por eso, hemos hecho la entrega de la propuesta, de manera pareja, no solamente a un partido, porque la cultura está por encima de los partidos. No importa qué partido sea. Las necesidades intrínsecas de lo que necesita el sector tienen que realizarse, quede quien quede, pase lo que pase.Lo que es importante para nosotros, es que con esto, hoy damos un punto de partida a un movimiento nacional por la cultura, por las necesidades de la cultura, no a favor de ningún candidato ni en contra de nadie, no criticando el pasado, sino viendo hacia adelante: qué tenemos que hacer y cómo lo tenemos que hacer. Vamos a estar vigilantes de todo lo que se realice, porque es el momento de darnos nuestro lugar, de entender que la cultura va a ser el centro de muchas cosas: de la reconstrucción del tejido social, del desarrollo social. Esto constituye una unión plural de muchas voces de la cultura para constituirnos en un movimiento vigilante de las necesidades de la cultura.

SESIÓN DE PREGUNTAS POR PARTE DE LOS PERIODISTAS

Pregunta: ¿Plantean el diseño de una nueva política cultural…..Actualmente no existe, es caduco, qué pasa. Y qué les hace pensar que los candidatos se van a comprometer cuando en las campañas no se ha visto nada?

Lucina Jiménez: Esa fue una de las razones por las cuales decidimos hacer esto. Cuando empezamos a dialogar sobre la posibilidad de asumir esta responsabilidad ciudadana, porque lo estamos haciendo desde esa perspectiva, es porque decidimos no guardar silencio frente al silencio; al silencio que ha habido en relación con la cultura en las campañas.Por el otro lado, no somos inocentes. Creemos profundamente más en los procesos que en los liderazgos individuales, en el caudillismo mesiánico o en la posibilidad de que un tlatoani nos venga a resolver el asunto.Ninguno de los candidatos a la presidencia de la República es especialista en política cultural y no tiene por qué serlo. Son políticos. Están haciendo un debate. Podemos tener una opinión muy particular respecto a la condición en la cual se han desarrollado las campañas. Eso pertenece a otro orden. Lo que me interesa es decir que, justamente por la ausencia de planteamientos alrededor de las políticas culturales, o planteamientos parciales o planteamientos que siguen mirando hacia el pasado, decidimos hacer esta propuesta. Porque no podemos quedarnos con los brazos cruzados esperando que alguien lo haga. Todos formamos parte de este proceso. Es parte de nuestra responsabilidad que las cosas estén como estén y tenemos que asumir la parte de la responsabilidad que nos toca, porque somos partícipes de la vida pública de este país.Lo que pasa es que no hemos sabido hacerlo de una manera conjunta y, por el otro lado, planteando propuestas concretas, sin perdernos. Diagnósticos hay muchos. Yo misma he publicado que el Modelo de Política Cultural que tenemos hasta hoy en día del siglo XX está agotado, dio mucho y tenemos que agradecerlo, pero ya no podemos seguir sin cauce en ese modelo. México está perdiendo mucho en el escenario internacional. E internamente nos estamos descapitalizando, si queremos verlo desde esa perspectiva. ¿Por qué? Porque muchos de los procesos artísticos y culturales no están teniendo un piso para desarrollarse de una manera sostenible, que no pongan en riesgo el recurso cultural de las nuevas generaciones. De eso estamos hablando hoy.No queremos perdernos en las críticas, lo cual no quiere decir que no las hayamos hecho. Partimos de eso para formular esto. Lo que nos interesa es enfocarnos en el qué sigue, en el qué es lo que necesitamos y qué es viable hacer. Al final de cuentas la política es eso: el arte de lo posible.Uno de los candidatos nos decía pero es que hay que participar en política y le dije: Esto es un acto político lo que estamos haciendo el día de hoy. La diferencia es que es un acto político no partidario y no nos interesa que lo sea. Por eso decidimos no salir en la foto con ninguno de los candidatos a la hora de entrega, porque estamos en el proceso de las campañas. De qué manera garantizar este ámbito en el sentido de que la cultura no está subordinada a los partidos. Es complejo asumirlo, pero creemos que hemos logrado transmitirlo a ellos como a quienes se han sumado a esta propuesta, que tiene manos de muchísima gente: arquitectos, colectivos juveniles, escritores. Creemos que es un acto ciudadano el que hoy nos toca hacer.Necesitamos una nueva orientación; un cambio radical en la concepción de esta política y la manera de entenderla en el modelo de país.Hemos reunido una gran cantidad de documentos formulados, de estudios, de encuestas de consumo cultural que se han hecho en universidades como en el ámbito de la investigación universitaria. No pretendemos que las cosas se vuelvan a iniciar de cero porque es absurdo. Ese ha sido uno de los males, esta perspectiva de volver a empezarlo todo. Conocemos la infraestructura cultural del país y sabemos que hay un potencial tremendo. Lo importante es enfocarse y plantearlo en un escenario de un cambio de orientación del cual se desprenden las acciones específicas, que es lo que hoy en día tenemos que hacer.

