domingo, 1 de septiembre de 2013

De las entrañas mismas del universo “austeriano” llega el libro “Poesía Completa”, de Paul Auster

 

"Tanto en la poesía como en la prosa, siempre intento escribir la música que suena en mi cabeza", ha dicho (Foto: Cortesía editorial Planeta)
“Tanto en la poesía como en la prosa, siempre intento escribir la música que suena en mi cabeza”, ha dicho (Foto: Cortesía editorial Planeta)

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En 2012 anunciábamos que ya no veremos las consagradas novelas del genial autor estadounidense Paul Auster en esos bellos libros en la colección de Compactos, con portadas multicolores y que se desvencijaban al menor movimiento.

Ya sabemos que no se reeditarán nuevos ejemplares con Anagrama, el sello que fundara el catalán Jorge Herralde en 1969 y que en 2011 vendiera a la italiana Feltrinelli.
 
En la 63 edición de la Feria del Libro de Frankfurt, el escritor de El palacio de la luna firmó con Planeta para su división Seix Barral un acuerdo para reeditar toda su obra en bolsillo, conforme venzan los derechos que tiene Anagrama, algunos de los cuales duran hasta 2017.
 
El formato bolsillo es el que más vende Auster, por lo que se cree que el pase de Anagrama a Seix Barral fue por una suma millonaria, tal como pasó en 2010 con el español Enrique Vila Matas.
 
Auster, nacido en 1947, es un escritor emblemático sobre todo entre los jóvenes que eligen como primeras lecturas su Música del azar y Leviatán, entre otros, que le han hecho ganar el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y lo erigen en candidato al Nobel año tras año.
 
La noticia de su pase a Seix Barral fue un pretexto para que muchos críticos dirimieran en las páginas culturales de periódicos y revistas la calidad de un autor cuya carrera parece estar en declive y permitió una mayor difusión de la obra de Paul Auster, que se relanzó en más de 10 mil puntos de venta en España y se proyectó en Latinoamérica a través de mil 600 establecimientos.
 
De hecho,  Auster tiene ahora impresiones de carácter local en naciones como Argentina, México y Colombia. Y se distribuye además en Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Centroamérica y Estados Unidos.
 
EL TURNO DE LA POESÍA COMPLETA
 
En el marco del acuerdo con Seix Barral, la editorial ha reunido por primera vez la obra poética que Auster escribió durante la década del 70. El libro, traducido y prologado por Jordi Ponce vio la luz esta semana en México y está construido con ocho poemarios ordenados cronológicamente: “Radios”; “Exhumación”;“Escritura mural”; “Desapariciones”; “Efigies”; “Fragmentos del frío”; “Aceptando las consecuencias” y “Espacios blancos”.
 
Foto: Especial
Foto: Especial
 
Se trata de la obra poética que el autor de New Jersey había dado a conocer en Groundwork: Selected Poems and Ensays 1970-1979 y que dan cuenta de una expresión artística que el escritor describe como “un alivio frente a la barrera de la prosa”.
 
En el libro, de enorme interés para la legión de lectores que el entrañable Paul tiene en nuestro país, el autor “ha cumplido largamente con el lema ineludible de Pound: lo esencial de un poeta es que nos construya su mundo. Su nombre ya pertenece a ese diccionario secreto que todo buen lector lleva dentro para entender la vida: existe un mundo austeriano como existen personajes y sucesos típicamente austerianos, que reconocemos al instante pues se han hecho nuestros con el tiempo”, escribe Jordi Doce en el prólogo.
 
“Jordi conoce mi poesía desde hace años, y yo mismo sugerí su nombre. Y ha hecho un excelente trabajo, como era de prever. El traductor no solo tiene que ser fiel a la letra, sino al espíritu. O decidir entre ambas fidelidades con valentía. Creo que él ha sabido hacerlo”, declaró el Premio Príncipe de Asturias al periódico español ABC.
 
Poesía incompleta incorpora el texto “Notas de un cuaderno de ejercicios, de 1967, que Auster escribió a los 20 años.
 
“En realidad, se puede decir que es mi primera pieza de escritura creativa. Es también una primera toma de partido, casi un manifiesto secreto y personal. En aquella época estaba procesando la influencia de Berkeley, de Hume, de Wittgenstein”, dijo en la entrevista mencionada.
 
“A los 20 años estaba lanzándome a escribir un libro obviamente demasiado ambicioso para la edad que tenía. Tras muchos esfuerzos y muchas penas, acabó evolucionando hacia la Trilogía de Nueva York. Pero en ese momento me resultaba frustrante y doloroso, hasta el punto de acabar decidiendo que no me dedicaría a la ficción, que solo escribiría poesía. Los poemas eran un alivio y una vía de escape ante aquella barrera de la prosa. Y además, tenían una gran ventaja, muy simple: conseguía acabarlos”, agregó.
 
Entre la poesía épica y narrativa, Paul Auster elige la poesía abstracta, un modo en que el verso avanza irremediablemente hacia la prosa.
 
Tanto en la obra poética como en la narrativa, “mi mayor esfuerzo es el de construir frases que traduzcan a palabras la música que estoy oyendo en mi cabeza”, precisó.

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