Por: Mónica Maristain
Germán Valdés fue un personaje de hondas raíces populares, surgido del estrato humilde de la sociedad.
La conquista del público la hizo presentando, con una estética muy particular, la personalidad del mexicano atrapado en medio de la frontera norte: el “pachuco”.
Los “pachucos” eran la imagen rebelde de una sociedad repudiada por los estadounidenses y poco apreciada por los propios mexicanos, esos hombres y mujeres que emigraron para alcanzar el “sueño americano”.
Tin Tan hizo familiar al “pachuco” de hablar indescifrable y vestir estrafalario y en la Época de Oro del cine mexicano se hizo el rey del barrio, tal el nombre del filme de 1949, considerada por los críticos como la mejor comedia el cine nacional.
“Yo soy un chavalo que tiene 28 años; en el barrio me dicen las muchachas ‘el griego’, por el perfil; uso muy buena garra; los muchachos a mi me dicen ‘Tin Tan’ porque en mí todo es música.”, cita en la página web dedicada al actor, músico y bailarín su biógrafo, el periodista Rafael Aviña.
Muestra sobre Tin Tan en Tijuana en 2012 (Foto: Especial)
El profesional destaca “el novedoso lenguaje con que se expresaba, el sentido rítmico con que interpretaba las parodias de las canciones de moda y la forma en que se acopló con su carnal Marcelo, elementos definitivos para que la pareja alcanzara extraordinaria popularidad”.
Germán Valdés, Tin Tan, había nacido en ciudad de México el 15 de septiembre de 1915 y allí murió el 29 de junio de 1973.
Su única hija, Rosalía Valdés, presentó esta semana en conferencia de prensa un disco doble que recopila sus más importantes éxitos discográficos y las canciones más famosas de sus películas.
Germán Valdés Tin Tan a 40 años incluye un DVD con pasajes clave de sus películas y entrevistas a personalidades que trabajaron directamente con él, como anticipo de lo que en 2015 será el magno homenaje por el centenario de su nacimiento.
Tin Tan vive y como muestra se prepara una película de animación en blanco y negro, basada en un guión que el artista tituló “Las Naciones Unidas Tintorería” y que su heredera está actualizando.
La actriz Salma Hayek también fue tentada para una posible película de ficción que contaría la vida del comediante y en la que ella encarnaría a su esposa.
La biografía de Rafael Aviña (Foto: Especial)
¿QUIÉN HA SIDO EL MÁS GRANDE?
A 40 años de su fallecimiento mucha gente se pregunta todavía quién ha sido el más grande, Tin Tan o Cantinflas. La respuesta la buscamos en el biógrafo de Germán Valdés, Rafael Aviña, autor de Aquí está su pachucote… ¡Noooo!, biografía narrativa de Germán Valdés, quien en entrevista admite que hay tantos defensores del uno como del otro.
“Pero lo curioso es que si uno camina por las calles de México encuentra centenares de jovencitos con playeras de Tin Tan, de pronto hay homenajes de grupos anónimos que hacen bailes vistiéndose de pachuchos, cada tanto se programan ciclos con sus películas y sin embargo no hay nada de Cantinflas”, dice Aviña.
– ¿Qué dirías de Cantinflas?
– Que fue un personaje, comparado con Tin Tan, de la cultura oficial, a pesar de que comenzó como un personaje realmente subversivo, eso no se le puede negar.
– Tampoco se le puede negar el talento
– Por supuesto, era alguien muy talentoso. Sus películas de principios de los ’50 eran sensacionales. El tema aquí es que Germán Valdés era un personaje muy adelantado a su tiempo. Ha trascendido tanto porque era como atemporal, toda esta cuestión del spanglish lo hizo un personaje globalizado hace 60 años.
– ¿Qué características destacarías de él? Porque era un hombre diverso, era músico, era actor…
– Fíjate que ese es otro de los puntos de apoyo sensacionales para un actor de su calibre. Era un excelente bailarín, cantaba muy bien, realmente tenía una tesitura muy agradable; como actor era extraordinario por su enorme espontaneidad. Era muy fresco, un gran improvisador. A pesar de ser galán, porque sin duda era un tipo guapo, él prefería descomponer su rostro para hacer reír al público. Sus películas planteaban todo el tiempo una situación cómica, algo que no sucede en las comedias mexicanas de la actualidad, que constantemente recurren al albur.