Déborah Holtz: Ahora lo que hacemos es ir a pedir todo. Estamos en una fila para ir a pedir el apoyo, para ir a pedir esto, pero eso no puede continuar. No es viable. El papel del Estado es fundamental, no lo negamos, sobre todo, con respecto a las nuevas generaciones y a grupos específicos que necesitan el apoyo permanente, pero no puede ser la única ventanilla. Tenemos que cambiar esa dinámica a partir de todo un marco legal y consensual entre todas las partes involucradas.

Ricardo Fuentes: La posibilidad de participar está en la Ley de Planeación; ésta indica la obligación del Estado de consultar a la ciudadanía, de consultar a las entidades federativas y a los diversos sectores. Hay una frase y no es cosa menor: garantizar la factibilidad cultural.

Pregunta: ¿qué comentarios se desprendieron por parte de los equipo de los candidatos sobre este silencio que han guardado con respecto a la cultura?

Déborah Holtz: Cada caso fue particular. Lo recibieron de una manera amistosa, amable y, sobre todo, con mucho interés en el planteamiento. La recepción del mismo la calificaría de muy buena. No necesariamente cada uno de los equipo tiene un experto en políticas culturales y que nosotros y las 500 voces que forman parte de este documento nos hayamos tomado la molestia a nivel ciudadano, de plantear propuestas y llevárselas y decirles aquí está la reflexión que hemos realizado durante mucho tiempo personas del sector cultural, fue muy apreciado; lo ven como un punto de partida. La expresión de la cultura en sus campañas fue pobrisísimo. De allí la decisión fue decir momento, si hay algo qué hacer en este sector.

Ricardo Fuentes: Sí, nos recibió personalmente Gabriel Quadri, pero en los otros casos, si no lo hicieron los candidatos, fue por efecto de las campañas; evidentemente están en la recta final y lo comprendemos, pero las personas que fueron asignadas a ello, fue gente que se sentó con nosotros, nos preguntó, nos dieron un buen tiempo para explicar; estuvimos por lo menos entre 40 minutos y una hora en cada caso. Pudimos ver punto por punto, lo cual es importante. No fue una ventanilla que nos recibió y nos selló de acuse de recibido. Eso es importante.

Lucina Jiménez: Los diálogos fueron diferentes en cada caso. Nosotros no buscamos hacer una entrega en ningún evento de campaña. En algunos casos nos lo ofrecieron y decidimos que no, porque no queríamos formar parte de ningún evento de la campaña por la naturaleza del documento y del movimiento ciudadano que estamos planteando; hubiera sido contradictorio. Las personas que nos recibieron fueron designadas ex profeso por el candidato para ello. Diría que la primera reacción fue un poco de sorpresa. Dijeron que no tenían muchas propuestas recibidas de manera formal del sector artístico y cultural, aunque cada uno de los partidos, ya lo sabemos, organizó sus foros e invitó a intelectuales y artistas a expresarse. Muchos de ellos con independencia de su interés de voto, forman parte de las 500 voces que firman esta propuesta. Hay gente de todas las identidades y preferencias. Eso es importante. Nos preguntaron por qué no quisimos aparecer en un evento y dijimos: estamos haciendo la entrega a los cuatro candidatos en igualdad de condiciones y hacerlo en un evento público con alguno, hubiera significado una interpretación de un apoyo a esa campaña. Ahora falta ver cuál es la respuesta de los partidos a esa propuesta, más allá de los diálogos diferentes que hicimos a la hora de la entrega. Unos estaban más interesados en entender qué sucede con la relación demanda cultural-oferta; otros, en términos de la legislación; y de hasta donde, en ese momento, los recursos culturales son o no suficientes..Lo más importante es lo que viene después de la elección. Porque lo que se está planteando es que con independencia de quien ocupe la presidencia necesitamos darle seguimiento puntual y estamos en el momento de avanzar hacia la formulación de un Observatorio Ciudadano de Política Cultural, el cual tendría que adquirir una fórmula de funcionamiento incluso por estados. Atender políticas culturales regionales, estatales y, por supuesto, las que competen al ámbito federal, pero también a las que competen al ámbito de la sociedad civil. No se trata de un órgano acusatorio sino de observación ciudadana que al mismo tiempo tenga capacidad de proponer, capacidad de construir. El reto es cómo vamos a concretar esto a partir de que se dé la elección. Y no pensar que ya entregamos la carta y ahora a ver qué hacen los candidatos, los políticos o el que gane, porque no estaríamos cambiando la lógica.

