martes, 7 de mayo de 2013

"Nellie Campobello. Mujer de manos rojas" de Jesús Vargas y Flor García Rufino

 
POR MARGARITA TORTAJADA
Creo que Nellie Campobello Mujer de manos rojas es la historia de una obsesión: una obsesión por el personaje, una obsesión por el trabajo meticuloso, por la reconstrucción histórica; una obsesión por comprender a una mujer en su contexto y en su realidad, y compartir hallazgos con todos nosotros.

Gracias a Jesús y Flor encontramos a una gran artista surgida de la Revolución mexicana: es escritora, bailarina, maestra, coreógrafa, directora. Es parte importante del grupo de artistas e intelectuales que permitieron un cambio en nuestro país, en nuestra manera de pensar y de concebir el mundo.

Gracias a Jesús y Flor descubrimos que Nellie Campobello reconoce como máximo caudillo revolucionario a Francisco Villa, es decir, una figura masculina. Pero al mismo tiempo, ella revalora lo femenino que está presente en la patria, la nación, la Revolución. Todos son nombres femeninos y ella les pone el rostro de mujeres. Una es su madre Rafaela, que a través de sus libros descubrimos; otra es su hermana Gloria, que a través de su danza conocemos; otra es la lucha revolucionaria misma, presente a través de obras dancísticas enormes, vitales, como el Ballet de masas 30-30.

Otra figura femenina es ella misma. Basta ver la portada del libro para descubrirla: está ella en un salto poderoso, abierta al mundo, con pies descalzos y libres, con un vestido rojo que la representa de cuerpo entero. Es una mujer que avanza, que muestra fuerza y determinación: es ella misma. Y abajo están los revolucionarios, claro Pancho Villa, con sus sombreros, con sus carrilleras, con sus figuras reconocibles. Pero ella está en primer plano: ella es la patria y la Revolución misma.

Gracias a Jesús y Flor también conocemos los orígenes de Nellie Campobello: su familia, sus secretos, su paisaje norteño, su tierra natal. Conocemos sus motivaciones para transformar su vida, para adivinar su futuro, para encabezar a la tribu hasta México y hacerse de nombre, tiempo y espacio.

Vemos que las raíces de Nellie tienen que ver con las de la Patria toda, con el proyecto de nación que se estableció luego de la lucha armada, también con las raíces de una generación, la que vivió la Revolución y tuvo que aprender a sobrevivir y luego reconstruir, la que vivió su familia, y hasta la mía. Quizá por eso me siento tan identificada con Nellie Campobello y el espléndido trabajo que han hecho Jesús y Flor.

Gracias a Jesús y Flor sabemos que efectivamente Nellie y su familia consiguieron nombre, tiempo y espacio en la capital, y nos legó libros, historias de amor y valentía, danzas llenas de belleza y vitalidad, instituciones que se mantienen hasta la actualidad.

Gracias a Jesús y Flor confirmamos que como todos, Nellie Campobello era una mujer imperfecta, es decir, profundamente humana, pero obcecada, con una profunda voluntad de ser.

Gracias a Jesús y Flor conocemos fuentes que nunca antes hubiéramos consultado, porque ellos fueron capaces de acudir a archivos, registros, testimonios, lugares, hemerografía de todo tipo. Lo hicieron a conciencia y eso hay que agradecerlo. Todos esos descubrimientos que hicieron nos permiten tener más certezas sobre Nellie y su vida.

Aunque no soy una especialista en Nellie Campobello, puedo decir que he trabajado mucho su biografía, enfocada hacia la danza, pero tratando de entenderla, interpretarla y transmitir su grandeza. Sin embargo, ni yo ni nadie que quiera estudiarla a ella, a la danza, a la literatura o a la época en que se situó puede dejar de consultar este libro, o muchos de los otros hallazgos de Jesús y Flor. Un ejemplo nada más doy: hace años, cuando todos nos hacíamos bolas por el origen de Nellie Campobello, fue Jesús quien difundió el acta que señala su nombre y fecha exacta de nacimiento. A partir de ese momento, todos lo reconocemos, junto con Flor, como especialistas de la biografía de Nellie y su contexto.

Agradezco enormemente este libro porque entra en recovecos que desconocía totalmente, porque me hace apreciar más la vida de una de las pioneras de la danza mexicana, porque me la explica, porque la hace más grande ante mis ojos. La reconozco como una de las mujeres más representativas de la danza mexicana; quien alcanzó una obra escénica de gran trascendencia; mostró su visión femenina en su quehacer y en su lucha por construir el campo dancístico. Nellie Campobello retomó un proyecto cultural nacionalista, hegemónico y oficial, y lo planteó de forma artística y política refuncionalizándolo según sus necesidades expresivas. Su danza y su literatura muestran un camino de independencia y una búsqueda de su identidad como mujer contemporánea y concreta, y como parte de una nación.

Gracias a Jesús y Flor, sabemos que Nellie Campobello expresó con su vida y su arte la experiencia, lucha y contradicciones de muchas mujeres. Escapó de la marginalidad, elaboró sus propios discursos del cuerpo y el arte, se negó a seguir las imposiciones de los patrones patriarcales: tuvo un coraje y un espíritu sin límite que sigue vivo en cada cuerpo que baila en este país.

Gracias a Jesús y Flor.

Ficha: Vargas Valdés, Jesús y Flor García Rufino, Nellie Campobello. Mujer de manos rojas, Biblioteca Chihuahuense, Chihuahua, 2013.

Presentado en la IV Feria del Libro Internacional "Síncopa, la sedición de las palabras", Delegación Azcapotzalco, México, 5 de mayo de 2013.

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