Realizan la mesa de diálogo La vida y difusión cultural en México: sus alcances, logros y desafíos en el contexto del foro El México que Queremos

“El tiempo que vivimos está orillando a cambiar el cómo y a revisar el modelo de difusión cultural operado hasta ahora. La cultura en ese contexto de transformaciones se convierte en un factor clave para impulsar el desarrollo social cuyo sustento no sólo sea el mercado y la economía, sino el fortalecimiento de las relaciones humanas”.

Así lo aseguró la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda, durante su participación en la mesa de diálogo La vida y difusión cultural en México: sus alcances, logros y desafíos en el contexto del Foro El México que Queremos, que se realizó la noche del 15 de abril en Club Piso 51 de la Torre Mayor.

Explicó que la difusión cultural debe pensarse en formas globales y en ese sentido el internet y las redes sociales exigen ser creativos en el diseño de estrategias de comunicación.

“La difusión cultural contemporánea es el arte de llevar al público las diversas manifestaciones artísticas y culturales, el objetivo es llevar el arte y la cultura al mayor número de mexicanos”.

De acuerdo con García Cepeda la cultura ha sido parte fundamental en el proceso de la construcción de sociedades, por lo que en el siglo XXI es importante definir las estrategias para una difusión cultural acorde con las nuevas herramientas tecnológicas de la información, las formas contemporáneas de expresión creativa y la cada vez más participativa organización colectiva de artistas independientes.

“La cultura se ha convertido en un importante sector productivo, en México representa el seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y emplea a más de 3 millones de personas, si traducimos este dato en factor humano involucra a los artistas, productores, gestores y comunidades y grupos de la sociedad civil”.

Ante este panorama consideró que entre los desafíos está actuar con creatividad y al mismo tiempo con profunda conciencia histórica y entender de qué manera las nuevas tecnologías de la información y las nuevas plataformas tecnológicas son cruciales para llegar a un público más amplio.

Por su parte, la directora general de la Cineteca Nacional, Paula Astorga Riestra,  hizo un repaso de las industrias creativas surgidas en los últimos diez años.

“En el  año 2000 existían sólo dos o tres festivales de cine, hoy hay 75 festivales en el país, más de la mitad internacionales, y existen en 27 de las 32 entidades federativas. De estos espacios de difusión del cine, un 80 por ciento  son iniciativas ciudadanas”.

Agregó que en los últimos 10 años se han creado alrededor de 80 editoriales independientes, al menos 55 sellos de disqueras independientes y destacó el Festival Mutek (plataforma para la diseminación y el desarrollo de la creatividad digital en el sonido, la música y las artes audio-visuales) como ejemplo de una transición cultural tradicional que ha derivado en nuevos proyectos creativos apoyados en las nuevas herramientas tecnológicas. 

“Hay un futuro y se abren caminos, pero es importante que cada uno de estos puertos cada parte del proceso mantenga un nivel y una constante…Hay un punto clave en la creación y en la construcción de sucesos culturales que son sus formas, y es donde está uno de los mayores desafíos en el que tendremos  que poner a prueba nuestra capacidad de reconocernos como sociedad y comunidad creativa”.

Para Astorga, el gran reto será la consolidación de un intercambio abierto entre instituciones e iniciativas independientes que deberá  ser sensible y eficaz, en aras de una posibilidad del futuro.  

El coordinador del grupo de reflexión sobre Economía y Cultura (GRECU) de la UAM Xochimilco,  Eduardo Cruz Vázquez, quién fungió como moderador del encuentro, puntualizó la necesidad de revisar el papel que han jugado los diferentes actores que han hecho la cultura, para entender y proponer lo que nos espera en los próximos años.

“Hay que entender que la vida cultural del país se enriqueció de manera importante con la intervención de diversos actores del sector cultural; algo que marca el contexto actual es la diversidad de posibilidades que hay de acceder a bienes y servicios culturales”.