Por: Roberto A. Valenciano Capín
Como dice el refrán: "El que mucho abarca, poco aprieta", es lo sucedido con el concierto " Un canto negro". Música y cantos de amor, dolor y alegría de los pueblos afro latinos, que se realizó en el Patio Central del Edificio Central de la U.A.S.L.P.
Lo que parecía ser un interesante recorrido por la vastedad tanto de la riqueza cultural que hemos heredado por la llamada tercera raíz cultural en nuestro país, como es la negra; se volvió simplemente en una maratónica y tediosa sesión musical, al no quedar claro ese hilo conductor que le diera un sentido sustanciado a este pretencioso proyecto.
A pesar de la benevolencia del clima y la gran convocatoria del público potosino que se dio a este recinto universitario para disfrutar de este singular concierto, hubo intermitentes momentos para llevarlo a buen término.
Dio inicio con la presentación de la Capella Universitaria bajo la dirección del Mtro. Víctor Baena, que sin más nos hace remontarnos de una manera muy ambigua a una de las expresiones primigenias como es la voz misma, al ofrecernos en esta noche, piezas como: -Eso rigor e repente-, - Bullerenge-, - La Negrita Cucurumbe-,- Tú no sabes inglé-, Songo Cosongo- y -prende la vela-.
Dio inicio con la presentación de la Capella Universitaria bajo la dirección del Mtro. Víctor Baena, que sin más nos hace remontarnos de una manera muy ambigua a una de las expresiones primigenias como es la voz misma, al ofrecernos en esta noche, piezas como: -Eso rigor e repente-, - Bullerenge-, - La Negrita Cucurumbe-,- Tú no sabes inglé-, Songo Cosongo- y -prende la vela-.
Para dejar el escenario al grupo Arawi y degustar con una selección de música andina que va desde la cumbia con: -Piragua-, -Macondo-, -Moliendo café- y -Panorama-, para pasar por la Saya: -Zambito- y Café y Coca- y concluir con una buena interpretación de: -Candomble para José-.
Le toco el turno a los anfritriones, Axtla del Mtro. José Luis Soto Fraga, quienes abusaron de su condición, para compartir un set de diez canciones, las cuales partieron desde la bella Cuba: - El Negrito bonito-, - Canto Negro- en donde se contó con la participación de integrantes del taller de danza folclórica que dirige la Mtra. Julieta Vázquez, de las tierras peruanas: - Me sabe a canela- se contó con una plena improvisación de la bailarina Diana Batres, integrante de Unidanza Contemporánea del Mtro. Fernando Escalante.
Prosiguieron con: - Mi chiquita- y- Negra presuntuosa-, de Chile; - Morena esperanza-, de Panamá; - Mejorana Santeña- en donde es de destacar la interpretación de sus dos parejas del taller de baile de salón finos del Mtro. Erick Roque y finalizar con la bella pieza que nos hizo sentir esa vitalidad de lo afro con - Mi negra Linda-, un son guerrense.
Prosiguieron con: - Mi chiquita- y- Negra presuntuosa-, de Chile; - Morena esperanza-, de Panamá; - Mejorana Santeña- en donde es de destacar la interpretación de sus dos parejas del taller de baile de salón finos del Mtro. Erick Roque y finalizar con la bella pieza que nos hizo sentir esa vitalidad de lo afro con - Mi negra Linda-, un son guerrense.
Para cerrar esta sesión con una agrupación que le puso el sabor y la injundia, gracias a quedar plasmado un estilo muy propio que ha acuñado el Son del Hueso, bajo la dirección del Mtro. Álvaro "Varo" Castillo Arellano, quienes ofrecieron un set muy diverso que va desde: - Patria- Songoro Cosongo-basado en un poema de Nicolás Guillén,- Drume negrito-,- No le pegue a la negra- y concluir con -aguamanile-, a petición del público que ya había aguantado las dos horas de concierto.
Por lo cual, El Son del Hueso agradeció el apoyo con la canción icónica de Eddie Moré- el cantante- y de esta manera finalizar esta larga y disímbola travesía por esta voz y vida de la comunidad afrolatina.
Por lo cual, El Son del Hueso agradeció el apoyo con la canción icónica de Eddie Moré- el cantante- y de esta manera finalizar esta larga y disímbola travesía por esta voz y vida de la comunidad afrolatina.
Un evento que se agradece al lograr convocar a varias disciplinas que se desarrollan en el bienestar de la comunidad universitaria, en esta ocasión fue la danza y la música.
Aun así, se noto una falta de continuidad, organización, una insostenible falta de información sobre la riqueza de esta cultura para enriquecer e involucrar más al espectador y, no solo leer las biografías de los grupos participantes por unos tibios presentadores, a pesar de contar con el gran apoyo y soporte visual de la televisora universitaria.
Lo cual fue reflejo en una pasividad tanto a los participantes como público, aunado a lo extensión de tiempo del mismo, siendo refleja a la hora de concierto ya había abandonado el recinto, una gran parte del público de este bello patio.
Lo cual fue reflejo en una pasividad tanto a los participantes como público, aunado a lo extensión de tiempo del mismo, siendo refleja a la hora de concierto ya había abandonado el recinto, una gran parte del público de este bello patio.
Es de recalcar que a pesar de un gran bagaje composicional en sus diferentes tonos creadas por esta comunidad afrolatina, se recurre a interpretar un repertorio ya conocido y no ir en la búsqueda de indagar en este gran espectro creativo y musical, con el fin de enriquecer tanto su cultura musical, como intérprete y ser reflejado en el escucha.
Por lo cual se hizo énfasis en un concierto en cierta forma complaciente y cómodo tanto para él que estuvo en el escenario como su contraparte.
Por lo cual se hizo énfasis en un concierto en cierta forma complaciente y cómodo tanto para él que estuvo en el escenario como su contraparte.
Un silencio se hizo presente en el bello patio universitario, en donde aún quedo esa resabia en cuanto al ánimo por esas ganas de tocar, divertirse y compartir su musicalidad por este grupo de jóvenes músicos que diseminan esta semilla de la salsa en estas tierras potosinas.
Mientras el organizador y creador de este proyecto, Mtro. José Luis Soto Fraga, camina a su tiempo y con una sonrisa por lo ocurrido, se despide de algunos de los integrantes del Son de Hueso y de su servidor, para perderse entre la gente que aún se encuentra por este edificio del siglo XVIII.
Sin más se rompe ese silencio con una cumbia colombiana que amortigua y ayuda al trabajo de los responsables de guardar los cables, micrófonos y así como resguardar de la intemperie las bocinas y en espera que la próxima edición de este proyecto sea más coherente y se abreve realmente de la suma riqueza de esta cultura que es y será parte de nuestra identidad como mexicanos .
Un evento que fue organizado por la Dirección de Difusión Cultural de la U.A.S.L.P.
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