domingo, 25 de agosto de 2013

Estrena Elisa Carrillo Cabrera, la obra "Infinita Frida ", este 30 de Agosto


 
Vivió unos siete años en Coyoacán, en Londres 25, a unas cuadras de la casa de Frida Kahlo. Las visitas al museo, que hacía Elisa Carrillo en compañía de su mamá, eran tan habituales que los guardias de seguridad las dejaban entrar sin pagar.

En su adolescencia, sentada en la banca del jardín de Casa Azul, la futura bailarina le preguntaba intrigada a su mamá cómo era posible que Diego Rivera llevara a sus amantes al hogar que compartía con la pintora. Ya desde entonces la admiraba.

Estando en Europa, donde continuó su formación y debutó como profesional, Carrillo, cada vez que pasaba por malos momentos, se consolaba pensando que el sufrimiento de Frida no sólo había sido mayor, sino que había conseguido transformarlo en creatividad.

A la mujer que le ha servido de inspiración a lo largo de su carrera artística, la primera bailarina de la Ópera de Berlín le rinde homenaje con una coreografía que el ruso Yuri Smekalov creó específicamente para la intérprete mexicana.

Infinita Frida, ballet en dos actos, se estrenará mundialmente el viernes 30 de agosto a las 19:00 horas en la Sala de Conciertos Elisa Carrillo del Centro Cultural Mexiquense con la presencia de ocho bailarines en escena.

El espectáculo, de 80 minutos de duración más un intermedio, no cae ni en el cliché ni en el folclore, pues, aunque retoma algunos aspectos de la vida de Kahlo, más bien refleja la admiración que desde niña le profesaba Elisa.

En el primer acto, la pequeña sueña que está en un museo observando los cuadros de Frida y en el segundo acto, cuando ya es adulta y elige ser artista, se da cuenta de que comparte las mismas emociones que la pintora tradujo en sus obras.

"No me comparo en ningún momento con Frida. Crecí adorándola porque tuvo coraje para salir adelante y, en ese sentido, me siento conectada con ella", advierte Carrillo, quien por primera vez queda retratada en escena.

En el ballet hay ocho personajes, ocho músicos y ocho temas musicales porque es el número que representa al infinito y para Smekalov, el coreógrafo, el arte goza de una existencia perenne.

Infinita Frida comenzó a gestarse hace dos años, cuando el ruso se recuperaba de una lesión grave en casa de Elisa y su esposo, el primer bailarín Mikhail Kaniskin.

El tiempo que pasaron juntos convenció al coreógrafo de que ella era la intérprete ideal para un ballet en torno a Frida.

"Estuve viviendo con Elisa y llegué a conocerla aún más. Para mí, no hay en el mundo otra bailarina que pudiera hacer el rol de esta famosa artista mexicana", añade el también solista del Kirov.

Desde ese momento, Smekalov leyó cuanta biografía y libro sobre la pintora encontraba, sin olvidar su diario ni sus cuadros, y decidió que lo mejor era explotar su lado más luminoso, la belleza que irradiaba tanto en su persona como en sus obras.

"He tratado de absorber toda la información posible sobre Frida. Está presente la barrera del idioma, no es lo mismo leer sus cartas en español que en otra lengua, pero al final sus sentimientos vienen de la experiencia de lo que es la vida", considera el también primer bailarín.

El coreógrafo optó por crear una danza neoclásica que se baila en puntas y en la que aparecen Kahlo; Diego Rivera; Trotsky y su esposa Natalia; Alejandro Gómez Arias, el primer amor de Frida; la muerte, como la amiga inseparable de la pintora; el doctor Juan Farill y Elisa, de niña y adulta.

Coproducida por el Gobierno del Estado de México y la Fundación Elisa Carrillo Cabrera, Infinita Frida forma parte de los festejos del segundo aniversario del Centro Cultural Mexiquense, la mayor obra de infraestructura cultural del entonces mandatario estatal Enrique Peña Nieto.

De los ocho bailarines que participan en el espectáculo, seis provienen del Ballet de la Ópera de Berlín, incluyendo a Vladimir Malakhov, director de esta compañía, y dos del Kirov, quienes estarán acompañados por la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de México bajo la dirección de Rodrigo Macías.

La composición, la escenografía, la iluminación y el vestuario fueron creados por rusos, pero no hay que esperar nada "típicamente mexicano", aclara Smekalov, aunque sí podrá verse una obra de gran colorido.

Producción de talla internacional

Para hacer posible el espectáculo de Infinita Frida ha sido necesario trabajar en tres países: Rusia, Alemania y México.

"Frida era mexicana, tenía sangre alemana por su padre, Guillermo Kahlo, y además era comunista. Y cómo es la vida, yo soy mexicana, vivo en Berlín y me casé con un ruso. De cierta manera se conecta todo y estamos trabajando en tres países que tuvieron algo que ver con ella", explica Elisa Carrillo.

La primera bailarina de la Ópera de Berlín confiesa que ha sido mucho más complejo organizar esta producción que una gala de ballet porque la composición, la coreografía, la escenografía, la iluminación y el vestuario fueron creados ex profeso para Infinita Frida.

"Este tipo de proyectos toman años de trabajo y nosotros estamos logrando que salga adelante en muy corto tiempo", dice.

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