martes, 22 de octubre de 2013

Comunicación y periodismo, dos opciones actuales

Por Ricardo Chacón

Esta semana tuve un interesante conversatorio sobre comunicación y periodismo con un grupo de estudiantes próximo a recibirse como bachilleres; se trata de jóvenes en búsqueda de su futuro, para lo cual, me parece interesante que la institución donde estudian les proporcione no sólo información sobre opciones profesionales, asesoría vocacional, oportunidades educativas nacionales e internacionales, sino también conversar con profesionales de diversas ramas para conocer las experiencias de estos.
 
La primera pregunta que me hice ---y lo platicamos con los jóvenes-- es sobre comunicación y periodismo; una segunda interrogante fue cómo definir las características de estas profesiones, y tercera, los retos que se plantean a estas disciplinas ahora muy de moda. Todo ello en el contexto de la sociedad actual; hoy, más que nunca, los comunicadores y periodistas tienen gran relevancia.
 
Al referirme a la comunicación y al periodismo, he de decir que la primera es un concepto mucho más amplio: uno, en cuanto disciplina del conocimiento que busca dar cuenta de las relaciones entre los seres humanos, cómo interactúan y por qué medios. Se trata de analizar el fenómeno comunicativo. Dos, la comunicación busca, en términos generales, persuadir, mover a otras personas a aceptar nuestro punto de vista de manera voluntaria, para lo cual existen las diferentes áreas del quehacer comunicativo, y el tercer punto, la incidencia de la publicidad, la propaganda, el mercadeo político, la comunicación interna y externa, las relaciones públicas.
Todas estas áreas de la comunicación, de una u otra manera, tratan de persuadir a otros, para lo cual utilizan la tecnología al alcance de la sociedad moderna como lo es ahora toda la dimensión virtual que nos da la Internet y las llamadas redes sociales.
 
En cambio el periodismo, al menos teóricamente, busca informar sobre lo que sucede en la sociedad; algunos intentan utilizar a la prensa para persuadir pero no es esta su función fundamental, lo esencial de su ejercicio es contribuir a formar la conciencia de los ciudadanos, para que estos hagan sus propios juicios sobre lo que sucede en su entorno social.
A partir de esta primera pregunta, tanto la comunicación, con sus variantes y aplicaciones técnicas, como el periodismo, son prácticas profesionales que poseen, al menos, tres dinámicas claras: una, fuerte dimensión humanística y artística que nos permite entender y valorizar los fenómenos sociales no sólo para explicarlos sino además para transmitirlos hacia conglomerados mayores de manera que les interese, que les guste y les atraiga sin perder de vida el fondo de las cosas. Dos, un alto componente ético que muestre, en cada momento, principios que van desde la defensa de la vida, hasta la búsqueda de la verdad, temas que implican, por ejemplo, el balance informativo, la veracidad de las cosas y abstenerse de mentir, distorsionar, hacer prevalecer mensajes nefastos como la discriminación o la justificación de la destrucción del otro. Y, tres, el uso de las herramientas no sólo de la comunicación y la prensa, propias de la profesión, sino asimismo las propias de la tecnología actual como lo son las redes sociales y, en general, el mundo de la virtualidad que brinda Internet.
 
Por si fuera poco, y este es un cuarto punto, los grandes retos que presentan tanto los comunicadores como los periodistas están relacionados a su vez con un par de circunstancias, dos caras de una misma moneda. Por un lado, la tentación permanente de utilizarlos no para persuadir e informar sino para manipular y embaucar a las audiencias con objetivos personales, grupales e incluso institucionales alejados del bien común. Un ejemplo histórico que permite visualizar con claridad este riesgo es el de los nazis, especialistas en manipular a través de su maquinaria propagandística, con la finalidad, no sólo de justificar la guerra y la invasión a otras naciones sino además el exterminio de los judíos.
Por otro lado, los desafíos tienen también perspectiva diferente, la misma realidad de los comunicadores profesionales que deben tener una formación adecuada para entender lo que sucede en la sociedad y poder trasladar este saber a otros a través del uso de las herramientas teóricas y prácticas de la comunicación y el periodismo.
El debido proceso informativo requiere de personas con sólida formación teórica y técnica, pero sobre todo, y con esto cierro, deben poseer principios y valores bien cimentados para enfrentar a aquellos que quieren manipular y engañar.
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*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com

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