Foto: Sony Music
– Fue, además, una figura irrepetible, de esas que nacen una por siglo…
– Sí, la verdad sí. Si uno quisiera pensar en algún heredero de Tin Tan, es imposible. Por supuesto que también le tocó un momento muy importante del cine nacional, con creativos muy importantes como “Mantequilla” David Silva y Alejandro Galindo, Ismael Rodríguez, Pedro Infante, Rogelio A.González, Roberto Gavaldón, el “Indio” Fernández, etc. Tin Tan tuvo la oportunidad de brillar en la Época de Oro del cine nacional, que se abría a otras fronteras con facilidad y brilló también un tiempo muy distinto de México. Entre mediados de los ’40 y mediados de los ’50, en pleno “alemanismo”, cuando el país entró en la modernidad…para mí el único que podría ser considerado heredero de Tin Tan es Héctor Suárez, quien fue un gran comediante, que en televisión hizo un trabajo fuera de serie, aunque en el cine fue desperdiciado. Nombraría también a Rafael Inclán, pero a ambos les tocó otro tiempo del cine nacional y otro México, sin duda.
– En estos tiempos todo el mundo se pregunta qué es ser mexicano. En la época de Tin Tan se ejercía la mexicanidad
– En efecto, no se hablaba de mexicanidad. Acaso el “Indio” Fernández representaba el nacionalismo más extremo… en la época de Miguel Alemán se dio curso a un cine muy nacionalista y el “Indio” enarbolaba esta bandera, pero todos los demás equipos de producción no se preguntaban nunca qué era ser mexicano y sin embargo, a la distancia, resultan películas muy nacionalistas que hablan de una fuerte mexicanidad. Y con Tin Tan lo que pasa es que todos sus personajes son profundamente mexicanos, desde el indio que hace en El ceniciento hasta el personaje de barrio revoltoso que hace en filmes como El rey del barrio, todos personajes que representaban el bastión de los más humildes de ese momento.
– ¿Tuvo una vida feliz, placentera?
– Sí, creo que sí. A diferencia de Cantinflas y de Joaquín Pardavé, Tin Tan era exactamente igual en la vida que en las películas. No hay nadie que diga que Germán estuviera alguna vez enojado o de malas. Siempre estaba, además, rodeado de gorrones y de amigos, porque era un hombre sumamente espléndido. Todo el dinero que ganaba lo gastaba en lo que él quería, ayudaba a sus hermanos y le gustaba mucho el trago, las mujeres, la bohemia. Quizá al final de su carrera, recuerdo haber leído alguna que otra entrevista en la que se quejaba un poco por la falta de reconocimiento. Hay que pensar que fue un hombre que tuvo sólo un premio en su vida, la medalla Virginia Fábregas, que se la daban a todos. Nunca tuvo el reconocimiento que se merecía sino hasta después de su muerte.
– ¿Era criticado?
– Sí, a menudo se lo consideraba un personaje muy vulgar. Recuerdo un texto de Paulita Brook en México Cinema en donde la periodista decía que Tin Tan era grotesco e incluso tenía un aspecto simiesco cuando actuaba. El texto se llamaba “Tin Tan y lo grotesco”. Entre otras cosas, afirmaba que El Pachuco nunca iba a trascender.
– ¿Qué piensas de este doble disco que acaba de salir?
– Lo bueno es que Rosalía sigue impulsando todo tipo de situaciones alrededor de su padre, porque se lo merece, aunque en realidad no hay nada nuevo. Pero está bien, me da mucho gusto que se siga recordando al personaje y que en lugar de que estemos hablando, como en el caso de Cantinflas, de un juicio por los derechos, lo hagamos en torno a la salida de un disco o a la noticia de un nuevo proyecto alrededor de la figura de Germán Valdés.
– ¿Y tú no te cansas nunca de Tin Tan?
– Mira, la verdad, a estas alturas lo veo como a alguien muy cercano, muy querido. Veo las películas y sigo riéndome mucho, descubro siempre nuevas cosas en ellas. Tin Tan para mí es un tema totalmente inagotable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario