Hoy tenemos el placer de presentaros a Jesús García Lorente. Es Director Ejecutivo de la consultora de servicios GESEP y Director del Instituto Superior de Industrias Culturales y Creativas (InsICC), ha sido Director de las Áreas de Educación y Cultura y Responsable de Marketing y Ventas de la consultora de servicios HARTFORD y Director Gerente de la Escuela Universitaria de Artes Espectáculos TAI adscrita a la Universidad Rey Juan Carlos.
Además, es colegiado y perito del Ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, miembro del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, y asociado de la Asociación de Gestores Culturales de la Comunidad de Madrid (AGETEC). En su labor docente, es profesor-tutor del MBA de Empresas e Instituciones Culturales de la Universidad de Salamanca (USAL).
POR QUE SÍ A LAS ICC (Industrias Culturales y Creativas)
¿No queremos vivir como en China la explotación y la deshumanización de los procesos productivos? ¡Claro, quién quiere! Asentíamos acaloradamente varios compañeros del sector Cultural en una de nuestras reuniones. Sin embargo, no podemos meternos bajo los paraguas ideológicos de principios SXX darle vueltas otra vez a un molino que ya no mueve agua, y radicalizarnos en posiciones que sin duda no nos llevaran más que a recluirnos en una soledad absoluta metidos en un “Arca de Noé” llena de nostálgicos, mientras otros “nos comen la merienda”. Sin duda estamos viviendo un cambio histórico de orden mundial semejante al fin del feudalismo o el inicio de la ilustración. Por eso en ese huracán de cambios no podemos utilizar discursos basados en el pasado.
El orden económico para 2050, sitúa a China como principal potencia mundial y países como Filipinas, Malasia o Perú como sus delfines . Y esto va a ocurrir independientemente de cómo nos vaya a los países periféricos de Europa (España, Italia, Grecia, Portugal)… así que ¡Movamos el culo! ¡Seamos competitivos! ¡Seamos Creativos! en definitiva y tal y como nos dice la Comisión Europea ¡Liberemos el potencial de las Industrias Culturales y Creativas para crear prosperidad económico y empleo! será la mejor forma de defender los valores de nuestra denostada vieja Europa. Solamente con una economía saneada y competitiva podremos marcar el rumbo y no estar a la cola de las migajas y limosnas de Alemania y de los envites de los Gigantes Asiáticos (Incluyendo a parte de China, a India, Rusia, Vietnam, Tailandia y otros emergentes).
La Cultura tiene un papel fundamental como potencia económica (si económica) en Europa y especialmente en los países periféricos. Es nuestro mayor valor, Italia como país con más patrimonio Cultural y España como segundo (sin nombrar a Grecia o a Portugal). El corredor Mediterráneo es la cuna de la civilización y madre de los principales artistas y creativos de la Historia de la Humanidad, y lo mejor es que lo sigue siendo. Todos conocemos compañeros con grandes talentos que se nos han ido a aportar “sus capacidades” a industrias culturales y creativas de otros países. Seguimos exportando talento mientras otros países lo explotan, lo exprimen y lo rentabilizan. “Vivimos en una UE vibrante y rica en diversidad, rebosante de energía creativa e ideas innovadoras…
Nuestras regiones al ser lo suficientemente grandes como para obtener resultados significativos, y lo suficientemente pequeñas como para hacerlo a una escala humana, son el lugar ideal para fomentar esta riqueza natural y hacer lo posible para promoverla” .
Por ello, opino firmemente que sin perder el carácter humanista de la cultura y el arte, sin olvidar la vieja lucha de la “democratización cultural”, ni lo conseguido en participación ciudadana y tejido asociativo, tenemos que cambiar inmediata e irremediablemente nuestro paradigma y nuestro discurso. Se me alegra el alma cuando oigo a gestores culturales jóvenes en nuestro sector hablar con normalidad de concentos como eficiencia, marketing, finanzas, Rentabilidad o captación de fondos.
Necesitamos programas de formación y capacitación que nos den herramientas y conocimientos empresariales (si empresariales) para ser competitivos en el mercado internacional que cambia a ritmos exponencialmente vertiginosos (queramos o no los Españoles) y del que solo con conocimientos artísticos y humanistas nos quedaremos sin duda fuera. Necesitamos consultoría y asesoramiento de empresas culturales. Necesitamos cooperativas financieras que aúnan nuestras deudas, y que potencien, negocien y concilien nuestro más que débil sistemas “prehistóricos” de financiación. Necesitamos no perder el tren de nuevo de los 1.600 M€ que la Comisión Europea ha destinado al plan “Europa Creativa” y que mientras debatimos dentro de nuestro “micro entorno” otros países de la EU nos lo quitarán de las manos. Necesitamos internacionalizar e intensificar la exportación de nuestros productos (sí productos) culturales a toda Iberoamérica. 500M de hispano-hablantes queriendo consumir cultura en español y que empiezan a dejar de mirarnos como referente y entablando coaliciones estratégicas con Norteamericanos y Asiáticos fruto de la globalización y de nuestro apalancamiento.
Necesitamos seguir recorriendo el camino del reconocimiento académico universitario y post-universitario y un colegio oficial que aúne los intereses del sector y potencie la negociación colectiva (mala noticia la imposibilidad de impartir grados en las escuelas de arte cuando las escuelas de negocio ya lo están haciendo ). Necesitamos cadenas de producción completas, no solamente creadores y productores que es lo que somos el 80% de nuestro sector. Necesitamos seguir teniendo en nuestro sector hombres creativos y vanidosos pero también ejecutivos y ambiciosos. Ojala tuviéramos más empresas como Zinkia que son capaces de colocar productos como Pocoyó en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) … Necesitamos en definitiva espabilar, y dejar ser los últimos de la clase…
Por ello si hablar de Industrias Culturales y Creativas, supone ponernos las pilas en lo que ni sabemos y ni nos gusta hacer, y “coger el toro por los cuernos” de un SXXI que si no nos damos prisas se nos irá de las manos. ¡Adelante! pongamos en marcha el tren que ¡Yo me subo! ¿Y tú?
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