Pregunta: ¿Cómo sería esta reingeniería de la institucionalidad?

Lucina Jiménez: hay una serie de consensos que hasta ahorita tenemos que identificar de manera respetuosa y cuidadosa. Faltan muchos actores que tienen que expresarse a este respecto. No pensamos tampoco que nosotros tengamos el derecho de decir, porque somos 500 voces ahora las cosas se hacen así. No. Esto supone un diálogo muy franco y abierto, incluso con los propios sindicatos de las instituciones; allí hay muchas ideas, muchos investigadores, gente que tiene propuestas; en la carta hay firmas de gente que está en los sindicatos y que también están soñando con un cambio. Nos hace falta mucho trabajo y creemos que ahorita lo que estamos planteando es en lo que hay consensos, pero hay que trabajar todavía y mucho. Me parecería todavía muy prematuro empezar a abordar ya la nueva geografía y textura de esa institucionalidad antes de que realmente pasemos a un diálogo específico a ese respecto, con todos los actores que tienen que intervenir. Y tomando en cuenta que hay muchas iniciativas ya formuladas, tenemos que revisarlas y sobre esa base construir la que mejor corresponda.El éxito de una propuesta como ésta no sólo depende de quien quede en la presidencia y quien dirija la institucionalidad de la cultura. Se necesita un acuerdo interpartidario que vaya no sólo al ámbito del gobierno federal, no sólo del poder ejecutivo, sino también del legislativo. Esa es la razón por la cual hicimos la visita de las cuatro casas de campaña. Necesitamos hacer el trabajo conjunto con los partidos políticos para la nueva composición que se dé y también para la actual también, con la que hemos venido trabajando para poder hacer consenso en los puntos que sean estratégicos. Estamos en el comienzo. Este es un proceso que va a llevar mucho trabajo, mucho esfuerzo y se van a requerir muchas más voces.

Débora Holtz: Estamos iniciando estas acciones. En cuanto al Observatorio, no sabemos exacta y claramente cómo va a funcionar. Cuando hicimos esto no pretendíamos instituirnos como ninguna clase de organización, ni institución ni observatorio, pero nos estamos dando cuenta de que lo que hoy se está planteando va a tener un seguimiento y eso va a requerir de un compromiso de los firmantes y de todo el resto. Lo que nos espera es un largo camino. Vamos poco a poco a ir construyendo los equipos de trabajo que sean necesarios, porque lo que no vamos a hacer es quitar el dedo del renglón. Cómo lo vamos a hacer? Lo vamos a ir viendo. Hoy estamos dando ese paso que es histórico en ese sentido, porque no recuerdo ninguna otra conjunción de voluntades del sector cultural en la búsqueda de algo. Sectorial sí, pero no para ver a la cultura con una visión amplia.Necesitamos tomar en cuenta todo nuestro bagaje, lo que ya está hecho, lo que está constituido y poner sobre la mesa lo que se tiene que desechar y reinventar. Es un modelo cultural que vamos a tener que organizar tomando en cuenta también experiencias internacionales, lo que marcan todas las convenciones de instituciones como la UNESCO; tendencias que ya han probado su éxito en otros países. Tampoco vamos a descubrir el hilo negro, pero si tenemos claro el objetivo, todo lo demás se irá acomodando. El objetivo es tomar a la cultura como centro de una actividad económica, social y política y no como una entidad externa que se hace bolas con sus actividades. Eso es lo principal. En ese sentido tenemos que formar parte de lo principal en este país que es nuestro Plan Nacional de Desarrollo y la manera de instrumentarlo.

Ricardo Fuentes: Es importante considerar que no somos consultores que vamos a dar una solución a la política cultural. Nos juntamos y dijimos ¿qué es lo que sucede? Platicamos meses; por lo menos de agosto a la fecha y empezamos a ver qué pasaba, hicimos una consulta y planteamos 10 puntos en donde existe una problemática y que consideramos que se deben tomar en cuenta para el siguiente Plan Nacional de Desarrollo, no para el siguiente gobierno, sino para el PND, que es toda la forma de organización y planeación para los próximos seis años. No estamos poniendo nuestros servicios a disposición del siguiente candidato ni queremos que nos den chamba. No es el objetivo de esto. Estamos en la disposición de participar, con esta misma mecánica de consultar y no solamente a artistas, pues aquí hay abogados, filósofos, etc. que han contribuido para lograr un documento que expresa 10 puntos que, consideramos, se tienen que contemplar, pero el modelo cultural se tendrá que construir a partir del 2 de julio, conjuntamente y de manera coordinada con el Plan Nacional de Desarrollo.

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