lunes, 6 de mayo de 2013

“Preliminar”, diagnóstico de Ópera de Bellas Artes

 
Por: Alida Piñón | El Universal
 
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) cuenta con un diagnóstico “preliminar” de la situación de la Ópera de Bellas Artes que consta de tres páginas, aunque sólo dedica cuatro párrafos para establecer las razones que motivaron a la creación de lo que han llamado la “nueva etapa”.
 
El documento enviado por el INBA a solicitud de EL UNIVERSAL destaca que “en el momento actual se observa la necesidad de darle un nuevo impulso a esta actividad y dotarla de una estructura que favorezca el desarrollo integral del proceso operístico y el mejor aprovechamiento tanto del talento artístico como de la infraestructura con los que cuenta el país”.
 
El 23 de abril se anunció la “nueva etapa de la Ópera de Bellas Artes”, cuyos ejes más destacados son la dirección artística del tenor Ramón Vargas y la creación del Estudio de la Ópera de Bellas Artes para desarrollo de cantantes profesionales.
 
En la conferencia de prensa a la que acudieron los nuevos directivos: Octavio Arévalo, subdirector artístico; Octavio Sosa, director operativo del Estudio de la Ópera de Bellas Artes; Jesús Suaste, coordinador artístico; Jaime Ruiz Lobera, director ejecutivo, y Vargas, así como el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, y la titular del INBA, María Cristina García Cepeda, se preguntó por el diagnóstico oficial.
 
Vargas fue el primero en responder para asegurar que el proyecto tenía “las mejores intenciones, pero estamos aprendiendo”. Ante la respuesta del tenor, así como de Suaste en el sentido de que los directivos reunían “muchos años de experiencia”, García Cepeda dijo: “Esta no es una ocurrencia, desde luego que hay un diagnóstico que nos llevó a la necesidad de profesionalizar el proyecto de ópera del INBA que tanto platicamos con todos los que están aquí. Es un proyecto pensado, analizado y de acuerdo a las necesidades de la ópera”.
 
En este sentido, el documento elaborado por el instituto, afirma: “Contamos con grandes voces, que deben recibir el apoyo para el desarrollo y consolidación de sus carreras. En los años recientes han existido mecanismos de apoyo, aunque independientes entre sí. Por otra parte, la distancia entre la academia y la práctica profesional se ha tratado de estrechar a través de esquemas de complementariedad extraescolar. Adicionalmente, al tener México una sola ópera nacional, a cargo del INBA, ésta se ha convertido en el lugar donde todos los cantantes buscan lugar, incluyendo a los jóvenes talentos”.
 
El diagnóstico explica los ocho ejes fundamentales de la “nueva etapa”, de los que destacan: “Organizar la Ópera de Bellas Artes con una estructura funcional para dar unidad y coordinación a todos los aspectos de su actividad, desarrollar un programa de trabajo orientado a la excelencia artística, vincular la Ópera de Bellas Artes con el circuito operístico internacional, aprovechar la infraestructura teatral en el país que cuenta con las condiciones necesarias para difundir las actividades operísticas”.
 
Comunicación Social explicó que el documento fue entregado a petición de este diario, pero se advirtió que era un material “preliminar” y no se precisó si incluirá después un análisis con base en cifras o datos que ayuden a clarificar, por ejemplo, cuántos y dónde están “las grandes voces” y cuáles son “los mecanismos de apoyo”.

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