Por: Sac-Nicté Calderón
¿QUIÉN? ¿BAILARINA? ¿ESCRITORA? ¿NIÑA DE LA REVOLUCIÓN? ¿NIÑA O MONSTRUO? ¿TAMBIÉN HISTORIADORA? ¿QUIÉN?
Se dice que gracias a ella, la imagen de la Revolución Mexicana se convirtió en fusilados, así como los decapitados fueron el trágico ícono de la Revolución Francesa. Se dice que sus textos son imposibles de definir, al actuar como un retrato de los días durante la Revolución. Y así, Nellie Campobello se volvió un ícono duranguense, que rescató imágenes, danzas y palabras.
NELLIE CAMPOBELLO, ESCRITORA Y BAILARINA.
Como homenaje a su vida y su legado, un mural realizado por Carlos Cárdenas, fue develado en el Patio de Arcos del Congreso del Estado.
La pintura, una síntesis de la vida de Campobello, centrada en la danza y en su carrera literaria, se rodea de soldados revolucionarios, del Palacio de Bellas Artes, dos bailarinas de danza folklórica, una locomotora y la figura de Pancho Villa, como complemento. De una mesa con libros, un pequeño grupo de hojas se desprende para seguir el movimiento de la falda de la duranguense, que se convierte en el movimiento de todo el mural.
Carlos Cárdenas explica sus intenciones respecto al mural: "Esta idea de la composición responde a la intención de movimiento en la lectura del cuadro, que alude a la danza y al carácter dinámico de Nellie. Elegí una paleta cálida en sepias, ocres y rojos ya que busco una relación con la tierra de minerales ferrosos de Durango, pero al mismo tiempo con el apasionamiento del temperamento de una mujer de carácter fuerte como lo fue ella. Nellie aparece bailando y con su mirada dirigida a lo alto, de expresión nostálgica, como contemplando el sueño nacionalista, aquello que nos hace únicos: la idea de la mexicanidad".
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